George Harrison, el 'beatle' discreto, muere a los 58 a?os
El guitarrista y compositor, fallecido en Los ?ngeles, padec¨ªa c¨¢ncer desde hac¨ªa cinco a?os
George Harrison falleci¨® rodeado de su mujer, hijo y amigos la noche del jueves en Los ?ngeles (ayer en Espa?a). El m¨²sico, enfermo de c¨¢ncer desde hac¨ªa cinco a?os, 'abandon¨® este mundo consciente de Dios, sin miedo a la muerte y en paz', se?al¨® la familia en un comunicado. Su desaparici¨®n marca el ocaso de una era de actividad creativa y espiritual y pone fin al sue?o de muchos admiradores por volver a escuchar en vivo la m¨²sica de los Beatles. Los tributos al segundo beatle desaparecido llegaron de todo el mundo. La reina Isabel II y el presidente Bush expresaron su tristeza; el primer ministro Tony Blair afirm¨® que el mundo 'le echar¨¢ mucho de menos; sus compa?eros europeos, amigos y fans brindaron emotivos homenajes al guitarrista de Liverpool, que arrop¨® su creatividad musical de un misticismo espiritual. El primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, expres¨® su 'gran emoci¨®n' por el fallecimiento de Harrison y destac¨® su 'talento musical, su creatividad y su sensibilidad'. Para Jospin, este 'guitarrista impresionante' supo 'imprimir su huella en la sensibilidad musical de generaciones sucesivas'.
'Sol¨ªa decir con frecuencia que todo pod¨ªa esperar salvo la b¨²squeda de Dios', se?alaron la viuda, Olivia Arias, y su hijo, Dhani, de 24 a?os, en el comunicado familiar. 'Muri¨® con un pensamiento en su mente: amaos los unos a los otros', a?adi¨® su amigo Gavin De Becker. Por su parte, Paul McCartney coment¨® en Londres: 'Le echaremos en falta. Era un tipo grande, repleto de amor por el mundo, que ten¨ªa poca paciencia con las estupideces de la gente. Me siento desolado. Le consideraba mi hermano, mi hermano peque?o. Sab¨ªamos que estaba enfermo desde hace tiempo, pero era muy valiente y ten¨ªa un magn¨ªfico sentido del humor'. El otro beatle vivo, el bater¨ªa Ringo Starr, se despidi¨® de su 'mejor amigo', al que echar¨¢ en falta, dijo ayer, 'por su sentido del amor, su sentido de la m¨²sica y su sentido de la risa'.
Yoko Ono, viuda de John Lennon, habl¨® de la 'vida m¨¢gica' de Harrison, 'que todos compartimos un poquito'. Y el que se reconoce como el quinto beatle, el productor George Martin, record¨® que Harrison era 'el peque?o del cuarteto, al que, a diferencia de Paul y John, le cost¨® desarrollar su talento como compositor. Pero trabaj¨® duro, con una enorme paciencia, construyendo su m¨²sica meticulosamente para componer uno de los grandes temas rom¨¢nticos de todos los tiempos, Something'.
Harrison convalec¨ªa en Los ?ngeles del ¨²ltimo tratamiento oncol¨®gico con radioterapia, semanas atr¨¢s, realizado en el Hospital Universitario de Staten Island, en Nueva York. Combat¨ªa un tumor maligno desde 1997, que le priv¨® de ejecutar su ¨²ltimo objetivo profesional. Quer¨ªa grabar un disco en solitario. Pudo al menos grabar una nueva canci¨®n, Horse to water, compuesta en colaboraci¨®n con su hijo Dhani, que se incluye en un disco del pianista Jools Holland.
Harrison present¨ªa que el tiempo se le agotaba. Al confirmar, en 1998, que sufr¨ªa c¨¢ncer de garganta, declar¨®: 'Es un recordatorio de que cualquier cosa puede suceder'. Se someti¨® en Suiza a un duro tratamiento de radioterapia, pero el tumor reapareci¨® este a?o en los pulmones y en el cerebro. Mantuvo viva la esperanza y, desde luego, no perdi¨® el humor. En diciembre de 2000, en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S desde Nueva York, comentaba: 'Gano el suficiente dinero como para ser un conservador, pero no estoy dispuesto a renunciar a mis principios. Si no fuera por grupos como Greenpeace o Amigos de la Tierra, habr¨ªa perdido la esperanza. Hay gente maravillosa por ah¨ª fuera, pero los que manejan los hilos est¨¢n enfermos de ambici¨®n y avaricia'.
La noticia de su muerte se conoci¨® en Inglaterra hacia las ocho de la ma?ana de ayer. A las pocas horas, los admiradores acudieron con flores y notas de condolencia a sus lugares m¨¢s queridos: a su residencia palaciega de Henley On Thames, Friar Park, cerca de Oxford, donde en 1999, y pese a las medidas de seguridad, un intruso, enfermo de esquizofrenia, estuvo a punto de matarle, y a Liverpool, su ciudad natal, donde se organizar¨¢ un homenaje en su memoria.
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