Los ni?os y la muerte

Los ni?os ven muertos en la televisi¨®n y en el cine e, incluso, juegan a matar enemigos imaginarios con sus maquinitas. Pero, ?hablan de ella con sus padres y profesores de forma natural? No. Mikel, Elena e Idoia, junto a otros 104 alumnos de sexto de primaria del Liceo Santo Tom¨¢s de San Sebasti¨¢n, han roto esta tendencia. Y es que han participado en un proyecto promovido por el museo donostiarra de San Telmo, que, tomando como base el an¨¢lisis de las estelas funerarias, les ha permitido abordar el tema de la muerte en el aula y en casa, no sin toparse con alg¨²n que otro profesor y familiar que ha reaccionado con un 'qu¨¦ macabro'.

Pero los peque?os, de 10 y 11 a?os, est¨¢n satisfechos y el pr¨®ximo d¨ªa 9 expondr¨¢n sus trabajos en San Telmo. Mikel explica que han visitado un peque?o cementerio de Eskoriatza donde descansan una veintena de estelas funerarias. 'Las medimos y observamos y comentamos los dibujos y grabados que ten¨ªan', indica. 'Yo hab¨ªa visto pel¨ªculas de cementerios en los que sal¨ªan muertos y, al principio, me dio miedo', reconoce Idoia.

El caso es que, una vez en clase, los estudiantes han profundizado en la historia de las estelas, los rituales funerarios y las creencias religiosas. Y, lo m¨¢s importante, han hablado abiertamente sobre la muerte. 'A m¨ª lo que m¨¢s miedo me da de la muerte es a d¨®nde vas a ir, qu¨¦ va a ser de t¨ª cuando te mueras', confiesa Elena. Sus compa?eros coinciden con ella.

Aitziber, la profesora de los ni?os, desvela que las primeras clases estuvieron dominadas por la fantas¨ªa. 'Est¨¢n influenciados por las pel¨ªculas y les encanta hablar de fantasmas, ruidos, esp¨ªritus...', subraya. Pero, poco a poco, los ni?os fueron dejando de lado la fantas¨ªa para atajar la muerte desde 'una perspectiva m¨¢s cotidiana'.

'Algunos creen en la reencarnaci¨®n; otros piensan que no hay nada, que el cuerpo se desintegra y punto. Pero la mayor¨ªa tiene unas creencias muy esperanzadoras, piensan que hay un cuerpo y un esp¨ªritu y que el esp¨ªritu contin¨²a existiendo', resume Aitziber. 'Tambi¨¦n hemos hablado de qu¨¦ nos gustar¨ªa que hicieran con nuestro cuerpo', recuerda Mikel. Unos optaron por el entierro y otros por la incineraci¨®n. No olvidaron la posibilidad de donar los ¨®rganos.

'Tienen mucha curiosidad', destaca Aitziber. Y, claro, la curiosidad se traslada del aula a casa. Desde su papel de madre, Bernar admite que la muerte es un tema 'dif¨ªcil' de tratar para los padres. 'Es un asunto que solucionamos los adultos, y a los ni?os, por lo general, les informamos por encima', se?ala, para a?adir que, cuando los peque?os empiezan a hacer preguntas, 'hay veces que uno mismo no tiene claras algunas respuestas'. Por eso Bernar considera positiva esta experiencia, en la que tambi¨¦n han tomado parte ni?os del colegio Luis Ezeiza de Eskoriatza y de la ikastola Zarautzko Herri, en colaboraci¨®n con el Museo Escuela de Eskoriatza, as¨ª como alumnos del centro donostiarra Virgen del Carmen.