Gamberrismo de fin de semana
Bandas juveniles adoptan actitudes violentas en Sant Hilari Sacalm y atemorizan a la poblaci¨®n
Los graves destrozos sufridos por la escuela Guilleries de Sant Hilari Sacalm (Selva) durante la festividad de Todos los Santos, cuya reparaci¨®n posiblemente costar¨¢ dos millones de pesetas, han disparado las alarmas respecto a determinadas bandas juveniles que proliferan en el municipio y que convierten sus fines de semana en alocadas rutas alcoh¨®licas que acostumbran a terminar en violencia.
La escuela del municipio ha sufrido seis ataques en los ¨²ltimos cinco a?os, aunque ninguno tan grave como el ¨²ltimo. Un concesionario de veh¨ªculos cuenta ya nueve ataques en los ¨²ltimos a?os.
La polic¨ªa local est¨¢ convencida de que se podr¨¢ identificar a la mayor¨ªa de los autores del ataque a la escuela entre un grupo de unos 30 o 40 j¨®venes de est¨¦tica skin que cometen actos vand¨¢licos y tienen amedrentada a la poblaci¨®n inmigrante del municipio, a la que insultan y provocan constantemente.
'Aqu¨ª hay nueve bares nocturnos y ellos los recorren todos. Por eso regresan desquiciados'
Todos los ataques a la escuela Guilleries se han producido de la misma manera y siempre con el objetivo del destrozo m¨¢s que del robo. El jefe de la polic¨ªa local, Amat Roman¨ª, asegura que se trata de las mismas personas y que el incremento de los destrozos guarda relaci¨®n con la edad de los atacantes. 'Antes ten¨ªan 14 o 15 a?os y ahora tienen 17 o 18', advierte. La mayor¨ªa de los integrantes de esta pandilla, compuesta esencialmente por hijos de inmigrantes nacidos en el municipio, son conocidos en el pueblo como los 'nacionalistas espa?oles' o los 'skins', y en ocasiones entablan peleas con otro grupo a cuyos integrantes se define como los 'nacionalistas catalanes' o los Maulets.
Al primer grupo se atribuyen, seg¨²n Roman¨ª, constantes desperfectos en el mobiliario urbano e insultos racistas hacia los magreb¨ªes. Enarbolan banderas espa?olas, ¨¢guilas y la parafernalia de los movimientos ultras. Algunos vecinos del municipio refieren agresiones f¨ªsicas y subrayan el temor que algunos adolescentes sienten ante ellos.
El grupo independentista radical de los Maulets ha llegado a entablar peleas con los skins. Miembros de ERC del municipio admiten que se han realizado gestiones destinadas a evitar que las actitudes violentas de este grupo vayan a m¨¢s.
Los fines de semana acostumbran a aparecer en Sant Hilari desperfectos ocasionados por la violencia juvenil. No son pocos los vecinos que observan con temor las actuaciones de estos j¨®venes y que lamentan que cuando surge el conflicto 'los Mossos siempre llegan demasiado tarde'. Al parecer, los cabezas rapadas se mueven en dos o tres grupos que usan los tel¨¦fonos m¨®viles para eludir los controles policiales. El jefe policial del municipio asegura que el temor ante ellos es infundado: 'Si los ves avanzar por la calle con sus indumentarias, sus andares y sus cabezas rapadas pueden provocar alarma, pero no son peligrosos'. A?ade, no obstante, que se les debe vigilar de cerca.
Seg¨²n Roman¨ª, el problema de estos grupos de j¨®venes, que cuando est¨¢n solos se comportan con normalidad, se deriva del consumo de alcohol y otras drogas. 'Tenemos nueve bares nocturnos por aqu¨ª y ellos los recorren todos. Por eso regresan desquiciados. Los j¨®venes del municipio cuentan que no es excepcional que alg¨²n grupo de cabezas rapadas rodee a los magreb¨ªes en un bar musical o una discoteca buscando iniciar un altercado.
El jefe de la polic¨ªa local se ha entrevistado con los progenitores de algunos de estos j¨®venes. El resultado ha sido desalentador. Sus padres, o bien disculpan las actitudes de sus hijos atribuy¨¦ndolas a 'la edad tonta', o bien le dejan con la palabra en la boca.
De lo que muy pocos tienen dudas en Sant Hilari Sacalm es de que se acabar¨¢ descubriendo a los autores del ataque a la escuela. Los asaltantes, supuestamente ex alumnos del centro, vaciaron los extintores en el interior de las aulas y dejaron sus huellas sobre el polvo blanco, lo que facilitar¨¢ su identificaci¨®n. En los pr¨®ximos d¨ªas se proceder¨¢ a compararlas con las de un grupo de sospechosos y se iniciar¨¢n los interrogatorios policiales.
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