Cela repiti¨® su discurso de Zacatecas de 1997, que era igual a otro de 1992
El Nobel recuper¨® el martes 13 p¨¢rrafos de los 15 que ley¨® en M¨¦xico y en Andaluc¨ªa
La percepci¨®n de Camilo Jos¨¦ Cela sobre la lengua espa?ola permanece inalterada, cuando menos, desde 1992. El premio Nobel, de 85 a?os, repiti¨® el martes, en la solemne inauguraci¨®n del II Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola, el mismo discurso que pronunci¨® el 7 de abril de 1997 en la ciudad mexicana de Zacatecas durante la inauguraci¨®n del I Congreso, tal como adelant¨® ayer el peri¨®dico El D¨ªa de Valladolid. De los 15 p¨¢rrafos que ten¨ªa aqu¨¦l, Cela utiliz¨® 13 clavados, a?adi¨® uno (el relativo a los que se averg¨¹enzan de hablar espa?ol) y suprimi¨® otro (relativo a Arist¨®teles). Pero la fuente original ven¨ªa de m¨¢s lejos: ese mismo texto, con variaciones m¨ªnimas, ya fue le¨ªdo por Cela en Sevilla en octubre de 1992.
Cela no cobr¨® por su discurso del martes -la organizaci¨®n aclar¨® que los participantes en la sesi¨®n inaugural no perciben retribuciones, a diferencia de los ponentes y panelistas-, que fue publicado en forma de art¨ªculo ese mismo d¨ªa por Abc. Lo ¨²nico nuevo respecto al que ley¨® en Zacatecas eran las diatribas contra 'los que se averg¨¹enzan de hablar espa?ol', la invitaci¨®n a recuperar t¨¦rminos como 'hispanoamericano', la exculpaci¨®n de la RAE del abandono del espa?ol 'por cuanto languideci¨® durante largos a?os en la m¨¢s indigente inopia' y la alerta del 'peligro de que nuestros nietos tuvieran que llorar la p¨¦rdida del espa?ol en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica'.
Todo lo dem¨¢s, excepto algunas leves supresiones respecto a los primeros textos (Sevilla, 1992, y Zacatecas, 1997), es una repetici¨®n casi exacta de las palabras utilizadas por el escritor gallego en aquellas ocasiones. El t¨ªtulo de su discurso de 1997, Aviso de la defensa de nuestra lengua com¨²n: el espa?ol, qued¨® reducido al m¨¢s breve Aviso de la defensa del espa?ol, de 2001, que es el mismo que ten¨ªa el discurso que pronunci¨® en Sevilla en octubre de 1992. Aquel fue tambi¨¦n publicado en el diario Abc.
Por lo dem¨¢s, en Valladolid Cela se limit¨® a cambiar alg¨²n pronombre ('mi' por 'nuestro'), alg¨²n sustantivo ('europeos' por 'hombres') y a intercalar algunas cu?as y frases adaptadas quiz¨¢ al cambio de auditorio, como 'os suplico que me oig¨¢is, Majestades, se?or presidente, se?oras y se?ores'. El resto, un total de 13 p¨¢rrafos, resultan id¨¦nticos a los 15 p¨¢rrafos que ley¨® en Zacatecas.
Pero el autoplagio de Cela procede, como m¨ªnimo, de octubre de 1992, cuando, durante la Exposici¨®n Universal de Sevilla, se convoc¨® entre los d¨ªas 7 y 10 el Congreso de la Lengua (que conmemoraba el centenario del Congreso Literario Hispanoamericano, celebrado en 1892 en Madrid). All¨ª acudi¨® el autor de La colmena y ley¨® un discurso titulado como el de Valladolid, Aviso para la defensa del espa?ol, cuyo tema, esqueleto, frases y estructura son iguales al que ley¨® en Zacatecas y, por tanto, al que repiti¨® el martes pasado.
Comparando las tres versiones del mismo texto, resulta curioso comprobar que Cela suprimi¨® para Zacatecas la referencia a 'los que se averg¨¹enzan de hablar espa?ol' y a 'los que llaman castellano al espa?ol', que utiliz¨® en Sevilla y rescat¨® para Valladolid. Por lo dem¨¢s, las similitudes entre los tres textos son casi absolutas.
La noticia de las similitudes entre los discursos de Zacatecas y Valladolid cogi¨® en fuera de fuego al director de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, que rehus¨® hacer declaraciones. Jon Juaristi, director del Instituto Cervantes, trat¨® de quitar importancia al hecho y tir¨® de iron¨ªa: 'No s¨¦ si los discursos son id¨¦nticos o no, pero s¨ª s¨¦ que es muy dif¨ªcil decir cosas originales sobre el espa?ol. Yo mismo, estos d¨ªas, repito una y otra vez en las entrevistas cosas muy parecidas. Quiz¨¢ lo que pasa es que Cela es un tradicionalista como Dios manda, y cuantas m¨¢s semejanzas haya entre los dos textos, m¨¢s tradicionalista'. Preguntado si no cre¨ªa que estos congresos deben servir para decir algunas cosas novedosas sobre el idioma, Juaristi contest¨®: 'Claro, pero es verdad que los discursos de apertura suelen tener un car¨¢cter m¨¢s ornamental, lo cual no quita para que en la inauguraci¨®n hubiera otros discursos magn¨ªficos'.
Joaqu¨ªn Garrido, catedr¨¢tico y director del Instituto Cervantes en Alburquerque (Estados Unidos), afirm¨®: 'Debemos verlo con cierto humor, como una insistencia en ideas que quiere repetir. Hay gente que insiste mucho en sus propias afirmaciones'. A juicio del catedr¨¢tico de Lengua, 'tenemos que emplear un poco de alegr¨ªa para enjuiciar esto'.
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