Cuatro miembros de Al Qaeda, condenados a cadena perpetua en Nueva York

Cuatro disc¨ªpulos de Osama Bin Laden fueron sentenciados ayer a cadena perpetua por participar en los atentados contra las embajadas norteamericanas de Kenia y Tanzania en 1998, que causaron la muerte de 231 personas. El veredicto fue emitido por el mismo jurado de Nueva York que en mayo los declar¨® culpables, pero no pudo ponerse de acuerdo para imponerles la pena de muerte. Los cuatro hombres, cuyo caso hab¨ªa pasado inadvertido, se han convertido en la prueba m¨¢s palpable de la determinaci¨®n de EE UU de enjuiciar a los miembros de la organizaci¨®n terrorista Al Qaeda.

Entre enero y mayo, el juicio contra los colaboradores de Bin Laden se desarroll¨® pr¨¢cticamente en el anonimato. Durante cinco meses, d¨ªa tras d¨ªa, testigos e investigadores fueron explicando los detalles de unos atentados que parec¨ªan demasiado lejanos para despertar la atenci¨®n del p¨²blico. Apenas se reforzaron las medidas de seguridad en la sala del juicio. Ayer fue todo lo contrario: un impresionante cord¨®n policial rodeaba los juzgados de Manhattan, situados a escasas manzanas del nivel cero (el solar que ocupaban las Torres Gemelas), y la CNN cort¨® su programaci¨®n para dar las sentencias.

Mohamed Sadik Odeh (jordano, 36 a?os), Mohamed Rashed Daoud al Owhali (saud¨ª, 24 a?os), Wadih el Hage (norteamericano de origen liban¨¦s, 41 a?os) y Jalfan Jamis Mohamed (tanzano, 28 a?os) fueron condenados en mayo por participar y organizar los dos atentados, casi simult¨¢neos, contra las embajadas de Nairobi (Kenia) y Dar es Salam (Tanzania) el 7 de agosto de 1998, en los que murieron 231 personas, 12 de ellas estadounidenses.

El jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres, no consigui¨® ponerse de acuerdo para condenar a los acusados a la pena de muerte, pese a las peticiones del fiscal. Justific¨® su decisi¨®n al asegurar que no quer¨ªa convertirlos en m¨¢rtires de su causa. Ayer los sentenci¨® a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El juez tambi¨¦n conden¨® a cada uno de los cuatro disc¨ªpulos de Bin Laden a pagar una indemnizaci¨®n de 33 millones de d¨®lares (5.800 millones de pesetas), siete millones a los familiares de las v¨ªctimas y 26 millones al Gobierno norteamericano. La suma podr¨ªa cobrarse de las redes de financiaci¨®n de Bin Laden que se descubran.

Wahid el Hage, considerado como uno de los organizadores de los atentados, fue el ¨²nico en hablar, y volvi¨® a insistir en su inocencia. 'Matar a inocentes es radical, extremo, y es un acto que no puede ser tolerado por ninguna religi¨®n', dijo en una breve comparecencia. Algunos de los familiares de las v¨ªctimas tambi¨¦n hablaron para pedir la pena de muerte. 'Dej¨¦mosles morir sabiendo que sus almas ser¨¢n condenadas para siempre', dijo Howard Kavaler, cuya esposa muri¨® en el atentado de Nairobi.

Los cinco meses de juicio aportaron algunas pistas sobre el funcionamiento de Al Qaeda y las intenciones de Bin Laden. Jamal al Fadl, un ex miembro de la organizaci¨®n convertido en testigo secreto del FBI, declar¨® que en 1994 trat¨® de comprar uranio por encargo del millonario saud¨ª. Tras abandonar el grupo en 1996, Fald advirti¨® a las autoridades norteamericanoas, dos a?os antes de los atentados en ?frica, de la inminente amenaza contra sus representaciones en el extranjero. El primer objetivo iba a ser la embajada en Arabia Saud¨ª.