El Sevilla difumina al Valladolid

Las dos mitades del encuentro que jugaron ayer el Sevilla y el Valladolid fueron dos partidos distintos. El primero, lo peor que se ha visto en el S¨¢nchez Pizju¨¢n esta temporada; el segundo, de lo mejor, y, desde luego, el m¨¢s vibrante y efectivo de los locales. Hac¨ªa mucho, demasiado, que los aficionados sevillistas no disfrutaban de un 4-0 y ayer, cuando menos lo esperaban, tras tres jornadas sin ganar en casa, se encontraron con eso y mucho m¨¢s.

El Valladolid demostr¨® muy poco. Casi nada. En la primera parte presion¨® bien arriba y consigui¨® frenar al rival. Pero los dos equipos estaban vac¨ªos de ideas. Una vez m¨¢s, el Sevilla tuvo que esperar a que le pitaran un penalti para ponerse por delante en el marcador, aunque esta vez el premio lleg¨® despu¨¦s de una jugada de Reyes, que ya empezaba a avisar de la que iba a montar en la segunda parte.

El punto de inflexi¨®n puede que estuviera en la expulsi¨®n de Torres G¨®mez al comienzo del segundo periodo. Pero el chupinazo de la fiesta lo tir¨® el canterano sevillista. ?l solo se fabric¨® un gol de ¨¦sos que zanjan las discusiones sobre quien puede marcar las diferencias en un equipo repleto de obreros como el Sevilla. Despu¨¦s llegar¨ªan otros dos tantos de Casquero, que, adem¨¢s de erigirse en la columna vertebral de su equipo, resulta que culmina las jugadas de ataque mucho mejor que algunos de sus compa?eros de arriba. El Valladolid hab¨ªa dejado de existir y el Sevilla supo aprovecharlo.