'Una espa?ola como yo en el pleno de Azkoitia les hace mucho da?o'

La concejal del PP de Azkoitia (Guip¨²zcoa), Pilar El¨ªas, se enfrent¨® el jueves en el pleno a toda la corporaci¨®n exigiendo que los derechos humanos que reclamaba el PNV-EA fueran para las v¨ªctimas y no para 'los verdugos' en medio de un p¨²blico radical que le gritaba a bocajarro 'carcelera'.

El¨ªas es viuda de Ram¨®n Baglietto, un militante de UCD asesinado el 12 de mayo de 1980 por un comando de miembros de ETA de su mismo pueblo. El autor material fue Kandido Azpiazu, a quien el propio Baglietto salv¨® la vida cuando ten¨ªa dos a?os. Azpiazu sali¨® de la c¨¢rcel al cabo de diez a?os acogi¨¦ndose a la reinserci¨®n y hoy vive y trabaja como carpintero en Azkoitia. El¨ªas vive escoltada desde hace cinco a?os.

Pregunta. ?Sinti¨® miedo o c¨®lera al o¨ªr lo que le llamaban?

Respuesta. ?Oh!, yo estoy curada en salud, acostumbrada a o¨ªr esas cosas, sobre todo con el que detuvieron ayer [por el jueves Asier Altuna, portavoz de EH], con el que he tenido muchos encontronazos.

P. ?Y no le arropan el PNV-EA, o su alcaldesa?.

R. En estas situaciones me siento sola, sola. Y la alcaldesa es una mandada cuando hay una cosa de ¨¦stas. El comunicado del PNV me defraud¨® porque, como siempre, niega que exista terrorismo. No se mojan. ?C¨®mo se puede pedir derechos humanos para un terrorista que ten¨ªa un coche bomba preparado?, ?d¨®nde est¨¢n los derechos de las v¨ªctimas y de quienes no tenemos libertad?

P. ?Y no le dan ganas de irse?

R.?Ah, no, no! A m¨ª no me echa nadie. Es mi pueblo.

P. El asesino de su marido vive reinsertado en Azkoitia.

R. S¨ª, y en una entrevista dijo que no estaba arrepentido...,y que se cruza conmigo; pero yo no s¨¦ qui¨¦n es, ni quiero saber. Es una forma de sobrevivir. Otro del comando fue elegido edil de HB a la vez que yo y coincidimos en la constituci¨®n del Ayuntamiento, al que asisti¨® medio pueblo por puro morbo de ver al asesino y a la v¨ªctima. Fue horroroso.

P. Su presencia es al menos un testimonio inc¨®modo.

R. Ya lo creo; habitualmente mi presencia, la de una espa?ola como yo all¨ª sentada... les hace mucho da?o, sobre todo a HB.