M¨¢s de 30.000 ayudantes, becarios y asociados universitarios deber¨¢n recolocarse en tres a?os

Alrededor de 20.000 profesores asociados, 4.000 ayudantes y 7.000 becarios de las universidades p¨²blicas espa?olas tendr¨¢n que recolocarse antes de tres a?os desde que entre en vigor la nueva Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU), aprobada por el Congreso de los Diputados y que se empezar¨¢ a debatir en breve en el Senado.

El texto, que estar¨¢ presumiblemente aprobado antes de enero, se?ala que los actuales ayudantes (que ahora pueden tener contratos temporales por cinco a?os como m¨¢ximo) pueden pasar a tener un contrato de profesores ayudantes doctores, si han concluido su tesis, pero siempre que pasen o hayan pasado dos a?os desvinculados de la universidades en la que trabajan actualmente y reciban un informe favorable bien de la nueva Agencia Nacional de Evalucaci¨®n de la Calidad o bien de alguna de las agencias auton¨®micas.

Generalmente, los estudiantes hacen el doctorado (que incluye una serie de cursos m¨¢s la tesis) en la misma universidad en la que han estudiado la carrera, puesto que deben buscar un profesor que acepte dirigirles la tesis, as¨ª como un programa de doctorado adaptado a sus objetivos. Durante ese tiempo tienen dos opciones. La primera es pedir una beca (del ministerio, de las comunidades aut¨®nomas o de otras instituciones), por lo que pasan a ser becarios hasta que esa ayuda de doctorado (generalmente, de cuatro a?os) se les acaba.

La segunda opci¨®n es hacer los cursos de doctorado por libre, situaci¨®n en la que suelen compaginarlos con alg¨²n trabajo hasta que han concluido esos cursos, momento en el que pueden obtener un contrato como ayudante de facultad (en las escuelas universitarios pueden tenerlo antes de concluir estos cursos).

Con la nueva ley, los alrededor de 11.000 ayudantes y becarios actuales de las universidades deben, antes de tres a?os, buscar una recolocaci¨®n: se pueden ir a otra universidad (si encuentran en ella una plaza libre, que no puede ser de nuevo como ayudante), buscar un trabajo fuera de las universidades o pedir una plaza, al acabar la tesis, como profesor contrato doctor (una de las nuevas figuras que introduce la ley). Sin embargo, esta ¨²ltima opci¨®n parece un poco peregrina, porque estos nuevos contratos no est¨¢n pensados para los reci¨¦n doctorados, sino para profesores que tengan una larga trayectoria y que no quieran, o no hayan podido a¨²n (como los que regresan de estudiar en el extranjero) acceder a una plaza de funcionario como profesor titular.

En cuanto a los alrededor de 20.000 asociados, la ley les exime de tener que pasar dos a?os alejados de la universidad en la que est¨¢n ahora, pero s¨ª establece que no pueden seguir como asociados a tiempo completo m¨¢s de tres a?os desde que se apruebe la ley. La figura del asociado que trabajan a tiempo completo es una perversi¨®n de la figura aut¨¦ntica de asociado, que debe ser a tiempo parcial, seg¨²n se?ala la ley a¨²n en vigor -la Ley de Reforma Universitaria (LRU), de 1983-. Actualmente, s¨®lo hay otros 5.000 asociados que s¨ª lo son a tiempo parcial, es decir, profesionales que dedican s¨®lo unas horas semanales a la docencia universitaria.