Paul Nurse: de as del velero a Premio Nobel
Coincid¨ª con Paul en Edimburgo. ?ramos postdoctorales en el campus de Kings Buildings, ¨¦l en Zoolog¨ªa con Murdoch Mitchison, yo en Biolog¨ªa Molecular con Willie Donachie. A Murdoch, lo describe a su manera James Watson en La doble h¨¦lice: 'Se estaba cenando todav¨ªa cuando, por un pasillo de piedra, entramos a un comedor en el que reinaba una seca y autoritaria disertaci¨®n. El zo¨®logo Murdoch ...hab¨ªa llegado ya, y disfrutaba acorralando a la gente para hablar de c¨®mo se dividen las c¨¦lulas'. El libro rojo de Murdoch La Biolog¨ªa del Ciclo Celular nos gui¨® a muchos al iniciar nuestras carreras.
Acababan en 1975 de florecer los narcisos, que en Edimburgo no asoman hasta junio, cuando Paul visit¨® a Willie para comentarle sus resultados con el mutante wee de la levadura de fisi¨®n Schizosaccharomyces pombe. Me contaron luego que Paul intentaba encontrar mutantes que necesitasen mayor tama?o para iniciar el ciclo, y el resultado debi¨® sorprenderle: wee, como su significado en escoc¨¦s, es mas peque?o. No es tan extra?o, Paul lo seleccion¨® por centrifugaci¨®n en gradiente de sacarosa, y como wee tiene m¨¢s ADN por cantidad de masa debi¨® ir al fondo del rotor porque el ADN tiene mayor densidad.
El 8 de septiembre coincid¨ª con Paul en el Saint Cecilia?s Hall; se tocaban Partitas de Bach. Supe que a Paul le gustaba la m¨²sica barroca, afici¨®n que a m¨ª me hab¨ªa venido hac¨ªa poco, y que tocaba la flauta dulce, instrumento con el que yo me peleaba intentando arrancarle algo no demasiado disonante.
Murdoch organiz¨® la Tercera Reuni¨®n Europea sobre el Ciclo Celular. Willie me pas¨® el encargo de la revista Nature para escribirles un informe. Se sab¨ªa poco del ciclo celular de organismos eucariotas, los que como el hombre y la levadura tienen el ADN recluido en el n¨²cleo de sus c¨¦lulas. Fueron los trabajos de Paul, Pete y de Pierre Thuriaux con Murdoch de lo que m¨¢s me gust¨®. Mi informe se bas¨® mucho en ellos y otra charla con Paul y Pete me ayud¨® a terminarlo. Posiblemente fuese el primer comentario que se hizo a un trabajo de Paul.
Las aficiones musicales nos reunieron en unas clases de flauta dulce que una encantadora y paciente se?ora, Barbara Marshal, nos daba en su casa al lado del parque de los Meadows. Paul, su esposa Ann, Pierre, con su esposa Michelle, y yo nos embarcamos en ello. Al llegar el fin de curso tuvimos que tocar una peque?a pieza ante una audiencia de padres de ni?os a quienes la se?ora Marshal ense?aba en un colegio. Para Paul no debi¨® resultar dif¨ªcil, porque su habilidad con la flauta era bastante admirable, yo me limit¨¦ a soplar flojito esperando que no se me oyese mucho.
Paul y Ann me invitaron a cenar, as¨ª me enter¨¦ de que los domingos el joven bi¨®logo Paul se trasladaba al campo transform¨¢ndose en as de los vuelos sin motor. Ann y Paul tuvieron su primera hija y para poder aumentar el espacio habitable me ense?aron un d¨ªa c¨®mo hab¨ªan colocado su propia cama sobre cuatro postes para habilitar debajo un cuartito de estar. En esos d¨ªas de 1976 se incorpor¨® al grupo de Murdoch Tah¨ªa Ben¨ªtez, que junto a su marido Rafa Portillo, pas¨® al c¨ªrculo de amigos unidos por parecidas aficiones. El ambiente era atractivo, Rafa organizaba teatro en el departamento de Espa?ol: La Reina Castiza de Valle Incl¨¢n la interpret¨® en 1977 Lola Puebla, la madre de mi hija. Dave, casado con Lucy Richardson, la auxiliar de Willie, era del grupo de m¨²sica celta The Boys of the Loch. Paul ten¨ªa un aire a lo John Lennon.
En Kings Buildings ocurr¨ªa ante nuestros ojos la revoluci¨®n de la biolog¨ªa de finales del siglo XX. En el grupo de Noreen y Ken Murray se hab¨ªa descrito la enzima de restricci¨®n, EcoRI. Una tarde Bill Brammar, no se pod¨ªa contener de gozo, hab¨ªa conseguido expresar un gen de Pseudomonas en E. coli; junto a las violetas africanas de Clive Duggleby, auxiliar de Paul Broda, se caracterizaba el pl¨¢smido TOL cuyos productos degradan contaminantes; y en la esquina de arriba Paul continuaba estudiando m¨¢s mutantes del ciclo celular.
Tengo buenas memorias de aqu¨¦llos a?os, y un cesto de mimbre que Paul y Ann me regalaron al casarme.
Miguel Vicente es investigador del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa
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