El ovillo del secuestro de Olot
Cr¨ªticas contra la improductiva y dilatada investigaci¨®n judicial del caso de la farmac¨¦utica Maria ?ngels Feliu
Lo que empez¨® el 20 de noviembre de 1992, y durante un a?o, siete meses y cinco d¨ªas fue un dram¨¢tico secuestro, ha acabado por derivar, nueve a?os despu¨¦s, en una interminable tragicomedia de enredo con 10.600 p¨¢ginas encuadernadas en 41 tomos en la que dictan el argumento un tropel de personajes secundarios de escasa fiabilidad. Mientras los secuestradores confesos de la farmac¨¦utica Maria ?ngels Feliu est¨¢n en la calle despu¨¦s de cumplir dos a?os de prisi¨®n preventiva, proliferan las cr¨ªticas a la lentitud del juzgado de Olot desde los m¨¢s diversos ¨¢mbitos. Altas instancias judiciales tambi¨¦n reclaman celeridad y aventuran que el juicio podr¨ªa celebrarse coincidiendo con el d¨¦cimo aniversario del secuestro m¨¢s largo de la historia de la delincuencia com¨²n espa?ola.
El n¨²mero de acusados, testigos y diligencias podr¨ªa prolongar el juicio durante 45 d¨ªas
El empe?o en tirar de hilos secundarios ha convertido el caso en el cuento de nunca acabar
La movilidad de los sucesivos jueces encargados de la instrucci¨®n del caso, que ascienden a magistrados y abandonan su destino, la cr¨®nica escasez de personal de los juzgados de Olot y el empe?o judicial en tirar de hilos secundarios han convertido la investigaci¨®n del secuestro de Maria ?ngels Feliu en el cuento de nunca acabar. La investigaci¨®n judicial ha dedicado casi un a?o a buscar, sin resultados aparentes, pistas de un hipot¨¦tico pago del rescate que niegan tanto la familia como los secuestradores. Ahora centra sus esfuerzos en establecer conexiones entre los cuatro secuestradores confesos y los dos primeros procesados por el caso, Joan Casals y Xavier Bassa, que llegaron a ser acusados del asesinato de la farmac¨¦utica antes de su liberaci¨®n.
Carles Monguilod, el letrado de Maria ?ngels Feliu, asegura que el juzgado de Olot ha desperdiciado su tiempo con 'diligencias inveros¨ªmiles' y ha dado credibilidad a 'testigos de pacotilla'. Pone como ejemplo el caso de Francesc Vi?as, que se defin¨ªa como asesor militar e investigador privado, pero que para Monguilod no era m¨¢s que 'un fantasma' con aires de 'Anacleto, agente secreto'. Una carta -'sin pies ni cabeza', seg¨²n la acusaci¨®n particular- de este testigo, que ni tan siquiera fue interrogado en su momento, desencaden¨® una ardua y est¨¦ril diligencia para investigar las cuentas de la familia Feliu en Andorra. El empe?o en el rescate ha causado dolor en la familia. M¨¢s todav¨ªa si se tiene en cuenta que tal pago no podr¨ªa considerarse delito -puesto que no iba dirigido a una organizaci¨®n terrorista- ni afectar¨ªa a la pena de los acusados. El inter¨¦s juridico-policial en implicar en el secuestro a Casals y Bassa tiene tambi¨¦n unas bases endebles. El confidente policial que les acus¨® de secuestrar y asesinar a Feliu, Francisco Evangelista, fue a?os m¨¢s tarde la estrella de un programa de telebasura en el que se dedic¨® a defender la peregrina teor¨ªa del autosecuestro. La farmac¨¦utica de Olot se querell¨® contra ¨¦l por sus manifestaciones. Un nuevo testigo dudoso ha entrado en escena recientemente. Afirma que vio a Joan Casals junto a Ramon Ullastre, uno de los cerebros del secuestro, el mismo d¨ªa del delito. Este testigo es un presidiario que cumple condena por el asesinato de su esposa y justifica m¨¢s de siete a?os de silencio por supuestas amenazas. Hoy lunes tienen lugar nuevas declaraciones en relaci¨®n con esta l¨ªnea de investigaci¨®n que, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al caso, podr¨ªan ser las ¨²ltimas antes de dictar los autos de procesamiento que conducir¨ªan hacia el anhelado juicio.
Maria ?ngels Feliu no entiende el lento proceder de la justicia. En fechas recientes personas de su entorno se han topado cara a cara con alguno de los secuestradores. Los interminables coletazos del secuestro le impiden cerrar heridas que intenta sobrellevar como quien carga con una enfermedad cr¨®nica. En una entrevista a R¨¤dio Olot declar¨® que cada nueva informaci¨®n le hace aflorar amargas sensaciones 'Si pudiera, ni tan s¨®lo ir¨ªa a juicio', asegur¨®. El presidente de la Audiencia de Girona, Fernando Lacaba, advierte de que la declaraci¨®n de Feliu ser¨¢ 'la prueba reina', aunque admite que, acogi¨¦ndose a la ley de protecci¨®n de testigos, se le conceder¨ªa el derecho de no testificar ante sus secuestradores. Menos probable ser¨ªa que su comparecencia tuviera lugar a puerta cerrada. Lacaba admite que existe 'un clamor social' y continuas quejas de la mayor¨ªa de las partes para que se cierre la investigaci¨®n judicial. 'De los informes que cada mes el juzgado de Olot remite a la Audiencia no se deduce un avance transcendental en las investigaciones', admite Lacaba. El Ayuntamiento de Olot tambi¨¦n pide celeridad, porque mientras no se condene a Antoni Guirado, el polic¨ªa local que ha confesado su participaci¨®n en el delito, le debe pagar su sueldo religiosamente cada mes.
Fuentes judiciales aventuran que, en caso de no aparecer nuevos testigos sorpresa, el juicio podr¨ªa celebrarse en oto?o del a?o pr¨®ximo en la secci¨®n primera de la Audiencia de Girona. Su duraci¨®n, a causa del presumible gran n¨²mero de acusados, testigos y diligencias, podr¨ªa superar el mes y medio. Los acusados se enfrentar¨¢n a penas que podr¨ªan rondar los 10 a?os y si el tribunal acepta que existi¨® pacto para delinquir es probable que los secuestradores confesos reciban castigos muy parejos. El plan necesitaba del concurso de todos para llegar a buen t¨¦rmino.
Todas las partes admiten que los 10 a?os transcurridos desde la fecha del secuestro ser¨¢n enormemente contraproducentes en el juicio oral, en el que la memoria mostrar¨¢ sus flaquezas.
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