Arabia Saud¨ª proh¨ªbe a Blair visitar su territorio en su gira por Oriente Pr¨®ximo

El portavoz del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, admiti¨® ayer que el Reino Unido considera que un eventual ataque a Irak dif¨ªcilmente tendr¨ªa hoy por hoy el respaldo de la alianza internacional contra el terrorismo y, en consecuencia, romper¨ªa el consenso de la coalici¨®n. El portavoz confirm¨® que Arabia Saud¨ª no dio su pl¨¢cet a Blair para que visitara el pa¨ªs en su actual gira por Oriente Pr¨®ximo y el golfo P¨¦rsico. Ha sido el primer gran chasco diplom¨¢tico del primer ministro en esta crisis, aunque Downing Street puntualiz¨® que el viaje se realizar¨¢ m¨¢s adelante.

El Gobierno brit¨¢nico se resiste a admitir p¨²blicamente que haya divergencias con Estados Unidos sobre la conveniencia de incluir a Irak entre los pa¨ªses que pueden ser atacados si se demuestra su vinculaci¨®n con los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York. Pero el portavoz del primer ministro, Tony Blair, admiti¨® expl¨ªcitamente que una de las claves del ataque a Afganist¨¢n es su respaldo internacional y que en estos momentos un eventual ataque a Irak 'tendr¨ªa mucha oposici¨®n'.

'Creemos que lo mejor es ir en consenso a toda costa. Y esto tendr¨ªa mucha oposici¨®n. El consenso es vital. El primer ministro quiere proteger ese consenso a toda costa', insisti¨® el portavoz del n¨²mero 10 de Downing Street. Es decir, un ataque contra Irak o contra cualquier otro pa¨ªs que no sea Afganist¨¢n romper¨ªa el delicado consenso internacional que Estados Unidos y el Reino Unido han logrado fraguar en torno a los ataques a las bases de Al Qaeda, dirigida por Osama Bin Laden, y el r¨¦gimen talib¨¢n. Y roto el consenso, la coalici¨®n saltar¨ªa posiblemente por los aires y la reacci¨®n internacional contra el terrorismo se convertir¨ªa en una mera represalia de Estados Unidos con el apoyo s¨®lo de algunos de los aliados m¨¢s fieles.

Velar por ese consenso y tratar de dar un impulso pol¨ªtico al proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo son los dos grandes objetivos que se ha fijado Tony Blair en la gira diplom¨¢tica que le llev¨® el martes a Om¨¢n y ayer a El Cairo. Pero Tony Blair ha vivido en este viaje el primer chasco de su nueva vocaci¨®n de embajador mundial de Estados Unidos.

Protestas populares

El pr¨ªncipe heredero al trono de Arabia Saud¨ª, Abdal¨¢, le hizo saber al primer ministro brit¨¢nico que no ser¨ªa bienvenida su visita a tierras saud¨ªes coincidiendo con las protestas populares por el bombardeo contra Afganist¨¢n, seg¨²n desvel¨® el diario ¨¢rabe Asharq al-Awsat. Su presencia hubiera sido 'demasiado sensible', argumentan las autoridades saud¨ªes.

Arabia Saud¨ª, pa¨ªs natal de Osama Bin Laden, trata de mantener el equilibrio entre los tirones occidentales por un lado y los del fundamentalismo isl¨¢mico por el otro. Permitir a los aviones americanos que crucen su espacio a¨¦reo para bombardear Afganist¨¢n es una cosa, pero otra bien distinta es invitar a tierra santa, donde se encuentran los principales s¨ªmbolos religiosos del mundo musulm¨¢n, a uno de los dos comandantes en jefe de los bombardeoos.

El portavoz de Tony Blair admiti¨® ayer que el primer ministro hab¨ªa intentado el martes, sin ning¨²n ¨¦xito, viajar a Riad, aunque atribuy¨® la negativa del Gobierno saud¨ª meramente a 'razones log¨ªsticas'. 'El viaje se har¨¢ en el momento adecuado', dijo el portavoz, que confirm¨® que Blair habl¨® con el pr¨ªncipe heredero Abdal¨¢, el hombre fuerte del pa¨ªs, dada la enfermedad que aqueja al rey Fahd.