El Cristo de los artistas
El Museo de Bellas Artes de Sevilla muestra cuatro siglos de escultura andaluza de Jes¨²s en la cruz
'Pilato dijo a los jud¨ªos: 'Aqu¨ª ten¨¦is a vuestro rey'. Ellos gritaron: '?Fuera!, ?fuera!, ?crucif¨ªcalo!'. Dijo Pilato: '?Voy a crucificar a vuestro rey?'. Los sumos sacerdotes respondieron: 'No tenemos m¨¢s rey que el c¨¦sar'. Y se lo entreg¨® para que lo crucificaran'. Este pasaje del Evangelio de San Juan (19, 12-16) es el eje de la exposici¨®n Y muri¨® en la cruz..., que muestra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla la evoluci¨®n de la iconograf¨ªa del crucificado en la escultura andaluza a lo largo de cuatro siglos.
Desde maestros medievales an¨®nimos hasta artistas barrocos como Mart¨ªnez Monta?¨¦s, Alonso Cano, Juan de Mesa, Alonso de Mena, Pedro Mill¨¢n, Jorge Fern¨¢ndez o Andr¨¦s de Ocampo, la muestra re¨²ne 46 obras que permiten hacer un recorrido cronol¨®gico. De ellas, 32 son esculturas, cinco, pinturas -que incluyen un zurbar¨¢n y un murillo- y nueve, piezas de orfebrer¨ªa. 'La figura del crucificado y la evoluci¨®n de este tipo de representaciones desde el siglo XIII al XVII en la iconograf¨ªa andaluza es el hilo conductor de la muestra', dice Enrique Pareja, comisario de Y muri¨® en la cruz...y director de la pinacoteca sevillana, donde permanecer¨¢ hasta el 5 de enero. La Consejer¨ªa de Cultura y Cajasur organizan la exposici¨®n, cuyas piezas proceden de arzobispados, iglesias, conventos, hermandades y colecciones particulares de toda Andaluc¨ªa.
La pieza m¨¢s antigua es una cruz procesional de cristal de roca y plata sobredorada, del siglo XIII, perteneciente a la Catedral de C¨®rdoba. La exposici¨®n se ha dividido en tres secciones, seg¨²n sean las im¨¢genes g¨®ticas, renacentistas o barrocas. En primer lugar, se encuentran los crucificados de los siglos XIV y XV, que responden a la est¨¦tica del g¨®tico.
'El crucificado se convierte en la principal iconograf¨ªa de la religi¨®n y lo invade todo. Lo que fue un s¨ªmbolo se convierte en objeto de culto y se representa en todo tipo de piezas, como c¨¢lices o cruces procesionales que aunque no reciben un culto directo incluyen su figura', comenta Pareja. 'No s¨®lo la imaginer¨ªa, la figura de Cristo en la cruz invade todos los campos del arte, la pintura, la orfebrer¨ªa, las artes decorativas'.
En el Renacimiento, los crucificados acusan las influencias italianas. 'El Calvario de Jer¨®nimo Quijano es un claro ejemplo, que recoge toda la influencia de Jacobo Florentino. Tambi¨¦n aparecen los cristos medievales retallados o adaptados al siglo XVI', a?ade el comisario. La influencia n¨®rdica est¨¢ presente en el Cristo de la Amargura (1521) de Jorge Fern¨¢ndez Alem¨¢n, una de las obras m¨¢s relevantes de la muestra.
Pero la ¨¦poca que con m¨¢s fuerza dedic¨® su devoci¨®n al crucificado fue el Barroco. Pareja destaca el Cristo de la Misericordia, de 1638, una inmensa talla que Alonso Cano dio el encargo de terminar a Felipe de Ribas y que pertenece al retablo de la parroquia de Nuestra Se?ora de la Oliva de Lebrija. El cristo mide dos metros y la cruz casi cuatro.
'En pintura, la gran diferencia con respecto a otros periodos es la representaci¨®n de la figura de Cristo solo, sobre un fondo neutro. As¨ª lo hace Zurbar¨¢n en el Cristo de la Misericordia (1636)', a?ade. De Mart¨ªnez Monta?¨¦s hay dos esculturas, Crucificado, de 1623, del monasterio de Santa Clara, y el Cristo de los Desamparados (1671), de la iglesia sevillana del Santo ?ngel. 'Monta?¨¦s se fija en Pablo de Rojas y en los Hermanos Garc¨ªa de Granada y cuando viene a Sevilla trae el concepto de un cristo m¨¢s natural en la anatom¨ªa, con pa?os de pureza m¨¢s movidos. Es la fuente de donde bebe el resto de los imagineros'.
Y muri¨® en la cruz... exhibe el boceto del Cristo de la Expiraci¨®n (El Cachorro), de Francisco Antonio Ruiz G¨ªj¨®n, una peque?a talla de 1677 realizada en madera de cedro tallada. Procede de una colecci¨®n particular de Madrid. Tambi¨¦n se puede ver un ¨®leo sobre lienzo de Murillo, Retrato de la Venerable Madre Dorotea, de 1674, propiedad de la Catedral de Sevilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.