Una de romanos
Una productora brit¨¢nica graba en Antequera una carrera de carros en el circo
El alcalde de Antequera, Jes¨²s Romero, da la vuelta de honor a un circo romano recreado en Los Llanos, una pedan¨ªa de este municipio malague?o. Montado en una biga, un carro tirado por dos caballos, saluda a los asistentes, unas 300 personas, y presenta tras de s¨ª a los aurigas, los corredores que van a participar en la carrera. En un terreno de labor, todav¨ªa embarrado por las lluvias del viernes, una gradas para 1.000 espectadores a los lados de m¨¢s de setenta metros de pista acogen uno de los espect¨¢culos del imperio romano cl¨¢sico en pleno siglo XXI.
Los responsables de este montaje son los trabajadores de la productora inglesa Wall to Wall, que rueda en estos d¨ªas el documental Antequera, ciudad romana, que ser¨¢ emitido en unos cuatro meses por Discovery Channel.
'La idea es recrear una carrera de bigas en pleno siglo XXI, en una poblaci¨®n hispana media en la que hubo un circo, como fue Singilia Barba', dice Daniel Lamenza, coproductor de la cinta. Singilia Barba -que tom¨® su nombre del top¨®nimo ¨ªbero del r¨ªo Genil- fue una ciudad romana enclavada a seis kil¨®metros de Anticaria, en el Cortijo del Castill¨®n, que qued¨® yerma y abandonada en el siglo XII porque no ofrec¨ªa garant¨ªas para su defensa.
Entre sus ruinas, que ahora Romero intenta que la Junta de Andaluc¨ªa ponga en valor para que puedan ser visitadas como parte del patrimonio cultural de la ciudad, quedaron historias como la de la liberta Acilia Plecusa, una esclava que se enamor¨® de su se?or y que termin¨® cas¨¢ndose con ¨¦l. Gracias al matrimonio, la liberta se convirti¨® en una nueva rica, cuya historia se ha reconstruido gracias a las inscripciones que aluden a ella por doquier en el foro de la ciudad.
Esclavos
Pero el aspecto de Singilia Barba que la productora brit¨¢nica pretende recuperar es menos rom¨¢ntico, aunque la historia ha dejado testimonio del entusiasmo que los juegos circenses despertaban entre la ciudadan¨ªa romana. A las 15.50 comienza la carrera en la que compiten cuatro equipos. Desde la salida se adelanta el auriga azul. En la Roma cl¨¢sica, los aurigas eran esclavos entrenados para correr en el circo, con carros de dos caballos o de cuatro, las cu¨¢drigas. Pod¨ªan llegar a ganar mucho dinero, pero todo iba a parar a manos de sus due?os.
'Muchos de ellos terminaban siendo libertos', cuenta Jes¨²s Romero, que adem¨¢s de alcalde de Antequera es historiador de profesi¨®n. 'El circo de Singilia Barba demuestra que este tipo de eventos deb¨ªa de ser popular aqu¨ª en la Vega, que los habitantes de hace 2.000 a?os acudir¨ªan como hoy a ver las carreras', a?ade.
Tras cinco vueltas, gana el jinete azul, el estadounidense Gautano Tschanmel, que junto con sus tres compa?eros, dos brit¨¢nicos y un compatriota, ha sido entrenado por Tony Smart, el encargado de formar a los actores de pel¨ªculas como Brave Heart o Los tres mosqueteros. Una corona de laurel y una palma son el premio para el vencedor, que ha montado los caballos Malague?o y Za¨ªno.
'Estamos acostumbrados a ver los carros de tipo Hollywood, aquellos muy adornados de las pel¨ªculas de romanos. La productora los ha recreado como se supone que fueron, infinitamente m¨¢s sencillos, con una estructura semicircular cubierta de cuero que no sobrepasaba la altura de las rodillas de los aurigas', detalla Romero.
Para este documental tambi¨¦n han grabado los restos de Singilia Barba, las Termas Romanas de Anticaria, la Villa Romana de la Estaci¨®n, el Ninfeo de La Carnicer¨ªa de los Moros y el Museo Municipal, en el que se encuentran las famosas esculturas del Efebo y la Venus de Antequera.
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