Otxarkoaga no quiere ser un gueto de Bilbao
Los vecinos del barrio,que celebra su 40? aniversario, esperan su recuperaci¨®n con los 3000 millones para rehabilitarlo
Manuel Yerga Moreno vive en el barrio bilba¨ªno de Otxarkoaga desde hace 40 a?os. Asegura que todos los que le conocen saben que nunca se enfada y eso que ha tenido motivos en sus 67 a?os de vida. En los 50 abandon¨® Extremadura y busco refugio en las chabolas que entonces hab¨ªa en Enekuri. All¨ª vivi¨® dos a?os hasta que pudo alquilar por 300 pesetas un piso en la calle Txotena. Otxarkoaga era entonces un barrio que empezaba a construirse a las afueras de Bilbao para acoger a lo que en tiempos de Manuel se llamaba de forma generalizada 'obreros' y que en este caso eran adem¨¢s inmigrantes de Castilla, de Le¨®n y de Extremadura, preferentemente.
Otxarkoaga celebra esta semana su 40 cumplea?os y el Ayuntamiento y asociaciones del distrito bilba¨ªno organizan una exposici¨®n de fotos que recuerda la historia del barrio y actos festivos. El alcalde de Bilbao, I?aki Azkuna, asisti¨® a la inauguraci¨®n de la muestra el pasado 16 y dijo '40 a?os no son nada y un barrio tiene que mejorar'. Manuel le oye, pero sigue enfadado. Y tambi¨¦n Lorenzo, ambos de la asociaci¨®n de jubilados y pensionistas de Otxarkoaga, que han trabajado d¨ªa y noche para preparar la celebraci¨®n. Francisco, de 60 a?os, residente desde hace 37 a?os y Koldo, de 71, que lleva 30, tambi¨¦n se quejan. 'El barrio se hizo de noche, de prisa y mal. Y ha ido a menos', dice Koldo, que explica que dos de sus tres hijas han tenido que abandonar el barrio porque no les conceden una vivienda. '?Ha sido tanto el abandono!', coinciden los dos hombres mientras disfrutan del sol de media tarde en las cercan¨ªas del centro c¨ªvico.
Unos 450 j¨®venes del barrio perdieron la vida en los a?os 80 v¨ªctimas de la hero¨ªna
En el bar de jubilados, las autoridades municipales sofocan el calor con una bebida. Manuel ya ha informado a Ibon Areso, concejal de Urbanismo, de los problemas. Le ha dicho que no hay presupuesto para cuidar las calles y cortar los arbustos que cierran muchos de los caminos. 'El ¨²nico servicio municipal que funciona es el de recogida de basura. Las ratas pasean por delante de las puertas de nuestras casas. Nosotros pagamos los mismos impuestos municipales y no nos hacen caso. Estamos luchando para el que barrio siga adelante pero los j¨®venes se van. Esto no interesa. C¨®mo no voy a estar cabreado', se justifica.
Hace 40 a?os, Otxarkoaga ten¨ªa unos 35.000 habitantes. El mapa actual es que residen 13.106 vecinos en una superficie equivalente a casi 36 campos de f¨²tbol (35,69 hect¨¢reas). La poblaci¨®n m¨¢s numerosa est¨¢ en las franjas de edad de 25 a 39 a?os y de 60 a 69. El n¨²mero total de mujeres es ligeramente superior al de hombres, 6.656 sobre 6.450, seg¨²n el ¨²ltimo censo municipal. En los ¨²ltimos a?os se han cerrado tres de las cuatro escuelas por falta de alumnos. De los 11.009 residentes mayores de 15 a?os, 2.461 no tienen estudios y 5.984 poseen estudios primarios. S¨®lo 126 han cursado una carrera universitaria y 598 est¨¢n en el otro extremo, son analfabetos.
450 muertos por la droga
La corta historia de Otxarkoaga ha dejado una huella imborrable en muchos de sus vecinos. 'La droga, la maldita droga'. A mediados de los a?os 80, el caballo, la hero¨ªna, arrebat¨® la vida de 450 de sus j¨®venes. Otxarkoaga se convirti¨® en uno de los barrios bilba¨ªnos m¨¢s castigado por el azote de la droga. ETA asesin¨® en sus calles a varios miembros de la familia Ba?uelos, de etnia gitana, a los que acus¨® de traficantes. 'Todos tenemos un poco de dolor en el barrio. A mi no se me muri¨® ning¨²n hijo por la droga. Se muri¨® hace cinco a?os de sida porque era hemof¨ªlico y le hicieron una transfusi¨®n con sangre contaminada. Ten¨ªa 36 a?os', rememora Manuel.
Otxarkoaga ha tenido hist¨®ricamente algo de territorio comanche para los ciudadanos de Bilbao. S¨®lo unos 5 kil¨®metros separan el barrio del Ayuntamiento de la capital vizca¨ªna. Pero la distancia es casi infinita para quienes nunca han pisado sus calles. Ni el precio de las nuevas viviendas que pueden oscilar entre los 14 y 20 millones de pesetas y las zonas ajardinadas que asoman por el centro parecen atraer el deseo de compra. Los m¨¢s j¨®venes optan por el barrio conlindante de Txurdinaga. 'Y eso que ya no es peligroso y la delincuencia ha bajado mucho', cuentan los vecinos.
La asociaci¨®n de familias recuerda que el 'pol¨ªgono inicial' se levant¨® en 18 meses y que llevan 30 de construcci¨®n. 'Enseguida salieron las chapuzas y se multiplicaron los problemas. La rehabilitaci¨®n todav¨ªa no ha terminado. El Ayuntamiento aprob¨® en mayo de este a?o una moci¨®n que parece atar el final en un plazo razonable de dos a?os. Nos ha costado mucho esfuerzo llegar a cumplir 40 a?os. Viviendas, desahucios, droga, ventas de pisos, autov¨ªa, carencia de equipamientos, locales sociales, autobuses, comercios, paro, etc', explican en un escrito.
El Ayuntamiento de Bilbao augura buenos tiempos para el barrio. Ha dise?ado un plan de rehabilitaci¨®n a desarrollar en cuatro a?os en el que invertir¨¢ 3.000 millones de pesetas. Una primera fase de 1.000 millones ya ha concluido, explica Manu Xivar, miembro del consejo de distrito. Sin embargo, el temor a que Otxarkoaga se convierta en un gueto est¨¢ presente en el barrio. Hay que actuar con rapidez, dicen. Manuel sigue enfadado.
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