?C¨®mo debe calcularse el cupo de inmigrantes?
El Ministerio del Interior decide los contingentes y los agentes sociales piden protagonismo
La Administraci¨®n recibe por dos v¨ªas las solicitudes para configurar el contingente de inmigrantes que trabajar¨¢n en Espa?a el pr¨®ximo a?o, a base de contratos formalizados en los pa¨ªses de origen.
Una de estas v¨ªas consiste en recabar informaci¨®n sobre la necesidad de mano de obra en las juntas provinciales del Inem, en las que est¨¢n representados la patronal Fomento del Trabajo, los sindicatos CC OO y UGT, y la Generalitat, en uso de las competencias traspasadas sobre pol¨ªticas laborales activas. La segunda v¨ªa, a¨²n incipiente, se formaliza en el Consejo de Trabajo de Catalu?a, en el que est¨¢n representados los mismos agentes, m¨¢s la segunda patronal, Pimec-Sefes.
Las dos v¨ªas llegan al Ministerio de Trabajo y ¨¦ste las traslada al destinatario final: el Ministerio del Interior, que, sorprendentemente, es el que decide finalmente. En Espa?a, por tanto, los contingentes de inmigrantes dependen de la pol¨ªtica gubernativa, en l¨ªnea con una tradici¨®n autoritaria, al parecer, vigente pese a todo. Si quien decide es Interior, no se se trata tanto de calcular el cupo de inmigrantes a partir de las necesidades del mercado laboral como de qui¨¦n tiene derecho y qui¨¦n no a pisar el sagrado suelo.
En el seno del Consejo de Trabajo de Catalu?a, se pact¨® el pasado jueves un contingente de 15.000 inmigrantes para el a?o 2002. En este acuerdo jug¨®, en gran medida, la presi¨®n ejercida por la otra patronal catalana, Pimec-Sefes, que situaba el contingente de inmigrantes en una horquilla entre 13.500 y 17.376, dependiendo de la estacionalidad en sectores como la hosteler¨ªa y la construcci¨®n. Pero, en cualquier caso, el pacto se consum¨® cuando los sindicatos UGT y Comisiones manifestaron su disposici¨®n a aceptar como razonable una cifra entre 13.000 y 15.000. La Generalitat, por su parte, se limit¨® a dar el pl¨¢cet, ya que de entrada hab¨ªa ofrecido el c¨¢lculo m¨¢s certero: 15.000 inmigrantes.
Antes de este acuerdo, el Ministerio de Trabajo escuch¨® en el Inem los argumentos de los agentes sociales. La batalla de cifras roz¨® el esc¨¢ndalo cuando la gran patronal, Fomento, asegur¨® que las necesidades de mano de obra para el pr¨®ximo a?o en Catalu?a alcanzaban los 33.000 trabajadores extranjeros; y a?adi¨® que, de este total, la mitad ser¨ªan necesarios en el sector de la construcci¨®n (18.500), afirmaci¨®n que entraba en contradicci¨®n con su agrupaci¨®n sectorial, la C¨¢mara de Contratistas de Obra P¨²blica, que pocos d¨ªas antes hab¨ªa afirmado que 'el sector no precisa contingentes'.
Al margen de las variables utilizadas en cada c¨¢lculo, el contingente de inmigrantes deja abierto el interrogante de c¨®mo debe elaborarse. Tambi¨¦n quedan abiertos otros flancos, marcados por la existencia en Catalu?a de 50.000 inmigrantes que trabajan sin papeles y est¨¢n pendientes de regularizar. Algunos dirigentes sindicales se plantean si deben incluirse o no los 15.000 nuevos contratados en los 50.000 por regularizar. Estos medios llegan m¨¢s lejos y se interrogan: ?Cabe dar prioridad, antes que a los inmigrantes, a los parados de larga duraci¨®n mayores de 45 a?os? ?No es m¨¢s urgente preocuparse primero del paro femenino actual?, se pregunta Ciriaco Hidalgo, de UGT.
Desde otros sectores de la sociedad, las preocupaciones citadas incuban el germen proteccionista que ha resultado tan fatal en otros pa¨ªses, como Alemania y Francia. Por su parte, la Generalitat pone el carro delante de los caballos: anuncia que abrir¨¢ 10 oficinas en T¨¢nger, Varsovia, Santo Domingo, Kiev y Bucarest para contratar inmigrantes.
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