El d¨²o Pl¨¢cido Domingo-Riccardo Muti da nueva vida al 'Otelo' de Verdi
El brit¨¢nico Graham Vick retoma el drama de Shakespeare
La Scala de Mil¨¢n vivi¨® ayer una jornada memorable. La inauguraci¨®n de la temporada 2001-2002 concentr¨® en Mil¨¢n a decenas de famosos, notables de la ciudad y pol¨ªticos de todas las tendencias. Otelo, de Giuseppe Verdi, cantado ayer por el tenor espa?ol Pl¨¢cido Domingo y dirigido por Riccardo Muti, ser¨¢ la ¨²nica ¨®pera de esta temporada que se represente en la sede hist¨®rica del Piermarini.
La inauguraci¨®n de la temporada del teatro de la ¨®pera m¨¢s famoso del mundo coincide pr¨¢cticamente con su cierre. Desde el 19 de enero, la Scala se traslada a la Bicocca, un ¨¢rea industrial de la periferia noreste de Mil¨¢n.
El presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, y una decena de ministros del Gobierno de centro-derecha, adem¨¢s del alcalde de Mil¨¢n y el presidente de la regi¨®n de Lombard¨ªa, ocuparon ayer el palco real de la Scala desde donde aplaudieron a Muti, a Domingo; al director de escena, Graham Vick, y al escen¨®grafo Ezio Frigerio, adem¨¢s de a la soprano Barbara Frittoli, en el papel de Desd¨¦mona, y a Leo Nucci en el de un Yago perversamente humano. De la lista de notables se cay¨® hace tiempo el primer ministro, Silvio Berlusconi.
La versi¨®n presentada ayer contiene algunas particularidades. Graham Vick ha retomado el drama de Shakespeare dejando un poco de lado el de Boito, del que dice que 'era demasiado aficionado a los gustos del siglo XIX'. Desd¨¦mona no es la lacrim¨®gena mujercita, v¨ªctima de los celos de Otelo, sino una mujer independiente que ha elegido al moro como marido salt¨¢ndose a la torera qui¨¦n sabe cu¨¢ntos convencionalismos. Tampoco Yago, el hombre de confianza del general veneciano hasta que ¨¦ste elige a Cassio como lugarteniente, es el caricaturesco malo creado por Boito. 'Todos somos un poco Yago'. Graham Vick coincide con Domingo al considerar que el personaje del moro lleva dentro de s¨ª un profundo complejo que le hace especialmente vulnerable al juego cruel de Yago. Otelo, dice Domingo, 'es un personaje extraordinario, un arquetipo de nuestra alma. La fascinaci¨®n que produce reside en el contraste entre su fortaleza exterior y su debilidad interior. Bajo su coraza militar se esconde una fragilidad interior muy grande. Yago se da cuenta y se aprovecha de ello. Sus palabras insidiosas son golpes brutales que acaban por derribar la integridad de Otelo'.
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