De la represi¨®n a la prevenci¨®n
Cuando las manifestaciones p¨²blicas son violentas generan alarma social en amplios sectores de la opini¨®n p¨²blica. La versi¨®n de los hechos difiere seg¨²n de qui¨¦n proceda. La confusi¨®n impide que los ciudadanos se formen una opini¨®n sobre si la actuaci¨®n policial fue la correcta, pero casi siempre la polic¨ªa queda en entredicho por demasiado permisiva o excesivamente represiva.
La actuaci¨®n policial, seg¨²n el profesor Queralt, debe cumplir, adem¨¢s de la habilitaci¨®n general, una serie de par¨¢metros para gozar de la plena licitud y legitimidad que le brinda el Estado de derecho: idoneidad o congruencia de los medios empleados, apercibimiento antes de la actuaci¨®n, pericia en la utilizaci¨®n de medios, necesidad u oportunidad de la acci¨®n y proporcionalidad de la actuaci¨®n para restablecer el orden alterado con los da?os causados.
Para valorarlo correctamente, hay que considerar tambi¨¦n el contexto general en el que se desarrolla la intervenci¨®n desde el momento en que se tiene conocimiento de la celebraci¨®n de una manifestaci¨®n o contramanifestaci¨®n para organizar el dispositivo id¨®neo que responda con eficacia al peor de los supuestos que se pudiera producir teniendo en cuenta los antecedentes de eventos similares.
Los efectivos y medios que emplear deber¨ªan poder cubrir el espacio donde se producen las alteraciones, teniendo presentes los potenciales objetivos de los manifestantes violentos. En opini¨®n de un director de polic¨ªa de Par¨ªs, para reducir a los v¨¢ndalos hay que compaginar fuerzas compactas con unidades motorizadas y anticiparse con dotaciones en puntos clave.
Es importante tener en cuenta que la polic¨ªa est¨¢ sometida a las directrices o interferencias provenientes del ¨¢mbito pol¨ªtico que pueden condicionar una objetiva e id¨®nea actuaci¨®n policial. Si, afortunadamente, se super¨® la etapa hist¨®rica de la militarizaci¨®n del orden p¨²blico, magistralmente explicada por el profesor Ballbe, todav¨ªa quedan residuos en algunos pa¨ªses de una excesiva politizaci¨®n que instrumentaliza la actuaci¨®n profesional e incide en la credibilidad e imagen de imparcialidad de la polic¨ªa.
Si en democracia la polic¨ªa es menos represi¨®n y mas prevenci¨®n, habr¨ªa que empezar a aplicar el principio de precauci¨®n de la gesti¨®n de riesgos al campo de la seguridad ciudadana.
Modesto Garc¨ªa es consejero del Forum Europeo para la Seguridad Urbana.
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