Miedo a la paz
La crisis abierta ayer puede quedar cerrada hoy mismo o durar varias semanas, si no meses. Pero sea como sea, refleja hasta qu¨¦ punto una gran parte de los protestantes desconf¨ªan del proceso de paz, de la buena voluntad del Sinn Fein y del desarme que el IRA ha empezado en la casi clandestinidad.
El tropez¨®n institucional que sufri¨® David Trimble es un aviso de que, iniciado ya el desarme republicano, la mayor amenaza para el proceso de paz es la desconfianza con que los unionistas viven esa paz. Tienen miedo de que acabe sirviendo para que ellos pierdan el poder.
Desde que la isla de Irlanda se dividi¨® en dos, los protestantes han sido los privilegiados de la zona norte. M¨¢s numerosos y m¨¢s ricos que los cat¨®licos, la marginaci¨®n social de estos ¨²ltimos est¨¢ en el origen de las revueltas que a finales de los sesenta vieron el renacimiento del IRA y realimentaron el sentimiento nacionalista y republicano, proirland¨¦s y antibrit¨¢nico, de la minor¨ªa cat¨®lica.
Pero los tiempos cambian para bien de los cat¨®licos. El progreso econ¨®mico ha ido reduciendo las diferencias sociales y su mayor ¨ªndice de procreaci¨®n, las diferencias demogr¨¢ficas. Dentro de 10 a?os, 20 quiz¨¢, los cat¨®licos ser¨¢n mayor¨ªa en Irlanda del Norte. Y la paz, su mejor arma.
Dudas unionistas
Muchos protestantes viven con desconcierto esa perspectiva. 'Lo que nunca iba a ocurrir, ha ocurrido', dijo Trimble la noche en que se confirm¨® que el IRA hab¨ªa empezado el desarme. Estaba euf¨®rico, convencido de que saldr¨ªa reforzado como l¨ªder del unionismo moderado. Pero al mismo tiempo que desbloqueaba el proceso de paz, el desarme del IRA ha cristalizado las dudas, cada vez mayores, de una parte de los unionistas, que representan a la mayor¨ªa de los diputados inscritos como protestantes en la Asamblea de Irlanda del Norte.
En realidad, lo que nunca iba a pasar empez¨® a ocurrir el d¨ªa en que el IRA decret¨® un alto el fuego, cuando acept¨® que ese alto el fuego fuera para siempre, cuando admiti¨® poner las armas fuera de uso tarde o temprano, cuando comenz¨® por fin a destruirlas.
'Le voy a hacer un pron¨®stico: ya ver¨¢ como no nos vamos a sentar otra vez a la mesa con los unionistas. No s¨¦ qu¨¦ va a pasar, pero algo ocurrir¨¢ para que no estemos otra vez juntos en el Gobierno. Siempre querr¨¢n algo m¨¢s'. Se est¨¢ cumpliendo el agorero pron¨®stico que una semana atr¨¢s hac¨ªa el octogenario Paddy Short, refugiado tras la barra de su pub de Crossmaglen, una de las zonas m¨¢s calientes de Irlanda del Norte. Republicano hasta la m¨¦dula, Short es partidario de que el IRA mantenga sus arsenales, aunque s¨®lo sea como arma disuasoria. Sus enemigos, parece que tambi¨¦n.
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