La cuarta batalla de Chile
La viveza y vigencia, el emocionante desvelamiento de un rasgo del presente que hay en la inteligencia de este recio filme viene de atr¨¢s, del brote de energ¨ªa moral que hace casi tres d¨¦cadas, tras la agresi¨®n genocida del Ej¨¦rcito del general Augusto Pinochet contra su pa¨ªs, desencaden¨® la revancha imaginativa de La batalla de Chile, monumental esfuerzo de rescate de la memoria de su pueblo, absorbida por su memoria ¨ªntima, emprendido por un terco y luminoso artista llamado Patricio Guzm¨¢n, que gracias a las tres partes de aquel enorme filme de cinco horas tiene hoy un lugar abierto en el cine futuro.
Ahora trae Guzm¨¢n El caso Pinochet, cuarto, y probablemente no ¨²ltimo, escal¨®n de aquel despliegue de respiraci¨®n cinematogr¨¢fica de la historia del Chile contempor¨¢neo, sembrada de olvido y por tanto de crimen. Es el trabajo de un maestro de su oficio. El conocimiento de Guzm¨¢n de los ritmos y entresijos de la composici¨®n documental alcanza alturas emocionantes, y esto es as¨ª porque se percibe no mientras se ve la pel¨ªcula, que entonces es pura transparencia, sino cuando una vez vista se rebobina y se proyecta en la memoria, y en la criba de esta moviola interior deja entonces ver la precisi¨®n y la minuciosidad de la orfebrer¨ªa de su montaje, junto a la sorprendente fuente de emoci¨®n y de calor po¨¦tico que hay en sus (exactos y por ello fr¨ªos) c¨¢lculos.
EL CASO PINOCHET
Direcci¨®n y gui¨®n: Patricio Guzm¨¢n. Montaje: Claudio Mart¨ªnez. Fotograf¨ªa: Jacques Bouquin. Sonido: Andr¨¦ Rigaut. Productor: Yves Jeanneau. G¨¦nero: documental. Espa?a, Francia y B¨¦lgica, 2001. Duraci¨®n: 110 minutos.
Hay en el filme, como dice Jorge Ruffinelli en su libro sobre el cine de Patricio Guzm¨¢n editado por C¨¢tedra, 'una importante re-escritura hist¨®rica, que lo convierte en un elemento de juicio, ¨¦tico y legal, de cara a la historia contempor¨¢nea, fiel a la necesidad del cine documental de registrar, acompa?ar e influir sobre el presente'. De ah¨ª que parta del pasado -en concreto de una exploraci¨®n del juez Juan Guzm¨¢n, que abri¨® en Chile un proceso contra el dictador, en busca de fosas de v¨ªctimas de Pinochet- para sumergirnos en una indagaci¨®n dentro de la zona subterr¨¢nea de la historia viva de Chile, la que se mueve ahora mismo en el subsuelo de su presente, a la busca de una rehabilitaci¨®n, es decir, de la posibilidad de que la gente libre chilena pueda volver a mirar de frente al horror de lo que queda a su espalda. El caso Pinochet es una luminosa y serena averiguaci¨®n de lo que queda hoy en el Chile libre del Chile oscuro.
Asistimos a un viv¨ªsimo conjunto de relatos de trazo oblicuo, cruzados en un puzzle que se ve sin respirar y que abarca desde esa aludida exploraci¨®n de fosas de v¨ªctimas de hombres asesinados por Pinochet, a la escapada de ¨¦ste a Londres, que permiti¨® al juez espa?ol Baltasar Garz¨®n desencadenar el famoso proceso de extradici¨®n que conmovi¨® al mundo y abri¨® una v¨ªa de entrada de aire libre en las angosturas del derecho penal internacional. Los cruces de im¨¢genes de noticiero con las arrebatadas por la c¨¢mara de Guzm¨¢n a los supervivientes del genocidio y a las del abogado Joan Garc¨¦s, el fiscal Carlos Castresana, el periodista Ernesto Ekaizer y otros muchos rostros por los que pas¨® el hilo del embrollo de aquel enrevesado suceso jur¨ªdico y pol¨ªtico, tiene calidades de dibujo geom¨¦trico y de juego de contrapunto de precisi¨®n y elegancia alt¨ªsimas.
Ritmo
Y si digo juego de contrapunto es porque efectivamente la musicalidad juega un papel esencial en la secuencia de las im¨¢genes de El caso Pinochet. Lo que la pantalla de esta admirable pel¨ªcula tiene de fascinante, lo que hace de ella depositaria de algo m¨¢s que informaci¨®n y la convierte en territorio de una refinada y elevada forma art¨ªstica, proviene de ah¨ª, es una extracci¨®n del prodigioso ritmo que Guzm¨¢n imprime en el goteo de realidades y verdades con que grad¨²a la escalada hacia la plenitud de conocimiento a que conduce este su hermoso y emocionante trabajo de composici¨®n de im¨¢genes y de tiempos, que escriben un cap¨ªtulo a¨²n no escrito (o reescrito, porque la mentira lo emborron¨® inicialmente) de la vida del siglo XX.
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