Mundo gay: cara a cara

Hasta la palabra gay ha salido del armario, al ser aceptada por la Real Academia Espa?ola. Un hecho que m¨¢s que una an¨¦cdota es un paso m¨¢s en el reconocimiento y visibilidad de la homosexualidad que ha crecido paralela al inter¨¦s de los pensadores y escritores por abordarla. Ensayos que ofrecen como una de sus conclusiones que atr¨¢s ha quedado el que los homosexuales recurran a aliarse con el mundo cl¨¢sico griego para justificar o respaldar su mundo. Su cultura. Y no lo necesitan. Porque tienen su universo propio. Esto es lo que viene a decir uno de los libros de referencia en el ¨¢mbito internacional, Reflexiones sobre la cuesti¨®n gay, de Didier Eribon, bi¨®grafo de Michel Foucault.

Se trata de un acercamiento hist¨®rico-social a la homosexualidad que busca las claves de su cultura. Su soporte est¨¢ en las reflexiones de Foucault, Sartre, Bourdieu y Goffman, y Gide y Proust. Pensamientos que llevan a que el libro gravite sobre tres aspectos: la minusvaloraci¨®n que siempre se ha asignado a los homosexuales, la identidad gay moderna y sus or¨ªgenes, y los comentarios a los planteamientos de Foucault sobre lo que puede ser ahora una 'cultura gay'. Que existe, sin duda, afirma Eribon, fil¨®sofo e historiador del pensamiento, al estar formada por individuos que tradicionalmente se han rebelado al ambiente dominante, a la homogeneizaci¨®n. Pruebas no faltan. Es una poblaci¨®n que siempre ha creado sus propios espacios, donde los amigos son una pieza fundamental. Y que los une el hecho de haber sido se?alados o insultados o ser testigos de ello.

El resultado del libro, abordado desde la intelectualiad, es un gran fresco del mundo gay, independientemente de las tesis esencialistas y constructivistas sobre las que suele girar el discurso del origen de la homosexualidad. Eribon mira la realidad de frente y reflexiona sobre lo constatable, donde la sociedad tiene un papel fundamental. Para empezar, recuerda que el concepto de homosexualidad es una etiqueta de la psiquiatr¨ªa del siglo XIX, germen de la estigmatizaci¨®n y persecuci¨®n. Porque griegos y latinos carec¨ªan de un concepto sobre la homosexualidad y las personas se defin¨ªan en relaci¨®n con los placeres, no por su sexualidad. Luego, en siglos posteriores, fue una pr¨¢ctica 'compatible con la heterosexualidad que no implicaba reciprocidad'. Hasta que apareci¨® la psicopatolog¨ªa sexual y el concepto de homosexual, y as¨ª el ¨¦ste pas¨® a ser un enfermo.

Pero si con esto la sociedad empezaba a llenarse de prejuicios, la consecuencia entre los afectados fue diferente y perfil¨® su identidad moderna. Comenzaron una uni¨®n que terminar¨ªa con la institucionalizaci¨®n de un movimiento social que se hizo m¨¢s visible en los sesenta para defenderse del androcentrismo discriminatorio. Pero para llegar hasta esa ¨¦poca, y hasta hoy, Eribon recuerda a Oscar Wilde y a Marcel Proust, quienes le sirven de base para comparar, estudiar y analizar la creaci¨®n y evoluci¨®n de una identidad gay. La misma que m¨¢s all¨¢ de sus reivindicaciones de respeto y derechos manifiesta ahora su orgullo. De empezar a ver cumplido su sue?o de no esconder sus amores, atracciones y conductas. La normalidad es lo buscado. Aunque se ha avanzado, reconoce Eribon, a¨²n falta mucho por ganar e incluso por pulir en quienes dicen comprender y ver con naturalidad a los homosexuales.