Adi¨®s al director de la NASA
La p¨®lemica gesti¨®n de Goldin, un neoyorquino con botas tejanas, tuvo ¨¦xitos y fracasos en Marte
Tras casi una d¨¦cada en el puente de mando de la agencia espacial m¨¢s poderosa del mundo, la NASA, Daniel Goldin ha anunciado que abandona el puesto. Muchos lo esperaban desde hace meses en el mundillo espacial y la Administraci¨®n Bush no hab¨ªa dado indicios de que quisiera mantener en el cargo a un director de la NASA que, aunque nombrado por George Bush padre, ha estado muy ligado a la Administraci¨®n Clinton. 'Es el final de una era y creo que har¨¢ falta un cierto tiempo antes de poder hacer una evaluaci¨®n completa de su impacto', coment¨® ayer John Logson, director del Instituto de Pol¨ªtica Espacial de la Universidad George Washington. De momento, muchos cr¨ªticos de la gesti¨®n de Goldin se habr¨¢n alegrado de su dimisi¨®n, y otros muchos tambi¨¦n, sus defensores, empezar¨¢n ya a echarle de menos.
Goldin redujo un tercio el personal y multiplic¨® los proyectos pese al recorte de presupuestos
Goldin ha sido un personaje intenso y controvertido. En el saldo de su gesti¨®n deja 171 misiones espaciales lanzadas desde que asumi¨® el cargo en abril de 1992, de las cuales tuvieron ¨¦xito 160, el montaje de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) en marcha aunque plagada de retrasos y de sobrecostes, una reorganizaci¨®n profunda de la NASA y un nuevo estilo de hacer las cosas en la agencia siguiendo el lema 'M¨¢s barato, m¨¢s r¨¢pido, mejor'. Y en cada faceta de su gesti¨®n, luces y sombras.
Con sus habituales botas tejanas pese a ser un neoyorquino del Bronx, este ingeniero de 61 a?os, es un personaje en¨¦rgico, simp¨¢tico cuando quiere y muy listo, que orquest¨® magn¨ªficamente el rotundo ¨¦xito de la NASA, por ejemplo, cuando su nave Mars Pathfinder lleg¨® a Marte y los paseos por la superficie del planeta rojo atrajeron la atenci¨®n internacional en el verano de 1997.
Pero, dos a?os despu¨¦s, otras dos naves estadounidenses se perdieron al llegar a Marte y los informes de las comisiones que analizaron el sonoro fracaso apuntaron acusadoramente a la gesti¨®n de Goldin por haber apretado excesivamente las tuercas a los equipos de la NASA, obligados a trabajar con mucho menos dinero del m¨ªnimo necesario para misiones espaciales de este tipo y con deficiencias organizativas inadmisibles. La Mars Pathfinder y las naves perdidas Mars Climate Orbiter y Mars Polar Lander son la cara y la cruz de su c¨¦lebre lema goldiniano.
La NASA que asumi¨® Goldin estaba a¨²n inmersa en el esp¨ªritu fara¨®nico de presupuestos, medios humanos y t¨¦cnicos pr¨¢cticamente ilimitados que se hab¨ªa creado en la ¨¦poca del programa Apolo, pero la financiaci¨®n ya no era tan generosa ni f¨¢cil de lograr cada a?o en los presupuestos. Goldin se encarg¨® de reorganizar la agencia y redujo en un tercio su personal, soportando adem¨¢s presupuestos m¨¢s magros pero multiplicando los proyectos y programas.
Ahora, la ISS afronta su en¨¦sima crisis presupuestaria, con un sobregasto de 880.000 millones de pesetas previsto para los pr¨®ximos a?os. Los resultados de una auditor¨ªa encargada por el propio Goldin hacen temer a muchos que el objetivo que el director de la NASA ha defendido machaconamente -la actividad cient¨ªfica en el espacio-, quede brutalmente mutilada o incluso anulada, ya que el n¨²mero de astronautas que podr¨¢n vivir all¨ª se limitar¨ªa a los actuales tres y no habr¨ªa laboratorios suficientes para trabajar. Gran parte de los problemas de la ISS derivan de su utilizaci¨®n como parte de la diplomacia de EE UU respecto a Rusia -un tema en el que Goldin se pleg¨® sin rechistar a la voluntad de Clinton-.
Lo que nadie niega a Goldin, sin embargo, es su habilidad como relaciones p¨²blicas de la NASA. No hay que olvidar que durante su mandato casi convenci¨® a todo el mundo de que se hab¨ªan encontrado pruebas de vida en Marte (algo extremadamente dudoso para los cient¨ªficos) o agua en la Luna (interpretando muy generosamente indicios insuficientes). Antes de que Goldin deje oficialmente su cargo el pr¨®ximo 17 de noviembre, todav¨ªa tendr¨¢ ocasi¨®n de mostrar su capacidad de comunicador (tanto si las cosas salen bien como si no) el 24 de octubre, cuando est¨¢ previsto que llegue al planeta rojo la nave Mars Odyssey.
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