Trillo niega intenci¨®n pol¨ªtica a su denuncia sobre fondos reservados

El ministro de Defensa, Federico Trillo, dijo ayer ante el tribunal que juzga el caso de los fondos reservados que la denuncia presentada en 1994 por ¨¦l y 130 diputados del PP contra altos cargos del PSOE por el supuesto uso irregular de esas partidas secretas no tuvo intencionalidad 'pol¨ªtica' ni form¨® parte de la 'estrategia de acoso al Gobierno socialista'. El abogado Leopoldo Torres sac¨® a relucir que Trillo regal¨® medallas del Congreso valoradas cada una en 170.620 pesetas, el doble que las joyas con que el ex ministro Jos¨¦ Luis Corcuera obsequi¨® a esposas de altos cargos de Interior.

Trillo fue sometido a un estrecho interrogatorio por el abogado Leopoldo Torres Boursault, defensor del ex ministro Jos¨¦ Luis Corcuera y ex fiscal general del Estado, a cuyas preguntas respondi¨® que present¨® la denuncia contra altos cargos del PSOE 'cuando no tuvieron ¨¦xito las iniciativas de control pol¨ªtico' y por la 'obligaci¨®n legal' de denunciar presuntos delitos. Torres le espet¨®:

- ?Comparte usted el criterio de que la denuncia form¨® parte de la estrategia de acoso al Gobierno socialista?

Trillo no tuvo empacho en afirmar:

-No. Sab¨ªamos que iba a ser una tramitaci¨®n procelosa y larga , pero no se pretend¨ªa instrumentalizar la Justicia al servicio de una causa pol¨ªtica.

-Su denuncia se divide en cuatro bloques: pago con fondos reservados a letrados por defender a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; facturas por el seguimiento al presidente de Banesto; recortes del peri¨®dico El Mundo sobre ayudas a sindicatos policiales y m¨¢s recortes del mismo peri¨®dico sobre pagos a una comisi¨®n nacional de Polic¨ªa Judicial. Habr¨¢ observado que ninguno de estos hechos es objeto de acusaci¨®n en este juicio...

-No lo s¨¦, se evadi¨® Trillo.

Torres orient¨® el interrogatorio hacia las 'atenciones protocolarias' de Trillo durante su etapa de Presidente del Congreso. El testigo tuvo que admitir que sigui¨® la costumbre establecida 'desde el principio de la democracia' de hacer un 'obsequio navide?o a funcionarios y diputados'. Tratando de anticiparse, Trillo los enumer¨® y minimiz¨® su coste: un frontispicio del Congreso, un libro conmemorativo de unas 10 o 15.000 pesetas, un facs¨ªmil de la Constituci¨®n -¨¦ste ya m¨¢s caro, y cuyo precio no detall¨®-, y 'una cajita con el escudo del Congreso'.

Torres pas¨® revista tambi¨¦n a otros obsequios hechos por Trillo como presidente del Congreso. Trillo se quej¨® y apel¨® a la 'dignidad de la instituci¨®n' para que se le eximiera de 'ese tipo de interrogatorio'. El presidente del tribunal le dio la raz¨®n, pero Torres utiliz¨® la vieja estratagema de hacer constar las preguntas para que el presidente decidiese cu¨¢les eran procedentes. As¨ª, ante prensa y p¨²blico dej¨® constancia de que la medalla del Congreso, que se regalaba a los miembros de la Mesa de la C¨¢mara, portavoces de los grupos, jefes de Estado y otros visitantes, costaba 170.620 pesetas, es decir, casi el doble que cada una de las 'joyas' de 90.000 pesetas m¨¢s IVA por las que Corcuera lleva siete a?os procesado.

Antes de terminar su interrogatorio, Torres pregunt¨® a Trillo si aceptar¨ªa renunciar a su privilegio de declarar por escrito sobre algunas cuestiones atinentes a los fondos reservados del Ministerio de Defensa. El presidente no lo consinti¨® y Trillo dijo:

-No es un privilegio. Es una garant¨ªa del Gobierno de Espa?a y los secretos del departamento del que formo parte no est¨¢n a mi disposici¨®n.

Torres se someti¨® de buen grado. Lo que acababa de decir Trillo se parec¨ªa mucho a los argumentos que Barrionuevo, Corcuera, Vera, e incluso el testigo Felipe Gonz¨¢lez reiteraron d¨ªas atr¨¢s para no entrar en detalles sobre el destino de los fondos reservados.

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, que compareci¨® a continuaci¨®n, asegur¨® que nunca dud¨® de la legalidad de la indemnizaci¨®n de 30 millones que recibi¨® en 1988 despu¨¦s de que el Ex¨¦rcito Guerrilleiro volara su chal¨¦ de Perbes (A Coru?a). La indemnizaci¨®n se pag¨® con fondos reservados de Interior. Fraga agradeci¨® en media docena de ocasiones el comportamiento muy 'amable' y 'generoso' que Barrionuevo tuvo en el asunto y sobre la licitud de la indemnizaci¨®n, dijo: 'Despu¨¦s de tres atentados comprobados contra mi vida, tengo cumplidamente pagada mi cuenta de servicios p¨²blicos'.