El cuarto ¨¦xodo

La Subdelegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa cumpli¨® su amenaza y ayer, menos de 12 horas despu¨¦s de anunciar que aplicar¨¢ la Ley de Extranjer¨ªa porque es 'el modo de poner orden a la inmigraci¨®n en Espa?a', envi¨® a la polic¨ªa a identificar a los inmigrantes que el alcalde de Las Palmas, Jos¨¦ Manuel Soria (PP), envi¨® en avi¨®n hasta Madrid y que terminaron asentados durante el ¨²ltimo mes en Roquetas de Mar (Almer¨ªa). Los agentes trasladaron a ocho de los 60 que llegaron hasta El Poniente almeriense a la capital para identificarlos. Sus compa?eros no tardaron en abandonar la plaza del Alcalde Pomares donde han sobrevivido hasta ahora gracias a la caridad de los vecinos y la ayuda de las ONG.

A ¨²ltima hora de ayer, las organizaciones humanitarias segu¨ªan intentando conocer el paradero de los ocho inmigrantes trasladados por los agentes. 'No sabemos d¨®nde est¨¢n y adem¨¢s no entendemos para qu¨¦ los pueden haber llevado a Almer¨ªa. No tiene ninguna l¨®gica ya que todos han llegado hasta aqu¨ª con expedientes de expulsi¨®n', explic¨® ayer Juan Miralles, director de Almer¨ªa Acoge. Ni la Subdelegaci¨®n del Gobierno ni la polic¨ªa informaron de las situaci¨®n de los inmigrantes tras pasar por comisar¨ªa.

Despu¨¦s de varias semanas durmiendo en la calle, la situaci¨®n de los subsaharianos no ha hecho m¨¢s que empeorar. Algunos han recurrido a las ONG para refugiarse y otros han desaparecido.

Despu¨¦s de aventurarse a emprender un viaje de emigraci¨®n clandestina que para ellos ten¨ªa por destino final Las Palmas, y tras ser trasladados en avi¨®n hasta Madrid, los subsaharianos decidieron viajar hasta Almer¨ªa porque escucharon rumores de que en esa provincia era m¨¢s f¨¢cil obtener la documentaci¨®n necesaria y el trabajo que ven¨ªan buscando. Ninguno de ellos, todos varones j¨®venes y nacidos en Sierra Leona y Ghana, sabe concretar qui¨¦n les dijo que en Almer¨ªa tendr¨ªan menos problemas.

Durante un mes, la mayor¨ªa de ellos ha estado durmiendo al raso, a la espera de un trabajo o una posibilidad de tramitar su documentaci¨®n. Pero no ha sido posible. De hecho, todo ha sido al rev¨¦s de lo que pensaban. Ahora se encuentran como al principio, sin nada. Con la diferencia de que la plaza en la que se concentraban desde hace m¨¢s de un mes ya ha dejado de ser su refugio. Desde ayer estos inmigrantes tratan de esconderse para que no les pidan unos papeles que no tienen.

Nassiru es de Sierra Leona. Tiene 23 a?os y, como todos sus compa?eros, habla en ingl¨¦s. Sin embargo, ya ha aprendido a chapurrear algunas palabras en castellano. 'No papeles, no trabajo', comenta, para explicar despu¨¦s en ingl¨¦s que lo que realmente les preocupa a todos es poder conseguir la documentaci¨®n que les permita acceder a un empleo. 'Nosotros buscamos trabajo y, cuando saben que no tenemos papeles, nos dicen que no podemos trabajar', explica.

Ninguno entiende por qu¨¦ los enviaron en un avi¨®n desde Las Palmas hasta Madrid y est¨¢n sorprendidos porque buscaban un futuro y se han encontrado con un viaje sin destino. Pero insisten en que quieren vivir en Espa?a.

Casi todos dejaron atr¨¢s a sus familias cuando decidieron emigrar. 'Mis dos hermanos y mis tres hermanas est¨¢n en Sierra Leona. Ellos no saben d¨®nde estoy yo ahora', explica Francis, otro inmigrante. Para explicar por qu¨¦ emigraron, hacen gestos de guerra.

El viernes, el Ayuntamiento de Roquetas ha convocado una reuni¨®n con las ONG, los sindicatos, la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno central para abordar la situaci¨®n de estos inmigrantes.