Arboricidio en un bulevar, bochorno
- Otro arboricidio bochornoso. 'Les telefoneo con verdadera indignaci¨®n', cuenta un lector de nombre Santiago. 'He asistido a la tala salvaje, indiscriminada y brutal de m¨¢s de cincuenta pl¨¢tanos en el bulevar que une la calle de Vel¨¢zquez con la glorieta de Ruiz de Alda, sobre el comienzo de la calle de L¨®pez de Hoyos. Es bochornoso' se?ala, 'contemplar c¨®mo las autoridades, al igual que talaron lo que les dio la gana en el t¨²nel de Hortaleza, talan ahora ¨¢rboles de m¨¢s de cincuenta a?os y perfectamente sanos sin que a nadie le tiemble la sierra. Necesitamos los ¨¢rboles para hacer habitable la ciudad', dice, 'y cincuenta a?os de crecimiento vegetal, de esplendor y de donaci¨®n gratuita y diaria de ox¨ªgeno por parte de estos ejemplares soberbios, por su sombra y su belleza, no pueden ser aniquilados en unos segundos por las motosierras, para construir un t¨²nel para veh¨ªculos donde el mon¨®xido de carbono envenenar¨¢ a nuestros hijos y a nuestros nietos, sin paliativo ninguno'.
- Ancianos indefensos. 'No veo por qu¨¦ raz¨®n no se impone la figura del Defensor del Anciano en la Comunidad de Madrid', comenta Manuel. 'Somos muchos los mayores que vivimos solos o indefensos, o las dos cosas a la vez, y necesitamos de la ayuda de aqu¨¦llos a los que, cuando no pod¨ªan valerse, nosotros ayudamos. Es ley de vida. Por eso no me explico las resistencias que algo tan obvio presenta', reflexiona.
- Revisen sus planes aeroportuarios. 'Con todos los cambios que se est¨¢n produciendo en torno a la aeron¨¢utica, sobre todo en lo referido a viajes, aviones, terminales y todo eso', dice Margarita, 'creo que no estar¨ªa de m¨¢s que las autoridades comunitarias y municipales de Madrid revisaran un poco sus elefanti¨¢sicos planes aeroportuarios y se serenaran un poquito ante tanta megaloman¨ªa. No ser¨ªa de extra?ar que donde creen que hay que poner un aer¨®dromo, dado el rumbo de las cosas, lo mejor sea poner una buena estaci¨®n de tren, o cosas similares. La palabra clave es pues planificaci¨®n, aunque este t¨¦rmino asuste tanto, tanto a los id¨®latras del ultracapitalismo'.- Relaci¨®n de infractores. 'Cada semana se ven citadas en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid unas 20.000 personas por multas de circulaci¨®n e infracciones de tipo urban¨ªstico o relacionadas con la Seguridad Social, la Justicia, el Medio Ambiente..', expone un lector. 'En todos los cargos', explica, 'aparece un latiguillo leguleyo en el cual se asegura que las autoridades competentes han notificado sin ¨¦xito la infracci¨®n y un largo etc¨¦tera. Yo me pregunto', contin¨²a, 'por qu¨¦ se ha permitido que el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad, que es un medio de informaci¨®n de la actividad pol¨ªtica e institucional, se haya acabado convirtiendo en una mera n¨®mina interminable, en un infumable tocho o una relaci¨®n de infractores que se dedican a no darse por enterados de sus infracciones. Debo recordar que ello exige que la polic¨ªa se persone en los domicilios de infractores que no recogen notificaciones del cartero, que han de ser entregadas en mano y que esta operaci¨®n puede tardar dos meses o m¨¢s hasta la culminaci¨®n de este tr¨¢mite. Vamos', concluye, 'que esto me parece un verdadero cachondeo y que creo que podr¨ªa verse este asunto de otra forma'.
- Majader¨ªas. 'Una vez m¨¢s asistimos a otra majader¨ªa de los expertos en abrir zanjas en Madrid', comenta Imelda, enojada. 'Ahora le ha tocado el turno a la verja del Retiro, completamente levantada, destripada y abierta, no se sabe bien para qu¨¦. Yo me pregunto', dice, 'si queda a¨²n cabeza entre los que mandan en Madrid para darse cuenta de que no se pueden destripar a la vez todas las calles de la ciudad, todos los barrios, todas las avenidas, sen anchas, estrechas, angostas o amplias. Les da igual, por lo que se ve. Cada zanja nueva que se abre', subraya, 'es la expresi¨®n de la incompetencia p¨²blica municipal y de su oficiosidad con las empresas privadas que se lucran por ello. Basta ya', exige, 'alguien debe poner un poco de orden o, simplemente, idear un programa inform¨¢tico para escalonar las actuaciones exigidas por una ciudad que crece'.
- Materiales deficientes. '?Alguno de nuestros eximios poncios ha pensado en el impacto que va a tener sobre la vida cotidiana de miles de madrile?os el ensanchamiento de las calzadas al que estamos asistiendo, cuando se est¨¢n empleando materiales de construcci¨®n que apenas unos meses puestos ya muestran una fatiga enorme?', se pregunta Ariadna. 'No hay m¨¢s que darse un garbeo por cualquiera de las calles reci¨¦n reparadas para percatarse de que lo que se presenta como un adecentamiento definitivo no es m¨¢s que un subterfugio para volver a levantar las aceras y forrarse con nuevos materiales de baja calidad que, en pocos meses, requerir¨¢n de otra levantada de aceras, etc¨¦tera...', se lamenta.
- Ocho samures, no; uno, pero bien dotado. 'Cuando hay un accidente no suele ser necesaria la presencia de ocho coches del Samur, basta con que comparezca uno bien dotado cuyos operarios sanitarios trabajen con entrega', recuerda Luis Emilio.
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