Ning¨²n farmac¨¦utico ha planteado formalmente ante su colegio la intenci¨®n de no vender la p¨ªldora poscoital

Desde que en junio la Consejer¨ªa de Salud ordenara a las farmacias dispensar la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s ning¨²n boticario ha planteado formalmente ante el Consejo Andaluz de Colegios Farmac¨¦uticos su pretensi¨®n de ejercer la cl¨¢usula de conciencia para no vender este medicamento. Por eso, esta instituci¨®n desconoce cu¨¢ntos asociados objetores tiene. En todo caso, desde el consejo se aclara que son 'contados' y se intenta quitar hierro a la pol¨¦mica con el argumento de que como la amplia mayor¨ªa comercializa la p¨ªldora, si una farmacia no la dispensa, otra muy pr¨®xima la vender¨¢.

El secretario del consejo, Antonio Mingorance, rest¨® importancia a la pol¨¦mica avivada tras el reciente auto del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa que suspende cautelarmente la orden de Salud: 'Si la mayor¨ªa de las farmacias ejercieran la objeci¨®n, habr¨ªa un problema; pero como no es as¨ª, el problema no existe. Con orden o sin orden, la p¨ªldora est¨¢ en las farmacias. Respetamos lo que diez o 100 farmac¨¦uticos decidan, pero la dispensaci¨®n est¨¢ garantizada. No hay desabastecimiento y por lo tanto, tampoco hay motivo de alarma'.

El colegio de Farmac¨¦uticos de Granada, ciudad donde se fund¨® la asociaci¨®n de defensa de la objeci¨®n de conciencia, tampoco conoce ning¨²n caso de un colegiado que haya decidido prescindir de alg¨²n medicamento por motivos morales, informa Alejandro V. Garc¨ªa. Fuentes del colegio precisaron que, al igual que ocurre en el de M¨¦dicos, lo l¨®gico ser¨ªa que los boticarios que decidieran objetar lo pusieran en conocimiento del ¨®rgano colegiado. No obstante, al tratarse una mera hip¨®tesis sin antecedentes, tendr¨ªan que ser los t¨¦cnicos los que determinaran la forma en que habr¨ªa de producirse dicha declaraci¨®n.

Por otra parte, la secretaria de Movimientos Sociales de los socialistas andaluces, Susana D¨ªaz, afirm¨® ayer en rueda de prensa que 'es dif¨ªcil entender como se puede ser objetor cuando se ejerce un servicio p¨²blico mientras se reivindica el oficio de farmac¨¦utico en r¨¦gimen de monopolio'. En t¨¦rminos parecidos se manifest¨® Cintia Castillo, responsable de la secretar¨ªa de la Mujer, qui¨¦n a?adi¨® que si se atiende a la objeci¨®n de conciencia, cualquier d¨ªa alguien puede decir que no dispensa jeringuillas: 'Igual que no entendemos que pongan pegas al preservativo y no a los anticonceptivos hormonales'.

Para los socialistas es dif¨ªcil explicar un acto de objeci¨®n como ¨¦ste cuando 'no sabemos en que se basa realmente este grupo de farmac¨¦uticos para rechazar la orden de la Consejer¨ªa de Salud', a?adi¨® D¨ªaz. En ning¨²n caso la objeci¨®n de conciencia, como tal, es un derecho fundamental. Y nada tiene que ver con derechos constitucionales como el de la libertad o el derecho a la salud.

Cr¨ªticas a Villalobos

D¨ªaz critic¨® la ministra Celia Villabos a la que calific¨® de 'irresponsable'. De la titular del Ministerio de Sanidad dijo que 'o no sabe lo que firma o no lee los papeles que le dan para firmar'. Seg¨²n la representante socialista, es inaudito que Villalobos se atreva ahora a cuestionar la medida tomada por la Junta cuando en los seis meses que lleva aplic¨¢ndose ha demostrado sobradamente su eficacia. Y le record¨® que la legalizaci¨®n de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente ha sido aprobada por la Agencia Nacional del Medicamento. 'En vez de abanderar actitudes reaccionarias, deber¨ªa estar m¨¢s atenta a las demandas sociales', concluy¨®

Para los socialistas andaluces, tampoco los jueces han estado muy acertados en esta ocasi¨®n. Castillo les record¨® que no siempre est¨¢n tan diligentes para tomar medidas cautelares, 'sobre todo, si se trata de casos de malos tratos a mujeres', precis¨®.

Las representantes socialistas tambi¨¦n criticaron al PP al que acusaron de escudarse en la objeci¨®n de conciencia para disimular su rechazo a las medidas de prevenci¨®n sanitaria como el preservativo o la p¨ªldora.

Para IU, que calific¨® el auto de 'retr¨®grado', el problema se plantear¨¢ cuando en poblaciones peque?as la ¨²nica farmacia decida no vender ni p¨ªldora ni condones.

La parlamentaria Concha Caballero apunt¨® que el TSJA ha olvidado la condici¨®n de servicio p¨²blico de estos establecimientos e insisti¨® adem¨¢s en que es 'inadmisible que no se garantice la administraci¨®n de un medicamento legalmente autorizado y con la debida prescripci¨®n m¨¦dica'.