Un trabajo con riesgos
?ste es un trabajo con riesgos: viajar a los lugares donde suceden cosas, buscar noticias, rostros, nombres y voces donde hay guerra y muerte, donde existe peligro. Miguel Gil Moreno, fallecido en Sierra Leona en mayo de 2000, dec¨ªa que este trabajo consiste en dar voz a los sin voz. Somos, de alguna manera, intermediarios entre el horror y la ignorancia. Nadie piensa en la muerte antes de un viaje. Nadie.
Julio Fuentes, corresponsal del diario El Mundo en mil batallas, desde Centroam¨¦rica a Bosnia, desde Chechenia a Afganist¨¢n, era un tipo valiente, cauteloso, capaz de medir los riesgos, envuelto siempre en un barniz de entusiasmo que nos posee en cada misi¨®n de trabajo, el de poder contar el primero lo que sucede en un lugar conflictivo y dif¨ªcil. No es locura ni insensatez, se trata s¨®lo de un trabajo: caminar por carreteras en direcci¨®n contraria a los refugiados, entrar en las ciudades o aldeas de las que la gente huye, donde se escuchan los disparos. No es locura, es s¨®lo un trabajo.
A veces se trata del destino que te detiene en seco en un rinc¨®n cualquiera, te dice basta, se acab¨®, y entonces tus amigos, tus compa?eros, los otros, todos, comienzan a quererte como si te conocieran, comienzan a ensalzarte como si te lo merecieras, comienzan a...
A veces, la vida es as¨ª.
La ¨²ltima vez que vi a Julio est¨¢bamos abrazados en Vimbod¨ª (Tarragona) durante el entierro de Miguel Gil. Mir¨¢bamos ese f¨¦retro de madera clara sin aceptar que dentro de ¨¦l estaba un amigo, que dentro de ¨¦l pod¨ªa estar ¨¦l o pod¨ªa estar cualquiera. Pienso en Pato, la madre de Miguel; pienso en M¨®nica, la mujer de Julio; y en su padre, y en el desamparo. Y en el silencio.
Esto es s¨®lo un trabajo, es verdad. Un trabajo maravilloso, dar voz a los que no la tienen, convertir en noticia a los olvidados; pero ¨¦ste es un trabajo duro, implacable, triste. Hablar de los muertos cansa mucho en un mundo de vivos.
En un mundo de olvidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.