El Ayuntamiento aprueba que un consorcio mixto gestione el aeropuerto

Idas y venidas en el Sal¨® de la Reina Regent del Ayuntamiento de Barcelona en la sesi¨®n de ayer del pleno municipal. Concejales socialistas y del PP negociaban la redacci¨®n de una moci¨®n, propuesta por el equipo de gobierno, para reclamar la descentralizaci¨®n de la gesti¨®n de los aeropuertos y la formaci¨®n de un consorcio p¨²blico-privado para gestionar el de El Prat, algo a lo que se opone frontalmente el Ministerio de Fomento. Y el PP, al final, dijo no. La moci¨®n fue aprobada por el equipo de gobierno -PSC, ERC e IC-V- y CiU.

La moci¨®n propugnaba una declaraci¨®n a favor de un modelo de pa¨ªs bipolar, con dos grandes plataformas aeroportuarias, Barcelona y Madrid, 'igualmente potentes y que se complementen, de forma equilibrada, en el tr¨¢nsito a¨¦reo internacional'. Hasta ah¨ª no hubo problemas. El punto que suscit¨® el desacuerdo y las negociaciones con el PP fue el que exig¨ªa la descentralizaci¨®n de la gesti¨®n de los aeropuertos y la coparticipaci¨®n entre los tres niveles de la Administraci¨®n p¨²blica y el sector privado. Para ello, se propone la constituci¨®n de un consorcio mixto.

En esos t¨¦rminos, el grupo municipal del Partido Popular se negaba a suscribir el acuerdo. Sin embargo, tras un ir y venir de Jordi Hereu, portavoz del grupo municipal del PSC, a las filas del PP se acord¨® otra f¨®rmula que introduc¨ªa el t¨¦rmino estudiar referido a la propuesta de descentralizaci¨®n de la gesti¨®n. Pero, tras otra serie de conversaciones, el PP decidi¨® finalmente no apoyar la moci¨®n.

El respaldo del grupo municipal del PP a esa declaraci¨®n hubiera resultado cuando menos chocante, teniendo en cuenta que el partido en el Gobierno, concretamente el Ministerio de Fomento, se cierra en banda a la posibilidad de que AENA deje de ser el ¨®rgano de control y gesti¨®n de los aeropuertos. Las explicaciones del voto negativo del Partido Popular en el plenario reflejaron ese s¨ª pero no. 'No votamos a favor, pero estamos de acuerdo', lleg¨® a decir Santiago Fisas, presidente del grupo municipal del PP.

La moci¨®n aprobada insta tambi¨¦n a los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente a agilizar los plazos y tr¨¢mites para que la ampliaci¨®n del aeropuerto de Barcelona -la tercera pista- sea una realidad en la fecha prevista: el a?o 2004.

Desequilibrio manifiesto

El Partido Popular, por boca de Santiago Fisas, no se mostr¨® de acuerdo con la radiograf¨ªa que hicieron de la situaci¨®n el equipo de gobierno y CiU, que destacaron el claro desequilibrio de la pol¨ªtica inversora del Gobierno -en este caso de AENA- entre Madrid y Barcelona.

Subrayaron, por ejemplo, que el plan director del aeropuerto de Barcelona aprobado por AENA prev¨¦ una inversi¨®n de 300.000 millones de pesetas y que incluye la posibilidad de dar servicio a 30 millones de pasajeros en 2008. Sin embargo, la previsi¨®n de AENA para el aeropuerto de Barajas es de una inversi¨®n de 600.000 millones de pesetas, adem¨¢s del proyecto de un nuevo aeropuerto, con capacidad para 50 millones de pasajeros anuales, en Campo del Real.

Seg¨²n el Partido Popular, en cambio, esas cifras ponen de manifiesto el alto compromiso 'inversor' del Gobierno respecto al aeropuerto de Barcelona: 'No votamos a favor de la moci¨®n porque se est¨¢n realizando inversiones muy importantes ya que han sido licitadas el 50% de las obras previstas. Luego ya hablaremos del modelo de gesti¨®n'. Sin embargo, para la mayor¨ªa del plenario, van ligadas las dos cosas, inversi¨®n y gesti¨®n, porque de lo contrario Barcelona se expone a quedarse excluida de los vuelos intercontinentales. De hecho, eso ya ha ocurrido al perder los dos vuelos semanales con Nueva York: 'Mientras, Barajas tiene 60 semanales', insist¨ªa Jordi Portabella, tercer teniente de alcalde.

Xavier Casas, primer teniente de alcalde y defensor de la moci¨®n, subray¨® que la discusi¨®n del modelo aeroportuario y de la marcha -poca marcha, en realidad- de las obras de ampliaci¨®n no es una batalla pol¨ªtica al uso: 'Lo que nos estamos jugando es el desarrollo de Barcelona, de toda el ¨¢rea metropolitana y, en definitiva, de toda Catalu?a'. Precisamente ese criterio es compartido por el sector empresarial y de negocios, que ve que Barcelona puede quedar relegada en su modernizaci¨®n respecto a Madrid.