10.000 afganos se agolpan para entrar en Pakist¨¢n

La llegada de refugiados afganos se fren¨® ayer. Las autoridades paquistan¨ªes endurecieron los controles en el paso de Chaman (al sur de la frontera con Afganist¨¢n), por donde el d¨ªa anterior cruzaron 3.000 personas casi en avalancha. Seg¨²n los funcionarios de la ONU, al menos 10.000 personas se agolpaban al otro lado sin poder atravesar los controles por falta de documentaci¨®n.

Las 5.000 personas que, seg¨²n Peter Kessler, portavoz de ACNUR, cruzaron con documentos v¨¢lidos, no aclaran nada sobre el n¨²mero de nuevos refugiados, ya que muchas personas tienen autorizaci¨®n para cruzar la frontera por razones de comercio, familia o doble nacionalidad.

'Los reci¨¦n llegados describen Kandahar como una ciudad vac¨ªa y cuentan que no hay combustible y que escasea la comida. Algunos alegan que miembros de sus familias han muerto en los bombardeos a¨¦reos', describe Kessler a partir de los informes de sus compa?eros. La ONU denunci¨® ayer un grave deterioro en la situaci¨®n de orden p¨²blico en Afganist¨¢n. 'Lo que hasta ahora eran incidentes aislados, se ha convertido en una pauta de comportamiento', reconoci¨® el responsable de informaci¨®n Erik Falt. 'Nuestras posibilidades de trabajar se han reducido de forma significativa', abund¨® Antonio Donini, vicecoordinador humanitario para la regi¨®n, que destac¨® los asaltos contra sus oficinas y los casos de maltrato a su personal local.

Por otra pare, Acci¨®n Contra el Hambre reiter¨® ayer su 'inquietud ante el deterioro de las condiciones de seguridad de la poblaci¨®n civil debido a que los ataques a¨¦reos son cada vez m¨¢s intensos'. 'Una bomba cay¨® a 500 metros de nuestra oficina en Kabul y otra destruy¨® la casa de uno de nuestros trabajadores', manifest¨® Eric Ouannes, el jefe de la misi¨®n en Afganist¨¢n, cuyos 700 empleados locales mantienen en marcha sus programas de asistencia en todo el pa¨ªs.