Maragall se ofrece a presidir un Gobierno de izquierdas abierto a CiU

El l¨ªder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, logr¨® ayer convertir la moci¨®n de censura en el debate de mayor calado pol¨ªtico que ha tenido el Parlamento catal¨¢n en los ¨²ltimos a?os. Maragall tuvo la habilidad de abrir juego a todas las fuerzas pol¨ªticas, incluido el PP, y mostr¨® su faceta m¨¢s conciliadora, sin querer romper amarras con nadie. Y para contentar a la izquierda -y especialmente a Esquerra Republicana- propugn¨® la creaci¨®n de un Gobierno de progreso abierto, incluso, a los nacionalistas de Jordi Pujol.

El de ayer fue el primer gran acto parlamentario del pospujolismo. En el segundo d¨ªa de debate de la moci¨®n de censura contra el Gobierno de Jordi Pujol, Maragall trat¨® al PP con una deferencia que no acostumbran a dispensarle ni sus socios parlamentarios de CiU. La ma?ana no hab¨ªa comenzado muy bien para el dirigente socialista: con algo de afon¨ªa y con la inesperadamente larga intervenci¨®n del conseller en cap, Artur Mas. El delf¨ªn de Pujol ejerci¨® con pulcritud y correci¨®n parlamentaria su detallada cr¨ªtica a la moci¨®n. Pero Maragall no estaba por la labor y la estrategia que hab¨ªa dise?ado el Gobierno catal¨¢n qued¨® rota en cuanto el l¨ªder socialista dio por terminado el cara a cara con el delf¨ªn de Pujol para dar paso a la discusi¨®n con los grupos parlamentarios.

Por la tarde, el tono del candidato Maragall se fue relajando y, poco a poco, fue tomando dimensi¨®n de hombre de concordia que aspira a gobernar. En todas las intervenciones trat¨® de resaltar un perfil de futuro presidente, capaz de aunar todas las sensibilidades presentes en la C¨¢mara y de mostrar un conocimiento tan exhaustivo de cada rinc¨®n de Catalu?a como el del propio Pujol.

Con Iniciativa-Verds, el l¨ªder socialista ten¨ªa la partida ganada de antemano, pues ya hab¨ªan anunciado que votar¨ªan favorablemente. El portavoz de IC-Verds, Rafael Rib¨®, anunci¨® el s¨ª de su grupo a la moci¨®n despu¨¦s de que Maragall se comprometiera a convocar elecciones en el improbable caso de que triunfara la censura. El dirigente ecosocialista reproch¨® a Maragall que hubiera preparado la moci¨®n sin contar con el resto de la oposici¨®n y emplaz¨® a la izquierda a preparar conjuntamente la alternativa a CiU.

La faena m¨¢s dif¨ªcil de la tarde la ten¨ªa Maragall con Esquerra Republicana. El secretario general de ERC, Josep Llu¨ªs Carod, se mantuvo en la equidistancia entre PSC y CiU, a pesar de la fuerte presi¨®n de Maragall para que se pronunciara sobre si apoyar¨ªa un Gobierno de izquierdas. Con clara voluntad de acercamiento a ERC, Maragall propugn¨® incluso un Gobierno de centro-izquierda, presidido por ¨¦l, pero abierto a CiU, en l¨ªnea con la propuesta de Gobierno nacional destinado a aislar al PP que hab¨ªa formulado el l¨ªder de ERC. La diferencia est¨¢ en que los republicanos no se pronuncian sobre qui¨¦n debe presidir ese Gobierno. Y ayer tampoco lo hicieron.

La discrepancia entre socialistas y republicanos aflor¨® con la concepci¨®n de Espa?a. Carod afirm¨® que, por lo dicho en el hemiciclo, Maragall 'parece m¨¢s un gran presidente de un Gobierno de la Espa?a federal; usted cree en ella, pero la quiere tan diferente que ya no ser¨ªa Espa?a. Nos conformar¨ªamos con que pudiera arreglar la sensibilidad nacionalista del PSOE', concluy¨®. 'Usted sabe que no habr¨¢ una Catalu?a libre sin una Espa?a diferente', le respondi¨® Maragall. Carod anunci¨® que ERC se abstendr¨ªa, pero advirti¨® a CiU que ello no deb¨ªa ser interpretado como un apoyo al Gobierno de Pujol. Al final de la sesi¨®n de ayer el l¨ªder socialista tuvo palabras amables incluso para el Partido Popular de Catalu?a del que dijo que no iba a poner en duda su catalanidad: 'No creo que haya anticatalanes', como a menudo sostiene Pujol, subray¨® un Maragall deseoso de mostrar su vertiente dialogante con todos los grupos de la C¨¢mara.