La televisi¨®n de EE UU intenta por tercera vez entregar los Premios Emmy

Los preparativos de la ceremonia de entrega de los Premios Emmy, con el esplendor reducido al m¨ªnimo, est¨¢n ultim¨¢ndose para el pr¨®ximo domingo. Ser¨¢ la tercera vez que se intenta: se aplaz¨® el 16 de septiembre por el luto nacional tras los atentados y se cancel¨® de nuevo el 7 de octubre porque no quedaba bien dar premios a gente rica y famosa s¨®lo horas despu¨¦s de que el presidente George W. Bush decidiera comenzar la operaci¨®n militar contra Afganist¨¢n.

El presidente de la CBS, la cadena que tiene los derechos de retransmisi¨®n, acept¨® de buen grado el primer aplazamiento, pero asegur¨® que el segundo le produjo 'ganas de vomitar'; obviamente, CBS ha perdido una enorme cantidad de dinero con cada cancelaci¨®n. Esta vez parece dispuesta a poner la gala en antena pase lo que pase.

Los organizadores han rebajado el boato tradicional. Se ha cambiado el lugar de la celebraci¨®n del Shrine Auditorium al Shubert Theatre, y el aforo se ha reducido de 6.000 a s¨®lo 1.800 personas. Se ha pedido a los asistentes que no vistan con esmoquin ni con trajes de gala para no dar la impresi¨®n de que el mundo de la tele ignora la tragedia que Estados Unidos a¨²n digiere. Se ha depurado al m¨¢ximo el gui¨®n de la presentadora, Ellen Degeneres, para que las bromas sean de humor blanco. Y hasta se han incluido segmentos que alimentan la corriente patri¨®tica. El periodista de CNN Larry King presentar¨¢ un reportaje sobre c¨®mo los famosos de la televisi¨®n han viajado por el mundo para animar a los soldados de EE UU desde la Segunda Guerra Mundial hasta el conflicto de Afganist¨¢n.

Dado que el pa¨ªs se encuentra en situaci¨®n de m¨¢xima alerta y que, seg¨²n las fuerzas de seguridad, cualquier concentraci¨®n de personas es peligrosa, la Academia de la Televisi¨®n ha organizado la ceremonia con la ayuda del FBI. Durante la gala se prohibir¨¢n los vuelos en buena parte del espacio a¨¦reo de Los ?ngeles; se impedir¨¢ la presencia de coches en el ¨¢rea del teatro y los invitados -estrellas incluidas- pasar¨¢n por un detector de metales.

A estos cambios habr¨¢ que sumar la ausencia de muchos candidatos a premio. Los actores de Los Soprano han anunciado que no acudir¨¢n porque no quieren ir en avi¨®n dadas las circunstancias. Lo mismo ocurre en sentido contrario: los programas de entrevistas que se hacen en Nueva York se est¨¢n quedando sin invitados porque las estrellas de Hollywood se niegan a visitar una ciudad que consideran, extra?amente, m¨¢s peligrosa que la suya.