El mensaje de las urnas

El resultado de las elecciones legislativas deber¨¢ ser interpretado por la dirigencia pol¨ªtica con un esp¨ªritu amplio y sin mezquindades. La fuerte disminuci¨®n del porcentaje de adhesiones a la Alianza con respecto a los dos ¨²ltimos comicios nacionales tendr¨¢ que mover a sus principales representantes a una severa autocr¨ªtica, al tiempo que el crecimiento del justicialismo no deber¨ªa confundir a sus dirigentes. Deber¨¢n ¨¦stos entender que su colaboraci¨®n para la gobernabilidad ser¨¢, en los d¨ªas que vienen, de suma importancia y que de ning¨²n modo deben limitarse a especular con las condiciones que eventualmente podr¨¢n servirles como plataforma de lanzamiento para recuperar el poder dentro de dos a?os.

De igual modo, la clase pol¨ªtica en su conjunto deber¨¢ tomar debida nota del impresionante nivel de votos en blanco y nulos, algo que a estas alturas no puede interpretarse como una se?al de apat¨ªa, sino como la expresi¨®n de un profundo desencanto p¨²blico, que abarca por igual a todas las fuerzas pol¨ªticas. (...) Uno de los mayores desaf¨ªos para el Gobierno es encontrar f¨®rmulas para recrear la credibilidad institucional, hoy deteriorada por la incertidumbre pol¨ªtica y las dificultades financieras. (...) El segundo desaf¨ªo pasar¨¢ por encontrar alternativas al c¨ªrculo vicioso por el cual los necesarios ajustes en el sector p¨²blico llevan a un menor consumo y a una mayor recesi¨®n. (...) La b¨²squeda de soluciones no podr¨¢ lograrse si el Gobierno nacional se empe?a en aislarse, y tampoco si la oposici¨®n privilegia sus intereses electoralistas sobre la concordia nacional.

Buenos Aires, 15 de octubre