Colores de oriente
Una artista marroqu¨ª exhibe una curiosa t¨¦cnica de pintura sobre lienzos de seda
El arte derriba siempre los clich¨¦s de un plumazo... o de un brochazo. Existe, por ejemplo, la creencia de que en la cultura musulmana no se pintan figuras ni de hombres ni de animales. Incluso de que ni siquiera existen pintores ¨¢rabes por esa raz¨®n. Nada m¨¢s lejos de la realidad: ah¨ª est¨¢ el Sal¨®n de los Reyes, en la Alhambra. O Latifa Chentouf, una artista marroqu¨ª que ha llamado enormemente la atenci¨®n estos d¨ªas en Granada por sus cuadros de profundo aire africano en los que el soporte, en lugar de lienzo, era la seda, y sus marcos, vegetales y pan de oro. Es una forma de ver otros colores, los colores de Oriente.
El uso de la seda pintada es algo milenario en diversas culturas. La t¨¦cnica procede de Thailandia, aunque empieza a tener un gran calado en pa¨ªses como Marruecos. La t¨¦cnica consiste en expandir manchas de pintura sobre la seda y luego darles forma con un producto procedente del l¨¢tex llamado gutta. El efecto es tan llamativo como algunos de esos vestidos que pueden contemplarse en diferentes pa¨ªses africanos. Colgadas en forma de cuadros, las pinturas alcanzan un valor vanguardista al m¨¢s puro estilo de artistas como Miquel Barcel¨®.
'A m¨ª es una t¨¦cnica que siempre me fascin¨®, me encantaba el acabado por las transparencias que crean la seda y los colores', explica Chentouf, nacida en Alhucemas en 1965, aunque de nacionalidad espa?ola desde 1989. 'Decid¨ª estudiarla en Casablanca, Rabat y Tetu¨¢n, aunque la dej¨¦ al venir a Espa?a. Pero ahora he decidido dedicarme a ello por completo'.
La sala de exposiciones Pintor Manuel Rodr¨ªguez, de la Facultad de Medicina de Granada, en donde hasta ayer permanecieron colgados los cuadros, ha sido estos d¨ªas un trasiego de artistas y de curiosos atra¨ªdos tanto por la tem¨¢tica como por la t¨¦cnica. La ?frica negra y la ?frica ¨¢rabe, adem¨¢s de la Alhambra, son los motivos que m¨¢s desarrolla la pintora, preocupada, sobre todo, por el mundo de la mujer, como muestran muchos de sus cuadros. Los zocos de T¨¢nger o de Tetu¨¢n, junto a escenas de mercados que podr¨ªan ser de Mal¨ª o de Kenia quedaban retratadas de una forma casi on¨ªrica.
'Siempre me han gustado mucho los temas de solidaridad', explica Chentouf. 'En los pa¨ªses africanos ves a veces un gran desnivel, mucha pobreza, y creo que pintando es una forma de ayudar'. Sonr¨ªe cuando se le habla de la idea occidental de que los musulmanes no pintan. 'No se pinta ni a Dios ni a Mahoma, pero se puede pintar cualquier otra cosa'.
Sus anteriores exposiciones, principalmente en Marruecos, han tenido un gran ¨¦xito. ?La causa? Tal vez que, en muchas ocasiones, y pintores europeos hay para corroborarlo, lo africano, o lo oriental, m¨¢s que detr¨¢s, a veces van muy por delante en arte..

Pintores del norte y del sur
Mientras el mundo anda enfrascado desde hace algunos a?os en los recelos entre el mundo del norte y el mundo del sur, los artistas de ambos lados parecen cada vez m¨¢s interesados en conocerse unos a otros. Son cada vez m¨¢s los pintores europeos que viajan a pa¨ªses africanos para aprender nuevas t¨¦cnicas y emplear nuevos materiales, y viceversa. Andaluc¨ªa es una de las comunidades donde esa curiosidad art¨ªstica es m¨¢s inquieta. En Granada, por ejemplo, uno de sus mejores y m¨¢s innovadores pintores, Jes¨²s Conde, no s¨®lo se ha perdido en los desiertos del S¨¢hara o en espacios de leyenda como Samarkanda para regresar con sus cuadernos llenos de hermosos borradores y tremendas exposiciones, sino que, puntualmente, cada a?o, participa en una expedici¨®n hacia la Curva del N¨ªger, hacia tierras de Mal¨ª o Mauritania, para rastrear las huellas creativas de los ¨²ltimos granadinos de Al-?ndalus. El mismo caso existe tambi¨¦n al rev¨¦s. Uno de sus exponentes es el pintor tetuan¨ª aficando en Sevilla desde hace casi 30 a?os Ahmed Ben Yessef, internacionalmente conocido por ser el autor de las pinturas que aparecen en los billetes de dirhams marroqu¨ªes y que encontr¨® en Andaluc¨ªa los paisajes que siempre hab¨ªa estado buscando. Hasta tal punto el contacto empieza a ser tan frecuente entre artistas de ?frica y Europa que la Universidad de Granada dedic¨® hace unos meses el crucero del Hospital Real, sede del Rectorado, a una magna exposici¨®n de artistas marroqu¨ªes de vanguardia que impresionaron tanto por lo novedoso de sus propuestas como por sus t¨¦cnicas. Y si eso resulta llamativo, m¨¢s lo es a¨²n, a los ojos de los occidentales, que suelen pensar que la mujer ¨¢rabe vive en una constante y supuesta sumisi¨®n, encontrar pintoras procedentes de Marruecos... o de Argelia. En 1994, por ejemplo, caus¨® sensaci¨®n en Granada una artista argelina, Houria A?di, a la que el Ayuntamiento de la ciudad organiz¨® una exposici¨®n. El hecho de que fuera mujer, de que fuera argelina y de que fuera pintora parec¨ªa sorprendente. Pero no lo es: las m¨¢s hermosas pinturas medievales andaluzas no est¨¢n en ning¨²n monasterio. Est¨¢n en la Alhambra.
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