'Derby' en Verona aunque los asnos no vuelen
El Chievo mantiene su liderato en Italia pese a caer ante su vecino en un duelo que parec¨ªa imposible hace a?os
Una parte fundamental de los ingredientes que han convertido al f¨²tbol en uno de los deportes m¨¢s populares del mundo es la pasi¨®n. La pasi¨®n alimentada con la rivalidad que nace en la acera, en la esquina o en la canchita de la parroquia, donde se juega contra los vecinos del otro patio, de la otra calle o del otro barrio. Quiz¨¢ por eso el cl¨¢sico entre dos clubes de una misma ciudad es un acontecimiento especial. En la Primera Divisi¨®n italiana ayer se inaugur¨® uno de estos choques cl¨¢sicos. Por primera vez se encontraron (en la m¨¢xima categor¨ªa) el Verona y el Chievo de Verona. En un partido fren¨¦tico, el conjunto local logr¨® superar al, hasta ahora, sorprendente Chievo por 3-2. Y eso que el l¨ªder, que lo sigue siendo, del calcio dibuj¨® en el marcador un 0-2 que parec¨ªa definitivo. Pero la expulsi¨®n de Marazzana mediada la segunda parte dio alas al Verona entre el delirio de su afici¨®n.
Durante muchos a?os, los aficionados del Verona (ganador de un scudetto en 1985) sol¨ªan molestar a sus rivales entonando un canto en dialecto veron¨¦s que traducido dec¨ªa: 'Jugaremos el cl¨¢sico en la serie A / el d¨ªa en que los asnos vuelen'. Pues bien, no falt¨® alg¨²n ir¨®nico que se pas¨® el domingo vigilando el cielo.
Por si hubiese hecho falta el encuentro ten¨ªa alg¨²n aderezo especial: el Chievo, el equipo del barrio perif¨¦rico, el que tiene de mascota un asno con alas, el que sumando lo sueldos de toda su plantilla no alcanza los millones que en un mes recibe cualquiera de las estrellas del calcio lleg¨® a la cita como l¨ªder ¨²nico del campeonato.
En los ¨²ltimos tiempos el Verona hab¨ªa sido noticia porque una buena parte de sus aficionados m¨¢s fan¨¢ticos hab¨ªan tomado la costumbre racista de abuchear cada vez que cualquier jugador de color que visitaba su estadio tocaba el bal¨®n. Tanto que su presidente, Giambattista Pastorello, en noviembre del a?o pasado hab¨ªa decidido poner a la venta el club 'cansado del racismo y de la cr¨ªticas injustas', seg¨²n declar¨® en su momento. No s¨®lo eso, sino que a fines de enero de este a?o, el mismo presidente debi¨® admitir que sus aficionados 'lo quemar¨ªan en la parrilla' si fichaba al negro delantero camerun¨¦s Patrick Mboma.
En agosto, con el comienzo de la nueva temporada y la llegada a la Primera Divisi¨®n del Chievo (que cuenta en sus filas con dos jugadores negros, Eriberto y Manfredini) Pastorello di¨® el paso hacia un nuevo tiempo y contrat¨® al colombiano Monta?o, convirti¨¦ndolo en el primer jugador de color de su club. La medicina pareci¨® surtir efecto y hasta ahora no se han repetido aquellos silbidos que ofend¨ªan al f¨²tbol y avergonzaban a la ciudad.
Hasta ayer eran s¨®lo cuatro las ciudades italianas que hab¨ªan podido disfrutar de un cl¨¢sico en la categor¨ªa superior del calcio: Tur¨ªn, donde desde 1907 se enfrentan el Juventus y el Torino; Mil¨¢n, que desde 1909 ve el choque entre el Inter y el Milan; Roma, que desde 1929 tiene el Lazio-Roma y G¨¦nova, que desde el 46 contrapone a Sampdoria y Genoa. Desde ahora, Verona, la ciudad de los enamorados, la que inspir¨® a Shakespeare su Romeo y Julieta, tiene tambi¨¦n un cl¨¢sico de f¨²tbol. Y quiz¨¢ por m¨¦rito del Chievo, club de barrio, heroico palad¨ªn de un estilo rom¨¢ntico, que se maneja a contracorriente en el f¨²tbol s¨²per empresarial de nuestros d¨ªas.
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