Asalto general a Kunduz
Los B-52 de EE UU machacan las ¨²ltimas posiciones talibanes, que afirman que s¨®lo se rendir¨¢n ante la ONU
Oleada tras oleada, los bombarderos B-52 de Estados Unidos machacaron ayer durante todo el d¨ªa las posiciones talibanes en Kunduz, la ¨²ltima ciudad del norte de Afganist¨¢n que permanece en manos de las milicias radicales, que est¨¢n intentando llegar a un acuerdo para rendirse. La noche cay¨® ayer sobre Kunduz en medio de versiones conflictivas de rendici¨®n condicional, juramentos de lucha hasta la muerte y relatos de horror dentro de la ciudad. 'Se han producido combates aislados entre la Alianza del Norte y los talibanes durante el d¨ªa, pero varios comandantes han contactado con nosotros para rendirse sin condiciones', declar¨® Yuni Qanooni, ministro del Interior de la coalici¨®n. 'Otros han pedido garant¨ªas sobre su seguridad antes de rendirse, y algunos siguen decididos a luchar contra nosotros hasta el final', a?adi¨®.
Habitantes de Kunduz acusan a mercenarios de los talibanes de cometer atrocidades
La ciudad es un nudo de carreteras crucial para abrir las comunicaciones entre el norte y el sur
Viviendas asaltadas, comercios saqueados, civiles convertidos en prisioneros como escudos humanos y asesinato de habitantes locales y entre 250 y 300 talibanes que intentaron rendirse fueron algunas de las salvajadas atribuidas a los mercenarios en Kunduz en estos d¨ªas. Entre otros horrores, los testigos narraron c¨®mo entre 200 o 300 mercenarios ¨¢rabes, chechenos, indonesios, chinos y otros aterrorizaron a los habitantes de Kunduz. En al menos un caso, unos adolescentes pagaron con sus vidas por re¨ªrse o hacer gestos al paso de los crueles milicianos, que los acribillaron, y en otro tuvieron el mismo final unos talibanes que aparentemente quer¨ªan huir de la ciudad.
Completamente rodeados por las tropas de Dostum desde el norte y por las del general Daud desde el este, unos 20.000 talibanes, la mitad de ellos combatientes extranjeros, resisten desde hace casi una semana, cuando lograron frenar a las tropas que hab¨ªan tomado Taloq¨¢n hace dos domingos.
El general Daud se hab¨ªa mostrado muy orgulloso de haber conseguido avanzar sobre Taloq¨¢n sin apoyo a¨¦reo de Estados Unidos, ya que ¨¦se fue el frente menos bombardeado desde que comenzaron los ataques de la coalici¨®n internacional el pasado 7 de octubre. Ante los periodistas extranjeros, siempre hab¨ªa destacado que Washington ten¨ªa su pol¨ªtica y ¨¦l la suya y que sus decisiones militares no depend¨ªan de nadie. Sin embargo, ante la encarnizada resistencia que est¨¢n presentando los talibanes, no ha tenido m¨¢s remedio que recurrir a los bombarderos gigantes que, desde 10.000 metros de altura, han barrido las posiciones enemigas con intensidad.
Las informaciones en torno a la situaci¨®n en la ciudad son confusas. Los sitiadores han dado un plazo que expira hoy a los talibanes para que se entreguen. Seg¨²n fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Alianza, citadas por la agencia France Presse, una parte de los sitiados se han mostrado dispuestos a entregarse sin condiciones a Naciones Unidas, mientras que los combatientes extranjeros, que se han reunido en Kunduz desde todos los frentes del norte, podr¨ªan combatir hasta la muerte y han amenazado con ejecutar a los traidores.
Seg¨²n otras informaciones, otra de las condiciones que han puesto los talibanes afganos es que se den garant¨ªas de seguridad a los mercenarios, muchos de ellos militantes de Al Qaeda. De hecho, se lleg¨® a rumorear que el propio Osama Bin Laden se encontraba dentro de esta bolsa.
'Nosotros diferenciamos entre los talibanes afganos y los terroristas internacionales que se encuentran con ellos. De estos ¨²ltimos no aceptaremos su rendici¨®n', hab¨ªa asegurado el general Daud a finales de la semana pasada. Esta estrategia no deja muy f¨¢cil la salida para unos combatientes bien preparados y armados, a los que no resulta estrat¨¦gicamente muy h¨¢bil acorralar hasta el final.
En caso de que no se llegue a un acuerdo, el principal temor es que se produzca un asalto a sangre y fuego sobre la ciudad, donde tambi¨¦n hay miles de civiles. Seg¨²n los pocos habitantes que han logrado cruzar las l¨ªneas hasta un lugar seguro, Kunduz se encuentra totalmente dominada por los guerrilleros extranjeros, que tienen atemorizada a la poblaci¨®n civil.
Kunduz es un nudo de carreteras crucial para abrir las comunicaciones entre el norte y el sur de Afganist¨¢n. All¨ª se han reunido los combatientes m¨¢s duros de los extranjeros que vinieron a este pa¨ªs a hacer la yihad junto a los talibanes: los chechenos y los ¨¢rabes. Aunque los comandantes de la zona nieguen la posibilidad de que se produzca un contraataque o una salida a la desesperada, en Taloq¨¢n, a 50 kil¨®metros de esta ciudad y a unos 20 del frente, estabilizado en Banghi, se puede ver hasta qu¨¦ punto han sido reforzados los alrededores y las v¨ªas de entrada con carros de combate, artiller¨ªa pesada y cientos de muyahidin.
El camino hacia Kabul, una interminable ruta alternativa por la que se tarda dos d¨ªas en llegar a la capital, tambi¨¦n se encuentra en su primera parte lleno de soldados y de artiller¨ªa, como si la Alianza del Norte temiese que los extranjeros pudiesen intentar escapar por ah¨ª.
Los periodistas tienen prohibido acercarse demasiado al frente, por miedo a que no se pueda garantizar su seguridad y quiz¨¢s tambi¨¦n para que no contemplen espect¨¢culos bochornosos, como el que dieron el pasado martes las tropas de la Alianza, cuando, ante la fuerte resistencia que encontraron en las trincheras talibanes, se retiraron a toda prisa en medio del caos. Hab¨ªan conseguido demasiadas victorias sin enfrentamientos y, cuando algunos de los muyahidin vieron la guerra de verdad, se dieron la vuelta sin pens¨¢rselo dos veces.
La rendici¨®n, y quiz¨¢s la salida de los combatientes extranjeros a trav¨¦s de aviones paquistan¨ªes, como ocurri¨® la semana pasada cuando unos 400 mercenarios fueron sacados de Kunduz por el aire sin la intervenci¨®n de la aviaci¨®n estadounidense, evitar¨ªa un problema para todo el mundo: un asalto que quiz¨¢s no funcione a la primera, un ba?o de sangre en un momento en el que pol¨ªticamente se est¨¢n produciendo acercamientos a las tribus pastunes del sur para formar un Gobierno de concentraci¨®n nacional y, sobre todo, una bolsa talib¨¢n enquistada en un punto estrat¨¦gico del norte del pa¨ªs, que ya est¨¢ casi totalmente dominado por la Alianza. Mientras tanto, a pesar de las negociaciones, los enfrentamientos espor¨¢dicos prosiguen.
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