La ruta de la sole¨¢

Chaquet¨®n es gaditano. La sole¨¢ es de C¨¢diz, de Jerez, de Utrera, de Triana, de Alcal¨¢. Por todas esas formas hizo un recorrido el cantaor, con la autoridad y la competencia que le son habituales. Es cierto que hace un tiempo se le ve¨ªa algo bajo de tono, como si estuviera atravesando un mal momento an¨ªmico. Pero ya no es lo mismo.

Estamos acostumbrados a que la sole¨¢ sea un estilo de referencia en el cante de Chaquet¨®n. Un estilo que ¨¦l tambi¨¦n considera entre los m¨¢s hermosos en el amplio espectro de lo jondo. En la extensa secuencia que hizo en la sala Clamores, Chaquet¨®n se emple¨® a fondo, profundizando en los contenidos, acentuando con su personal¨ªsimo entendimiento del cante lo que el cante tiene de dram¨¢tico y doliente.

El cante por sole¨¢ de Chaquet¨®n fue, seguramente, lo m¨¢s hermoso de su recital. Pero cant¨® tambi¨¦n romeras, ese vivaz aire gaditano que rescat¨® del olvido su t¨ªo Antonio el Chaqueta -abuelo del guitarrista que esta noche acompa?aba al cantaor, Salva de Mar¨ªa-, poni¨¦ndolo de nuevo en circulaci¨®n y que Chaquet¨®n interpreta hoy con absoluta fiabilidad.

Pedro Sanz regresaba de una seria enfermedad que le ha dejado mermado de facultades. Hizo estilos poco frecuentados, como el cante de trilla, la mariana, la farruca, el garrot¨ªn. Y unas ton¨¢s en que ech¨® el resto con decisi¨®n. Canta con dulzura, gustosamente, con voz a la que no quiere dejar libre vuelo, pero que suena flamenca.