'Las crisis son buenas para el humor'
En uno de sus aforismos, Roberto Fontanarrosa (Rosario, 1944) escribe: 'Dijo el ap¨®stol crucificado: lo importante es que te pasen cosas'. Tambi¨¦n para el autor argentino eso parece lo importante, que pasen cosas, que haya historias dignas de ser contadas, ya salgan de un tratado de metaf¨ªsica o de un partido de f¨²tbol. En su caso, unas toman el camino de la historieta y terminan protagonizadas por Inodoro Pereyra o Boogie, El Aceitoso, sus personajes m¨¢s c¨¦lebres, o siendo materia de uno de sus cuentos.
PREGUNTA. Usted ha publicado tres novelas y ocho libros de cuentos. ?Todav¨ªa se siente un dibujante jugando a ser escritor?
RESPUESTA. Una vez, viajando con Quino, el de Mafalda, al rellenar un formulario, me dijo: '?Vos qu¨¦ pon¨¦s? Yo dije: dibujante'. Es lo primero que me sale. Lo que me gusta es contar historias. Eso no quita que tenga una necesidad casi f¨ªsica de dibujar. No puedo estar mucho tiempo sin hacerlo. Dibujar es previo. Los ni?os dibujan incluso antes de empezar a hablar.
P. 'Un elefante encerrado en un dedal. Eso es un aforismo', dice usted. ?Y un cuento?
R. Un cuento es el desarrollo de un hecho muy puntual, de corto aliento. En alg¨²n caso, apoy¨¢ndome en la parodia, intent¨¦ hacer novela, que es algo menos preciso, pero me result¨® mucho m¨¢s complejo. Necesito saber hacia d¨®nde voy. Si me divierto, divierto. Eso se transmite, lo mismo que transmite su aburrimiento un actor que se aburre encima de un escenario.
P. En uno de sus relatos se r¨ªe de la literatura virtual en la que se puede elegir un final.
R. La parodia siempre es sencilla porque hay un modelo. Lo dif¨ªcil es cuando ya no puedes parodiar m¨¢s y ten¨¦s que decir las cosas como las dir¨ªas vos mismo.
P. No obstante, el humor est¨¢ muy presente en su obra.
R. Muchos de mis cuentos arrancan de una situaci¨®n dram¨¢tica que yo llevo hacia el humor. Tal vez me acostumbr¨¦ al humor por mi trabajo en el diario Clar¨ªn. El humorista es un peque?o laboratorio en el que la relaci¨®n entre la informaci¨®n y la vi?eta es la misma que entre las uvas y el vino, y la materia prima de un peri¨®dico suele ser dura.
P. ?De ah¨ª el humor negro? ?Cree que hay temas intocables?
R. Cuando empec¨¦ a escribir y a dibujar pensaba que todo era susceptible de ser tratado con humor. Luego comprend¨ª que hay temas sobre los que no apetece hacer chistes, regiones altamente sensibles. En Argentina, por ejemplo, nadie hizo chistes sobre los desaparecidos, y ello sin que mediara una orden.
P. ?La situaci¨®n actual mueve a risa?
R. Los momentos de crisis y los pa¨ªses en crisis son muy ricos para el humor, porque el humor se da siempre en contra. Es dif¨ªcil hacer humor elogiando. El humorista trabaja sobre las contradicciones y los defectos, pero uno se paraliza cuando la crisis se convierte en tragedia, como el 11 de septiembre.
P. ?El estado de Argentina es cr¨ªtico o tr¨¢gico?
R. Es ca¨®tico. La sociedad argentina se ha movido tradicionalmente con una frase: Dios proveer¨¢. Pues bien, en medio de tanto cierre de f¨¢bricas y de negocios, se cerr¨® la provedur¨ªa. Dios ya no provee m¨¢s.
P. ?Hay arreglo posible?
R. En la Argentina, y en el mundo en general, hay tal acumulaci¨®n de riqueza en tan pocas manos que invita a pensar: dejemos de lado la cuesti¨®n ¨¦tica, hablo de lo pr¨¢ctico. Los que tienen mucho dinero cada vez pueden salir menos a la calle. Es una vuelta al feudalismo, en esos countries privados con guardias y perros. No s¨¦ si eso es inteligente, no s¨¦ si es calidad de vida el temor a que te secuestren. O a que entren en tu casa. Eso es, adem¨¢s, lo que sucede entre M¨¦xico y Estados Unidos o Marruecos y Espa?a.
