?Era una pluma o un bistur¨ª?
Garc¨ªa Montero revela la curiosa relaci¨®n entre literatura y medicina a trav¨¦s de la historia
Poca gente sabe que Jos¨¦ Zorrilla, el poeta de Don Juan Tenorio y de los romances de Granada, no se dedic¨® s¨®lo a la pluma, sino tambi¨¦n a la jeringuilla: durante un tiempo fue practicante. No por pasi¨®n, sino para tener conocimiento del mundo de la medicina y no meter as¨ª la pata en alguna de sus obras. ?sa es una de las curiosidades que otro poeta, Luis Garc¨ªa Montero, cont¨® la noche del pasado jueves en su conferencia La enfermedad y la literatura. Demostr¨® que el fonendoscopio no anda lejos de los versos.
Garc¨ªa Montero, que abri¨® con su disertaci¨®n la 32? Reuni¨®n de la Sociedad Andaluza de Patolog¨ªa Digestiva, ha descubierto, analizando la forma en que la literatura ha tratado a la medicina a trav¨¦s de los tiempos, que en las ¨¦pocas en que todo estuvo sacralizado y el destino de la gente se supon¨ªa en manos de Dios, los m¨¦dicos siempre sal¨ªan maltrechos: 'Desde el infante Don Juan Manuel hasta Quevedo', explica, 'se satirizaba la medicina'. En esos otros momentos en que imperaba el Humanismo, cuando el ser humano se considera due?o de su suerte, sucede todo lo contrario: la medicina es vista casi de forma her¨®ica. 'Eso es lo que sucedi¨®', asegura Garc¨ªa Montero, 'en periodos como el de la Ilustraci¨®n o el de finales del siglo XIX'.
Otra llamativa relaci¨®n entre la ciencia y la literatura se produjo a lo largo de todo el siglo XX, especialmente en la poes¨ªa: 'Los poetas, en su mayor¨ªa, se identifican con la enfermedad, que es el dolor', dice Garc¨ªa Montero, quien pone como ejemplos libros tan imponentes como Poeta en Nueva York, de Federico Garc¨ªa Lorca, o Las flores del mal, de Baudelaire. 'Identificarse con el enfermo', a?ade, 'es, en cierto modo, una forma de identificarse con los marginados'. 'La literatura', agrega m¨¢s tarde, 'siempre ha utilizado met¨¢foras m¨¦dicas para hablar de experiencias propias'.
La enfermedad como met¨¢fora del mundo. Sobre esto Garc¨ªa Montero cont¨® una an¨¦cdota sabrosa: Federico Garc¨ªa Lorca, en las conferencias que daba para explicar Poeta en Nueva York, siempre mencionaba su poema El ni?o Stanton, en el que narraba c¨®mo el c¨¢ncer estaba devorando a un ni?o norteamericano. Durante mucho tiempo, los estudiosos de Lorca rastrearon, in¨²tilmente, la historia de ese ni?o enfermo. Finalmente, lo encontraron. Descubrieron que Stanton era ya un anciano saludable que nunca hab¨ªa padecido c¨¢ncer. Si hubiesen hecho caso de la conferencia de Lorca, habr¨ªan visto que el c¨¢ncer que le sal¨ªa al ni?o del pecho no era tal, sino una 'estrella de sheriff', como el propio poeta contaba. 'Era la forma que ten¨ªa Lorca', dice Garc¨ªa Montero, 'de utilizar la met¨¢fora para expresar la p¨¦rdida de la inocencia, de describir la dureza que ¨¦l percib¨ªa en la sociedad americana'. Y es que a veces, el autor de Yerma, m¨¢s que con l¨¢piz, escrib¨ªa con bistur¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.