El aut¨¦ntico 'panot' Gaud¨ª
El original mosaico que el arquitecto instal¨® en La Pedrera llega casi un siglo despu¨¦s a las aceras del paseo de Gr¨¤cia
?se s¨ª es el aut¨¦ntico panot Gaud¨ª. Es decir, las medidas del ex¨¢gono coinciden exactamente con las del dise?o realizado a principios del siglo pasado por el genial arquitecto y el dibujo acu¨¢tico que lo decora es tambi¨¦n la reproducci¨®n exacta del original. Todo es aut¨¦ntico, pues, aunque con dos salvedades: las que derivan de adaptar a un espacio p¨²blico y a la intemperie -en este caso el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona- un mosaico proyectado para un interior.
Ocurri¨® en 1997 y ha vuelto a suceder ahora. Hubo entonces, con motivo de la reforma de un primer tramo del c¨¦lebre paseo -el comprendido entre la plaza de Catalunya y la Gran Via-, quien no dud¨® en hurtar de los contenedores de escombros restos de las baldosas que formaban el pavimento de las aceras y que los operarios arrancaban sin miramientos, imperturbables a la mirada at¨®nita e impotente de quienes cre¨ªan ser testigos de un crimen art¨ªstico de lesa majestad. Fueron pocos los que lograron entrar en posesi¨®n de una baldosa entera, y los que lo consiguieron se la llevaron a casa como oro en pa?o, vivieran en el propio Eixample o en Kawasaki. Y no era para menos, se dec¨ªan: no todo el mundo puede poseer un objeto -original, no esos de mentirijillas, reproducciones realizadas para ser vendidas como souvenirs en los museos- dise?ado por el mism¨ªsimo Gaud¨ª.
La famosa baldosa del paseo de Gr¨¤cia ha vuelto a la vida en su formato original, pero con traje de calle
El pulpo, el caracol y la estrella de mar corresponden al esp¨ªritu de la Casa Batll¨®
Casi ninguno de aquellos desolados admiradores del arquitecto prest¨® atenci¨®n ni tom¨® para s¨ª alguna de las otras baldosas, m¨¢s peque?as, m¨¢s grises y menos verdes, que iban cubriendo las ampliadas aceras: para qu¨¦, rumiaban, si no eran m¨¢s que una burda adaptaci¨®n de aquellas que acababan de ser v¨ªctimas del martillo neum¨¢tico. Y se equivocaron. Fue aclarado ya entonces por las autoridades y se avisa de nuevo ahora, cuando a causa del tendido de la red del cable y de la consecuente e inevitable apertura de zanjas se ha iniciado -con efectos semejantes a los de 1997- la sustituci¨®n del pavimento del resto de las aceras, una operaci¨®n que tras un par¨¦ntesis durante la Navidad finalizar¨¢ en los ¨²ltimos d¨ªas de marzo o los primeros de abril del pr¨®ximo a?o.
Son esas losetas m¨¢s peque?as que se instalan ahora las que coinciden con el dise?o original. Las que se arrancan, de mayor tama?o, son simplemente una recreaci¨®n del modelo primigenio realizada en los a?os setenta del siglo pasado por uno de los dise?adores de la empresa Escofet para ser utilizada en la profunda reforma a que fue sometido entonces el paseo de Gr¨¤cia, con obras de tanta importancia como la construcci¨®n de los aparcamientos situados bajo la calzada central.
Son las losetas peque?as las que se ajustan al dise?o de Gaud¨ª -y sobre ello no existen dudas- porque la empresa que las produce, Escofet 1886, SA, es la misma que fabric¨® las que se instalaron a partir de 1906 bajo la supervisi¨®n del mism¨ªsimo Gaud¨ª. Y Escofet conserva, entre otros materiales de la ¨¦poca, el molde met¨¢lico realizado a partir del original en cera que Gaud¨ª 'model¨® con sus propias manos', seg¨²n se se?ala en un cat¨¢logo de la empresa. El panot Gaud¨ª supuso una 'aut¨¦ntica revoluci¨®n en el dise?o industrial', advierte Emili Farr¨¦-Escofet. La casa Escofet produjo pavimentos proyectados por decoradores y arquitectos tan importantes como Llu¨ªs Dom¨¨nech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch. Pero todos esos pavimentos -generalmente con abundante policrom¨ªa y semejando alfombras- se compon¨ªan de un n¨²mero variable de piezas. Gaud¨ª, en cambio, opt¨® por un mosaico monocromo -verde manzana- en el que todas la piezas eran -y son- id¨¦nticas: as¨ª naci¨® esa baldosa exagonal decorada con motivos marinos que s¨®lo llegan a apreciarse si a una pieza central se le agregan otras seis alrededor. De ah¨ª que ninguno de aquellos inflamados admiradores del artista pueda contemplar, donde quiera que tenga su falsa baldosa, el pulpo, el caracol y la estrella de mar que Gaud¨ª recre¨® en su mosaico. La tem¨¢tica marina se debe al hecho de que la loseta fue dise?ada para la Casa Batll¨®, en la que 'el concepto del mar y del agua es omnipresente', como ha escrito Joan Bassegoda, director de la c¨¢tedra Gaud¨ª. Pero por razones en las que nadie se pone de acuerdo, el mosaico fue finalmente instalado en la Casa Mil¨¤, m¨¢s conocida como La Pedrera, ubicada igual que la anterior en el paseo de Gr¨¤cia. Exactamente 'en las habitaciones interiores, donde a¨²n puede verse', precisa Daniel Giralt-Miracle; para las restantes partes de La Pedrera, Gaud¨ª opt¨® por un pavimento m¨¢s modesto, en el caso de los pasillos, y por la madera y el m¨¢rmol para las estancias m¨¢s nobles.
Casi un siglo despu¨¦s, ese noble panot, el verdadero panot de Gaud¨ª, ha vuelto a la vida, en su formato original pero con traje de calle: d¨¢ndole m¨¢s grosor e invirtiendo el dibujo -antes en relieve, ahora grabado- se ha logrado una baldosa antideslizante, con mayor resistencia al desgaste, capaz incluso de soportar el tr¨¢fico rodado que en ocasiones invade las aceras.
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