Los 'ertzainas' acusan a sus jefes de dejarlos indefensos ante ETA

Si de una pel¨ªcula se hubiera tratado, el mejor lugar de Beasain para haber filmado el asesinato de los agentes de la Ertzaintza Ana Isabel Arostegi, de 34 a?os, y Javier Mijangos, de 32, hubiese sido sin lugar a dudas la terraza de la Herriko Taberna de este pueblo de Guip¨²zcoa. La sede social de Herri Batasuna est¨¢ situada precisamente en la calle de Zaldizurreta, a s¨®lo unos metros de una rotonda tambi¨¦n llamada as¨ª y donde el viernes por la tarde dos terroristas de ETA ejecutaron por la espalda y en presencia de muchos vecinos a los dos polic¨ªas vascos. 'Sab¨ªamos que pod¨ªa ocurrir, y se lo dijimos a nuestros mandos hace ocho o diez d¨ªas', revelaron ayer a este peri¨®dico dos agentes adscritos a la comisar¨ªa de Beasain. 'Les pedimos que suprimieran ese servicio inmediatamente. Dirigir el tr¨¢fico desde all¨ª, todos los d¨ªas a la misma hora y sin chalecos antibalas ni trajes ign¨ªfugos, nos estaba convirtiendo en unas presas demasiado f¨¢ciles. Nos sent¨ªamos vigilados. Pero, ya ve, no nos hicieron caso y hoy vamos de entierro'. Ahora estos dos agentes apenas pueden contener la rabia y la pena, dos sentimientos que ayer embargaban por igual a todo el colectivo policial, muy enfadado desde hace tiempo con los mandos de la Consejer¨ªa de Interior pero que ayer parec¨ªa a punto de explotar: 'No vamos a permitir que sigan mat¨¢ndonos como a conejos'.

La ¨²ltima frase del comunicado difundido ayer por el sindicato ERNE refleja a la perfecci¨®n el estado de las relaciones entre los polic¨ªas vascos y sus jefes pol¨ªticos. 'De poco sirven ya', dice el texto, 'las l¨¢grimas y las palabras est¨¦riles. Dudamos que hoy [los responsables de Interior] sean capaces de mirar a los ojos a un ertzaina'. El secretario del sindicato mayoritario, I?aki Castro, fue especialmente duro con la pol¨ªtica del PNV al frente de la polic¨ªa vasca: 'Las tareas cotidianas que dise?an los mandos est¨¢n conduciendo a los agentes al abismo por el que el viernes ETA les precipit¨®'.

As¨ª pues, durante la visita que giraron ayer a Beasain, el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe y su consejero de Interior, Javier Balza, no s¨®lo estuvieron rodeados del habitual cord¨®n de seguridad, sino tambi¨¦n de la frialdad para con ellos de los hombres que lo compon¨ªan. La misma noche del viernes, y muy cerca del cuerpo cubierto con una s¨¢bana de la compa?era asesinada, un polic¨ªa mascullaba bajo su pasamonta?as: '?Y a qu¨¦ vienen ahora los pol¨ªticos y los mandos? Ya est¨¢ bien de figurar y de salir en la foto'.

Los polic¨ªas apenas hablaron ayer de ETA. Saben que el ¨²nico objetivo de la organizaci¨®n terrorista es matar y que as¨ª lo lleva haciendo desde hace tres d¨¦cadas. M¨¢s de 800 muertos y 3.000 heridos son su macabra carta de presentaci¨®n. 'Hoy nos toca a nosotros', dec¨ªa ayer un agente, 'pero antes cayeron muchos guardias civiles, muchos polic¨ªas, militares, pol¨ªticos... No tenemos miedo, pero s¨ª rabia por no poder combatirlos como es debido. Tenemos claro que nuestra misi¨®n es detenerlos. Lo malo es que no nos dejan'.

Es la sospecha que siempre planea sobre la direcci¨®n de la Ertzaintza, un modelo de polic¨ªa creado hace 18 a?os a imagen y semejanza ideol¨®gica del PNV y que hoy sigue pagando ese pecado original. Aunque ayer Ibarretxe fuera muy claro -dijo que no habr¨¢ impunidad para ning¨²n terrorista, que ser¨¢n perseguidos y detenidos-, los sindicatos no se creen demasiado que se haya terminado con una tibieza de tantos a?os. Comisiones Obreras advirti¨® ayer p¨²blicamente al lehendakari y a su consejero de Interior: 'No vamos a asistir con pasividad a m¨¢s escenas de caras tristes y palabrer¨ªa de compromiso. Lamentamos que la Consejer¨ªa de Interior emplee el mismo lenguaje que el entorno de ETA, denominando en las esquelas de recuerdo de nuestros compa?eros como fallecimiento lo que es un vil asesinato'.

Los cuatro sindicatos con presencia en la polic¨ªa aut¨®noma -el independiente ERNE, el nacionalista ELA, CC OO y UGT- se reunir¨¢n ma?ana para preparar una serie de reivindicaciones conjuntas en materia de seguridad. Una de las principales pasa precisamente por terminar con la rutina en los servicios que pudo facilitar el doble asesinato del viernes en Beasain.

Los agentes no descartan dejar de patrullar las calles si no consideran que existen unas m¨ªnimas condiciones de seguridad. Quieren chalecos antibalas, coches blindados, servicios inteligentes que no faciliten el tiro a ETA. Y que alg¨²n d¨ªa los agentes no tengan que irse a vivir a Cantabria, Castilla o Francia para protegerse de sus asesinos. Javier Mijangos viv¨ªa en Mirando de Ebro (Burgos). A m¨¢s de 100 kil¨®metros de su trabajo.