Junquera es conocido en el Gobierno como el 'patr¨®n de los funcionarios'

ETA ha intentado eliminar con el secretario general de Pol¨ªtica Cient¨ªfica, Juan Junquera, al 'patr¨®n de los funcionarios', como lo definen el ministro de Fomento, Francisco ?lvarez Cascos, y el secretario de Estado de Administraci¨®n Territorial, Gabriel Elorriaga. Junquera, de 65 a?os, es 'el sabio de los TAC (T¨¦cnicos de Administraci¨®n Civil)', la ¨¦lite de la Funci¨®n P¨²blica espa?ola, y el 'funcionario con mayor experiencia'. Ha servido a todos los Gobiernos democr¨¢ticos y en el final del franquismo. No llevaba escolta.

El objetivo de los terroristas ha trabajado para todos los Gobiernos democr¨¢ticos

Junquera, que ayer comparec¨ªa p¨²blicamente, por la tarde, junto con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y la ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Anna Birul¨¦s, en un acto celebrado en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, programado con anterioridad al atentado, confirmaba su perfil: 'Yo he sido un servidor del Estado toda mi vida y he estado en bastantes puestos de trabajo en bastantes ministerios. Mi ¨²nica actividad y preocupaci¨®n ha sido servir a los intereses generales y al Estado. No s¨¦ las razones que tendr¨¢n los terroristas para atentar contra m¨ª. Habr¨¢ que pregunt¨¢rselo a ellos'.

Ciertamente, Junquera ha recorrido todo el escalaf¨®n de la carrera funcionarial. N¨²mero uno en la oposici¨®n en los TAC, este asturiano, de Oviedo, fue subdirector general de la Funci¨®n P¨²blica, de 1973 a 1975, en el final del franquismo. Durante la transici¨®n democr¨¢tica, de 1976 a 1978, fue secretario general de la Comisi¨®n Superior de Personal en la Presidencia del Gobierno; subdirector general de Informes y Coordinaci¨®n en el Ministerio del Interior, de 1979 a 1980; secretario general del Consejo Superior de Deportes y secretario general t¨¦cnico del Ministerio de Administraci¨®n Territorial.

Con el Gobierno socialista fue inspector general de servicios, jefe del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones y director general de Servicios del Ministerio de Defensa, de 1987 a 1996. El ex ministro de la Presidencia socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, que lo trat¨® en esta ¨²ltima etapa, lo define como 'un buen funcionario, un servidor del Estado'.

Con la llegada del PP al Gobierno sube a la c¨²spide pol¨ªtico-funcionarial al ser nombrado subsecretario de la Presidencia, con Francisco ?lvarez Cascos como vicepresidente primero y ministro de la Presidencia. Cascos recuerda que se lo present¨® Rodolfo Mart¨ªn Villa, a cuyo servicio trabaj¨® siendo ministro de Administraci¨®n Territorial con la UCD. 'Cuando lo conoc¨ª era director general de Servicios del Ministerio de Defensa con los socialistas. Acept¨® participar en el grupo de trabajo que dise?¨® la reforma de la Administraci¨®n del Estado y que dirig¨ª con la colaboraci¨®n de Mart¨ªn Villa y Manuel N¨²?ez'.

Cascos afirma que lament¨® tener que desprenderse de Junquera, en el cambio de Gobierno de mayo de 2000. Lo atribuye a que en su nueva funci¨®n de titular del Ministerio de Fomento no le pod¨ªa dar el rango que le correspond¨ªa. El n¨²mero dos del Gabinete de la Presidencia, Alfredo Timmermans, recuerda que al crearse una Secretar¨ªa de Estado de nuevo cu?o como era la de Pol¨ªtica Cient¨ªfica, tambi¨¦n en un nuevo ministerio, como el de Ciencia y Tecnolog¨ªa, lo oportuno era asign¨¢rsela a una persona del nivel y experiencia de Junquera.

Cascos destaca, sobre todo, el 'soporte jur¨ªdico' de Junquera. 'Es un gran administrativista. Fue mi brazo derecho en toda mi actividad como vicepresidente primero, con la ¨²nica excepci¨®n de las Relaciones con las Cortes. No s¨®lo argumentaba su opini¨®n sino que le daba un valor a?adido', recuerda Cascos.

Estuvo detr¨¢s de todas las negociaciones de la Vicepresidencia en la primera legislatura y de los grandes proyectos administrativos como el Efecto 2000. Cascos bromeaba ayer al recordar c¨®mo Junquera, 'con esa sorna asturiana, me dec¨ªa que el Efecto 2000 hab¨ªa salido demasiado bien y por eso no ha tenido reconocimiento'.

Junquera, seg¨²n coinciden todos los pol¨ªticos que le han tratado, responde al estereotipo del funcionario perfecto. 'Muy riguroso, discreto, trabajador y leal', le describe Cascos. 'Un hombre muy disciplinado en el gasto y que todas las iniciativas pol¨ªticas las pasa por el cedazo de la reglamentaci¨®n administrativa', a?ade Elorriaga. 'Eminentemente pausado. Un hombre que aporta distensi¨®n en situaciones complicadas', dice Timmermans.

La Administraci¨®n de Aznar ha utilizado el talante sereno y la experiencia de Junquera para cubrir una doble funci¨®n pol¨ªtica: la de contrapeso ante 'un cicl¨®n como Cascos' y la de 'asesor de lujo' para una pol¨ªtica novel como Anna Birul¨¦s.

Junquera, como buen funcionario, no cambi¨®, ayer, su programa, pese al atentado. 'Lo de hoy es un incidente que pudo acabar con mi vida, pero he tenido suerte, estoy bien y tengo que seguir con mi actividad de siempre y cumpliendo con mi deber', dijo, al acudir al Museo de Ciencias Naturales con la antelaci¨®n suficiente para recibir a sus jefes pol¨ªticos: el presidente del Gobierno y la ministra de Ciencia y Tecnolog¨ªa.