El queso del Concierto
Rezaba 'Jornada de quesos de oveja'. Fue un curso que la UPV-EHU ofreci¨® en octubre a cambio de 2.000 pesetas y la asistencia. Daba un cr¨¦dito y la consumici¨®n. Lo organizaba el Departamento de Farmacia Nutrici¨®n Tecnolog¨ªa y Producci¨®n Animal (para que luego diga alguien que la UPV-EHU es una mierda, con perd¨®n). Y, tras cuatro ponencias, aquello terminaba como debe: an¨¢lisis sensorial y cata comentada de los quesos a la hora de la merienda (me han dicho que el vino lo llevaba cada cual, pero no lo puedo afirmar; el pan y el queso lo pon¨ªa la UPV). Amigo, eso es saber de qu¨¦ va la cosa. Con las cosas de comer no se juega.
Ese es el tema. Justamente lo contrario de lo que con el Concierto hace el Gobierno vasco. Creen que es filosof¨ªa o historia, quiz¨¢ literatura (y que perdonen los gremios afectados). Pero no saben que con las cosas de comer no se juega. Al final, lo que cuenta es el an¨¢lisis sensorial y la cata, lo pertinente. Estas cosas han de terminar con fundamento. Y tras la negociaci¨®n, si el producto es bueno, no caben elucubraciones sobre las excelencias del aire de Urbasa o Aralar. Se compra o se rechaza. No hay t¨¦rmino medio. Es el esp¨ªritu de todo negociador que se precie.
Xabier Arzalluz (hoy presidente del EBB) era de esos -gente pr¨¢ctica; lo que cuenta es el resultado- cuando negociaba la Constituci¨®n, a favor de la que estuvo (v¨¦ase El p¨¦ndulo patri¨®tico de Santiago de Pablo y otros). Ahora, con los a?os, deviene en un personaje sinuoso para el que lo que cuenta es salirse con la suya (divina segunda infancia). Pero, amigo, usted y yo vivimos en un mundo real, y poco nos importan esas elucidaciones. Lo que cuentan son los resultados. Y nosotros queremos catar ese queso del Concierto. Poco importa que se peleen por si ha de ser lacha o churra (naturalmente, ha de ser lacha), lo que cuenta es la cata y el posterior consumo. Lo que cuenta es tener el Concierto (sin duda, mejorado en cada negociaci¨®n; pues buenas son las Diputaciones para eso).
Un equipo directivo, una ¨¦lite directora de un magma social puede equivocarse a ratos. Pero en lo fundamental, tiene que acertar. Y si no lo hace, debe ser arrinconada por la sociedad o arrastrar¨¢ a ¨¦sta a un fracaso inevitable. El Concierto es tema fundamental. Tiene demasiados componentes simb¨®licos y materiales en su perfil como para jugar al escondite con ¨¦l. De entrada, el Concierto (que fue un accidente en 1878, pero qued¨® fijado como garant¨ªa institucional -constitucionalizaci¨®n del derecho hist¨®rico- en 1887 y articulado en la Constituci¨®n de 1978), sintetiza la cultura foral: la constitucional y, tard¨ªamente, la nacionalista. Por lo dem¨¢s, es el sustento material sobre el que se soporta el entramado institucional vasco. Y, en torno a ¨¦l, se ha tejido una trama econ¨®mica sobre la que navega la nave de Euskadi (la de ?lava, Vizcaya y Guip¨²zcoa, en realidad; y la de Navarra con el Convenio).
Los hechos no soportan la irresponsabilidad. La negociaci¨®n fracasa porque el Gobierno vasco introduce una variable inabarcable en esa mesa: su presencia en las instituciones europeas, con lo que muchos estamos de acuerdo. Este es un tema que excede al Ministerio de Hacienda y forma parte nada menos que del debate sobre la articulaci¨®n de Espa?a y Europa. Muchos apoyaremos esa presencia (que obligar¨¢ a un previo acuerdo interno, no se olvide), pero es un tema mayor que debe ser tratado como tal. Y mientras tanto, no puede taponar el Concierto.
Es la postura de todas las patronales, de buena parte de los partidos, de esta sociedad. Y es de alguna manera, me consta, la de Rom¨¢n Sodupe, Ram¨®n Rabanera y Josu Bergara, de las Diputaciones. Se han hecho unas sesenta anotaciones (mejoras) respecto al texto del Concierto reformado 1997, que es 'el mejor Concierto de la historia', seg¨²n el Gobierno vasco. Lo negoci¨® en se?or Ibarretxe. Se?ora Zenarruzabeitia, no haga demagogia: el desfase entre usted y el se?or Montoro asciende a unas 3.000 pesetas por vasquito, y el ministro est¨¢ dispuesto a rebajarlo. Cierren, por favor, esa negociaci¨®n. No lleven al pa¨ªs a la ruina.
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