P. Volviendo a la ficci¨®n, en su relato Una velada literaria los juicios est¨¦ticos se hacen sobre asuntos como el papel, la encuadernaci¨®n...
R. Son cosas en las que uno se fija para comprar un libro, que no siempre son estrictamente literarias. Si un libro es muy gordo me intimida. Me parece un abuso de confianza de parte del autor que tenga que brindarle tanto tiempo. Luego est¨¢ el tama?o de la letra. Si es muy chiquita el esfuerzo es excesivo. Soy un lector vago. Necesito muchos incentivos para leer. Adem¨¢s tiene que tener blancos, di¨¢logos. Quiero escuchar lo que dicen los protagonistas, no que me cuenten lo que dicen. Que haya aire, espacios de descanso, como en las escaleras. Tambi¨¦n que los cap¨ªtulos sean cortos. Cuando descubro que la mano derecha empieza sola a buscar d¨®nde termina el cap¨ªtulo es que estoy perdiendo atenci¨®n. Esto suena como un sacrilegio respecto a la literatura, pero... Es como si te encuentras con alguien a quien no conoces y te dice: '?Tendr¨ªas 45 minutos para charlar?'. Oiga, no.
P. El f¨²tbol es uno de sus temas predilectos.
R. Argentina, con toda la cultura futbol¨ªstica que tiene, no tiene mucha literatura sobre f¨²tbol. Yo hac¨ªa memoria y dec¨ªa: ?a qui¨¦n le¨ª escribiendo de f¨²tbol? A los periodistas deportivos. No recuerdo escritores. En casa de mi familia, que no era una casa de intelectuales, descubr¨ª un libro de David Vi?as. Los personajes hablaban como mi viejo, puteaban, insultaban... Me sent¨ª muy cercano a ¨¦l. Dije: se puede escribir as¨ª si lo hace Vi?as, que es un intelectual serio.
P. La oralidad es fundamental en sus relatos.
R. Pens¨¦ que ¨¦se pod¨ªa ser un problema para publicarlos en Espa?a. Pero yo he le¨ªdo a montones de espa?oles, y ponga que me pierda un 10% de lo que dicen, prefiero eso y que tenga la m¨²sica propia del lugar. No querr¨ªa leer a esos autores en un castellano neutro, que es el que hablan los Simpson en la traducci¨®n. La diversidad es riqueza.
P. La historieta, el f¨²tbol... No se mueve usted en lo tradicionalmente literario.
R. Tampoco quiere uno colocarse en un lugar marginal, porque parecer¨ªa que trata de diferenciarse. No quiero poner el f¨²tbol en un lugar demonizado por los intelectuales. Es cierto que respecto al f¨²tbol hay cierto recelo de parte de ciertas ¨¦lites, como ante cualquier fen¨®meno muy popular. La mayor¨ªa de los que escriben han crecido leyendo. Mientras ellos le¨ªan yo estaba en la cancha o viendo f¨²tbol por televisi¨®n.
P. El boxeo, sin embargo, tiene intelectualmente mejor prensa.
R. El box es m¨¢s propicio, por el tema y por el conflicto y por la situaci¨®n l¨ªmite: dos tipos solos en un ring. Mi viejo me dec¨ªa que los juegos de conjunto ense?an mucho sobre la gente: el que es generoso, el sacrificado, el ego¨ªsta... Hay muchas cosas para contar: el riesgo f¨ªsico, cierta ¨¦pica. Como escritor yo hablo de lo que he vivido y me muevo por intuici¨®n. A veces mi hijo me pregunta c¨®mo podr¨ªa escribir algo y yo le digo: 'Pens¨¢ c¨®mo se lo contar¨ªas a tus amigos'. Se trata de arrancar con eso.
![Roberto Fontanarrosa es autor de libros como 'Nada del otro mundo' y 'El mayor de mis defectos'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ACHYLULMS7AWO76GPIF4ZSP4WE.jpg?auth=ffcfde535c71474a99c65da5c4faa4f97dbbbc386a6b69355e127b25bf021203&width=414)
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