La batalla del gas natural
El¨¦ctricas y petroleras se disputan el control de un mercado que abandona el monopolio
M¨¢s abundante que el petr¨®leo, presente en los cinco continentes, el m¨¢s limpio de los combustibles f¨®siles, relativamente f¨¢cil de transportar y con m¨²ltiples usos, el gas natural se ha convertido en el producto m¨¢s deseado de las compa?¨ªas el¨¦ctricas y petroleras.
El futuro del negocio energ¨¦tico, seg¨²n los expertos, pasa por este combustible noble. En Espa?a, que importa pr¨¢cticamente el 100% del gas que consume (el 60% procede de Argelia), la previsi¨®n de consumo de gas es espectacular: de 17 BCM (cada billion cubic meter equivale a 1.000 millones de metros c¨²bicos) en 2000 a 43,4 BCM en 2010. Su destino: consumo dom¨¦stico e industrial (65% del consumo en estos momentos, con alrededor de cuatro millones de consumidores) y producci¨®n de electricidad con centrales de ciclo combinado. En 2003, el mercado estar¨¢ plenamente liberalizado y todos los consumidores podr¨¢n elegir suministrador.
El palo en el avispero
En este contexto, la desaparici¨®n del monopolio del gas que ostentaba la empresa Gas Natural, controlada por Repsol y La Caixa, ha tenido el efecto del palo en el avispero. De pronto, todas las empresas energ¨¦ticas sacan a la luz previsiones, planes y proyectos. El objetivo de todas es similar: tomar posiciones y crear imagen de marca de cara a una batalla que est¨¢ a punto de comenzar. El punto de partida en el negocio del gas, seg¨²n la Comisi¨®n de la Energ¨ªa es claro: en los puestos de cabeza est¨¢n por este orden, Repsol YPF-Gas Natural, el Ente Vasco de la Energ¨ªa-Gas de Euskadi, Endesa, BP Amoco y el grupo Hidrocant¨¢brico.Por supuesto, los deseos de rentabilidad de las empresas chocan con la realidad de un mercado que apenas se ha entreabierto. De hacer caso a las previsiones de las empresas, las matem¨¢ticas dejar¨ªan de tener sentido. Basta un ejemplo: en 2006, Uni¨®n Fenosa aspira a controlar el 12,3% del mercado; Iberdrola un 20%; Endesa un 15%, mientras Gas Natural quiere controlar un 70%. Sobran ceros, incluso sin tener en cuenta las aspiraciones de las petroleras, dispuestas a utilizar tambi¨¦n gas para entrar en el mercado de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. Sobran tambi¨¦n planes de inversi¨®n sobre el papel. Ahora existen unos 30 proyectos para levantar centrales que producir¨¢n electricidad (m¨¢s de 22.000 megawatios) a partir del gas con una tecnolog¨ªa que proporcionan cuatro empresas: General Electric, Siemens, Mitsubishi y Alsthom. De concretarse todos los proyectos, la inversi¨®n superar¨ªa el bill¨®n de pesetas.
La batalla del gas no se limita a los proyectos el¨¦ctricos. Para ser alguien en este mercado competitivo y de riesgo (los precios del gas se relacionan con los del petr¨®leo, con la volatilidad que ello supone) hay que tener materia prima y posibilidad de transportarla. El gas natural, en estado gaseoso, hay que licuarlo en muchas ocasiones para su transporte. Un litro de gas licuado equivale a 600 metros c¨²bicos. Son necesarias plantas de licuefacci¨®n, regasificadoras, tubos y barcos metaneros. En Espa?a existen tres plantas de regasificaci¨®n en servicio propiedad de Gas Natural (Barcelona, Huelva y Cartagena) y otras cuatro en distinto grado de realizaci¨®n en El Ferrol (Uni¨®n Fenosa y Endesa), Bilbao (Iberdrola, Repsol y BP), Castell¨®n (Iberdrola y Endesa) y Sagunto (Uni¨®n Fenosa). Existen, adem¨¢s, dos gasoductos, el hispano franc¨¦s Calahorra-Laq, por el que llega el gas procedente de Noruega, y el Magreb-Europa, a trav¨¦s del que discurre el gas procedente de los campos argelinos de Hassi R'Mel. Con la red capilar interna, en operaci¨®n, construcci¨®n o proyecto, son m¨¢s de 37.000 kil¨®metros de tubos para atender la demanda. ?Suficientes? No. Cepsa, que esta semana no logr¨® formar parte de los beneficiados con la cuarta parte del gas argelino (BP, Iberdrola, Uni¨®n Fenosa, Endesa, Hidrocant¨¢brico y Shell se repartir¨¢n 1,4 BCM de gas hasta 2004), encabeza, junto con la sociedad estatal argelina Sonatranch, Gaz de France, Total Fina y BP, un proyecto para la construcci¨®n de un nuevo gasoducto entre Or¨¢n (Argelia) y Almer¨ªa.
Oportunidades
Nadie descuida, adem¨¢s, la labor de b¨²squeda de oportunidades para contactar con Gobiernos de pa¨ªses productores, empresas estatales e incluso con competidores dispuestos a compartir riesgos para hallar y vender gas propio. Iberdrola, por ejemplo, ha llegado a Nigeria y Cepsa ha entablado contactos con la argelina Sonatrach. A veces, se logra un pleno. Es el caso de Uni¨®n Fenosa, la tercera el¨¦ctrica espa?ola, que se ha volcado en el gas (en 2007 aspira a controlar un tercio de todos los ciclos combinados) y que en agosto de 2000 lleg¨® a un acuerdo con la estatal Egyptian General Petroleum por el que se asegura a partir de 2004, durante 25 a?os, prorrogables por igual periodo, un suministro de gas 'a buen precio' de al menos cuatro BCM al a?o.
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