21 pa¨ªses asi¨¢ticos y del Pac¨ªfico firman una rotunda condena del terrorismo

El primer viaje al exterior de George W. Bush desde los atentados del 11 de septiembre ha resultado muy rentable para los intereses de EE UU. Por unanimidad, los 21 pa¨ªses miembros de la Conferencia Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico (APEC) aprobaron ayer un comunicado de rotunda condena del terrorismo internacional y se comprometieron a emprender una acci¨®n coordinada para 'poner a los culpables a disposici¨®n de la justicia'. Aunque el comunicado no cita las acciones militares en Afganist¨¢n, por la oposici¨®n de Malaisia e Indonesia, pa¨ªses musulmanes, el apoyo a EE UU fue total.

El apoyo recibido por Washington por parte de los pa¨ªses de la APEC no tiene precedentes en los anales de la organizaci¨®n, que, a lo largo de su historia, no hab¨ªa discutido temas pol¨ªticos y se hab¨ªa limitado a examinar la coyuntura econ¨®mica regional e internacional.

La unanimidad reflejada en el comunicado final ha 'emocionado', en palabras de un alto funcionario estadounidense no identificado, a la delegaci¨®n de Estados Unidos en la Conferencia. 'Vinimos aqu¨ª para reforzar la guerra contra el terrorismo y eso es lo que hemos conseguido', a?adi¨® el funcionario. 'El comunicado contiene todo lo que quer¨ªamos que contuviera'.

Los pa¨ªses de la APEC expresaron sus 'm¨¢s profundas simpat¨ªas' hacia Estados Unidos por la tragedia del 11 de setiembre y abogaron por el establecimiento de 'un aumento de la cooperaci¨®n internacional para poner a los autores de los hechos a disposici¨®n de la justicia'. El grupo se comprometi¨® tambi¨¦n a emprender una acci¨®n conjunta destinada 'a la asfixia econ¨®mica y financiera de los grupos terroristas y al control de viajeros, as¨ª como a un mayor control aduanero'.

Por si el apoyo del plenario de la Conferencia no fuera suficiente, dos de los principales protagonistas de la reuni¨®n, el anfitri¨®n y presidente chino, Jiang Zemin, y el inquilino del Kremlin, Vlad¨ªmir Putin, condenaron por separado y con la misma rotundidad las acciones terroristas. 'Condenamos de la forma m¨¢s en¨¦rgica los ataques como una afrenta a la paz, a la prosperidad y a la seguridad de todos los pueblos, de todas las religiones y de todas las naciones', afirm¨® Jiang, cuyo pa¨ªs ha votado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a favor de la resoluci¨®n que reconoce el derecho de Estados Unidos a la autodefensa al amparo del art¨ªculo 51 de la Carta de la ONU. China, que califica de 'acciones terroristas' las manifestaciones autonomistas de su minor¨ªa musulmana en la provincia de Xinjiang, no participa en la campa?a militar contra los talibanes y Al Qaeda, pero intercambia informaci¨®n con los servicios secretos norteamericanos.

Apoyo de Rusia

Por su parte, Putin fue m¨¢s all¨¢ en su apoyo a Estados Unidos que su colega chino. El presidente ruso manifest¨®, despu¨¦s de una reuni¨®n bilateral con Bush, que las acciones de Estados Unidos en Afganist¨¢n era 'mesuradas y adecuadas'. El mandatario estadounidense, a su lado, estaba radiante. Es un verdadero amigo, dijo refiri¨¦ndose a Putin, 'de los primeros que me llam¨®, y los amigos est¨¢n para eso, para llamar cuando se les necesita'. Bush subray¨® la importancia de la decisi¨®n de Putin de detener unas maniobras militares rusas en cuanto tuvo conocimiento de los sucesos del 11 de septiembre, como ejemplo del nuevo clima de entendimiento y cooperaci¨®n que presiden las relaciones ruso-norteamericanas.

Mosc¨² no s¨®lo coopera con Washington en el intercambio de informaci¨®n secreta sobre Afganist¨¢n, pa¨ªs que Rusia conoce al dedillo tras 10 a?os de ocupaci¨®n, sino que permite la utilizaci¨®n de su espacio a¨¦reo para lo que eufem¨ªsticamente califica de 'vuelos humanitarios', entre los que se encuentran los de los bombarderos invisibles B-2, que atraviesan el espacio a¨¦reo ruso por la v¨ªa polar para alcanzar Afganist¨¢n y regresar a su base de Whiteman en Misuri.

Bush ten¨ªa previsto regresar a Washington hoy, lunes, tras acortar en 12 horas su estancia en Shanghai obligado por la campa?a b¨¦lica contra los talibanes, que ha iniciado una nueva fase desde el viernes con la entrada en acci¨®n en Afganist¨¢n, por primera vez, de los comandos de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

En el tema concreto de las relaciones chino-norteamericanas, ser¨ªa ingenuo pensar que la desconfianza mutua de las dos administraciones ha desaparecido tras la visita de Bush a China. Pero s¨ª se puede afirmar que se ha dado un importante paso en la normalizaci¨®n de los contactos tras la primera entrevista cara a cara entre los dos presidentes. Los recelos chinos en torno al despliegue del escudo antimisiles que pretende la Administraci¨®n de Bush y, sobre todo, el eterno contencioso sobre Taiwan constituir¨¢n, sin duda, obst¨¢culos para un desarrollo normal de relaciones. Pero, de momento, el 'competidor estrat¨¦gico' que era China se ha convertido en un aliado circunstancial.