La XVIII edici¨®n del Festival de Oto?o de Madrid arranca 'bajo el signo de la tolerancia'
Grandes nombres de la escena mundial se dan cita durante un mes en teatros de toda la regi¨®n
La actuaci¨®n estelar de la cantante alemana Ute Lemper abri¨® anoche el Festival de Oto?o de la Comunidad de Madrid, cuya programaci¨®n, en esta su decimoctava edici¨®n, est¨¢ planteada 'bajo el signo de la tolerancia', seg¨²n explic¨® ayer su director art¨ªstico, Ariel Goldenberg. Para garantizar ese enfoque, Goldenberg contact¨®, antes de los acontecimientos del pasado 11 de septiembre en EE UU, con grandes nombres de la escena mundial como Robert Wilson o Tom Waits, as¨ª como importantes profesionales espa?oles, de la categor¨ªa de N¨²ria Espert o Jos¨¦ Luis Pellicena.
'Mi deseo ha sido que el festival est¨¦ hecho bajo el signo de la tolerancia, porque hoy vivimos en un mundo tan confuso y donde todo se presta a tan malas interpretaciones que es un poco la hora de volver a creer en los seres humanos'. En estos t¨¦rminos se expresa Ariel Goldenberg a la hora de hablar de la programaci¨®n de la muestra, que anoche arranc¨® en el teatro Alb¨¦niz con la actuaci¨®n de Lemper. El festival continuar¨¢ con el estreno, el mi¨¦rcoles, de La m¨²sica, obra de Marguerite Duras que ha puesto en pie Jorge Eines y en la que se hace una introspecci¨®n sobre el mundo de la pareja.
Uno de los platos fuertes del certamen viene de la mano del arquitecto, director, bailar¨ªn, dramaturgo y tejano Bob Wilson y del guitarrista, cantante y pianista, tambi¨¦n estadounidense, Tom Waits. Ambos han realizado (junto con Katheleen Brennan, poeta y mujer de Waits) una versi¨®n de teatro musical del Woyzeck de Georg B¨¹chner (el cl¨¢sico m¨¢s moderno de la literatura alemana), con la compa?¨ªa danesa Betty Nansen Teatret y que poco tiene que ver con la versi¨®n oper¨ªstica que en 1925 hizo Alban Berg.
D¨²o hist¨®ricoWilson y Waits conforman un d¨²o que antes dio frutos hist¨®ricos para el teatro contempor¨¢neo, como The Black Rider o Alice, dos montajes considerados fundamentales en el mundo de la escena europea en los a?os noventa del siglo XX.
Eur¨ªdice y los t¨ªteres de Caronte es otro espect¨¢culo de teatro musical, m¨¢s bien una ¨®pera-teatro, con dos cantantes t¨ªteres y un original quinteto de instrumentos, con m¨²sica de Joan Albert Amarg¨®s, libreto de Toni Rumbau, direcci¨®n esc¨¦nica de Luca Valentino y la orquesta Barcelona 216. Y la prestigiosa compa?¨ªa holandesa Orkater acude al Teatro de la Abad¨ªa con Rey d'Olanda, un bello espect¨¢culo con m¨²sica de Beppe Costa y direcci¨®n de Gijsndenlange. La ¨²ltima apuesta de teatro musical del festival ser¨¢ El lago de los cisnes, puesto en pie por el Moscow Theatr Tehb en versi¨®n de ¨®pera y teatro de sombras.
La compa?¨ªa vasca Ur Teatro escenifica Sigue la tormenta, de Enzo Corman, basada en la ciudad id¨ªlica que Hitler cont¨® a la Cruz Roja Internacional en 1944 que hab¨ªa construido para los jud¨ªos. Tambi¨¦n estar¨¢n los divertidos textos de Los patinazos de Suzanne, de las compa?¨ªas Out of Joint y The Royal Court Theatre. O la interesante apuesta del argentino-ecuatoriano Ar¨ªstides Vargas con el grupo Justo Rufino Garay.
Otras ofertas llegan de la mano de la siempre bien recibida Footsbarn Traveling Theatre. Tampoco hay que perder de vista la visita de una de las compa?¨ªas m¨¢s prestigiosas del planeta: la Volksb¨¹hne am Rosa-Luxemburgo-Platz con una interesante versi¨®n de Un tranv¨ªa llamado deseo. Como experiencia esc¨¦nica ins¨®lita destaca La confesi¨®n, un montaje dirigido por Walter Manfr¨¦ en el que intervienen 21 autores. Alicia Moreno, consejera de las Artes y anterior directora del Festival, se encuentra especialmente satisfecha con la programaci¨®n de este a?o: 'Es una apuesta muy arriesgada, y en estos tiempos en los que se tiende a lo dej¨¤ vu es de agradecer que nos lleguen aromas frescos y nuevos del mundo esc¨¦nico internacional y que, adem¨¢s, ¨¦stos vengan impregnados de algo que necesitamos tanto como es la reflexi¨®n'.
En t¨¦rminos similares se expresa Ariel Goldenberg, quien afirma que en este periodo tortuoso y turbulento de la humanidad ha tratado, junto con su equipo, de elaborar un programa no premonitorio: 'Pero s¨ª evocador de los grandes sentimientos, los grandes dramas, los grandes enigmas, las grandes ilusiones, las grandes contradicciones, las grandes posibilidades de vivir en un mundo mejor'.
Como claros ejemplos de ese teatro de la tolerancia, Goldenberg habla de muchos t¨ªtulos, entre los que cabr¨ªa destacar Le jardin io io ito ito, del core¨®grafo Jos¨¦ Montalvo; el montaje de Christiane V¨¦ricel, Curumi, en el que intervienen 17 actores entre los siete y los 22 a?os, todos ellos de pa¨ªses como Mayotte, Comores, Argelia, Macedonia, Camer¨²n o Mali; as¨ª como la lectura que hace Wilson del Woyzeck, 'porque habla sobre el abuso de la persona humana'.
Junto a ellos, Eva Per¨®n, de Copi, o el siempre incuestionable Berliner Ensemble, que acude con Artaud recuerda a Hitler y el Romanische Caf¨¦, de Tom Peuckert, un desgarrador e inteligente mon¨®logo interpretado por uno de los grandes, el actor Martin Wuttke.
Pero a¨²n hay m¨¢s ejemplos para reflexionar sobre la tolerancia, como La puerta estrecha, un po¨¦tico e impactante espect¨¢culo de expresionismo visual realizado por La Zaranda de Jerez. Sin olvidar al Fausto de La Tartana o Medea, dirigida por Cacoyannis y protagonizada por N¨²ria Espert.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.