Dos aliados contra natura
La suerte y la religi¨®n unieron a Omar, un aldeano afgano, y a Osama Bin Laden, millonario saud¨ª, hasta su incierta fuga
Pertenecientes a mundos opuestos, Osama Bin Laden y el mul¨¢ Omar nunca deber¨ªan haberse conocido. Sin embargo, una extra?a complicidad ha unido al saud¨ª occidentalizado, jefe de Al Qaeda, y al mul¨¢ de aldea, salido de un rinc¨®n del campo afgano. Del internacionalista Osama y del retr¨®grado Omar, ?Qui¨¦n era el verdadero jefe?
Osama y Omar est¨¢n huyendo juntos del avance de las tropas norteamericanas apoyadas por la Alianza del Norte. Juntos, tal como lo hab¨ªan estado durante la conquista de Afganist¨¢n, de 1996 a 1998 y despu¨¦s. Sin embargo, poco tienen en com¨²n, fuera de su fanatismo religioso, de la leyenda que les convirti¨® en h¨¦roes para gran parte de las masas musulmanas y de los terroristas internacionales, y de su demonizaci¨®n por la propaganda de EE UU.
Omar naci¨® en 1959 en Nodeh, una aldea cercana de Kandahar. Procedente de una familia pobre, fue mul¨¢ de aldea antes de comprometerse en la yihad antisovi¨¦tica, durante la cual perdi¨® un ojo. Tiene pocos estudios. Hastiado por la guerra de los clanes y las exacciones, es desde la madrasa -escuela cor¨¢nica- de Singesal de la que sali¨® a conquistar Afganist¨¢n, encabezando a sus alumnos a menudo analfabetos, los talibanes. En 1994, unos aldeanos le pidieron su intervenci¨®n tras el secuestro y la violaci¨®n de dos mujeres por un militar local. Seg¨²n la leyenda, las liber¨® y ahorc¨® al culpable al ca?¨®n de su tanque. Recibi¨® el apoyo de los servicios secretos paquistan¨ªes, de militares y de Benazir Bhutto, primera ministra de Pakist¨¢n en aquel entonces, que hablaba de los talibanes como de 'mis hijos'. Dos a?os despu¨¦s, a golpe de kal¨¢chnikov, los talibanes se apoderaban de Afganist¨¢n.
Nacido dos a?os antes que Omar, de una de las concubinas de su padre, Osama estuvo en una buena escuela occidental y veraneaba en Europa. Cuando estudiaba ingenier¨ªa, le gustaba salir de noche con sus compa?eras mientras que Omar aprend¨ªa el Cor¨¢n en Afganist¨¢n en un ambiente rigorista y masculino.Cuando muri¨® su padre, Osama hered¨® una gran fortuna. Su vida cambi¨® cuando le convertieron unos islamistas locales y se march¨® a Afganist¨¢n, donde el reino wahab¨ª mandaba a las cabezas locas pensando que si no se mor¨ªan, volv¨ªan antisovi¨¦ticas y no antimon¨¢rquicas. En esa ¨¦poca, el saud¨ª tra¨ªa dinero a los muyahidin y creaba Al Qaeda. Daba a su misi¨®n un alcance mundial, apuntando a los centros de poder estadounidense y a las capitales de sus aliados ¨¢rabes, mientras que los talibanes estaban reci¨¦n saliendo de sus casas de adobe.
Al principio, el objetivo de Osama era luchar contra la monarqu¨ªa de Riad y el de Omar, contra el poder corrupto de Kabul. Pero el islam de los talibanes no es el islam ¨¢rabe. El mul¨¢ Omar no es un propagandista pan¨¢rabe ni un terrorista internacional. No es tampoco un tribuno que utiliza la tecnolog¨ªa para preparar atentados sofisticados. No conoce nada de finanzas y menosprecia el ordenador y la televisi¨®n, que Bin Laden sabe manipular tan bien. Muy recientemente, Omar ha hecho suyo el odio de Bin Laden contra jud¨ªos y cristianos, cuando antes, el primer enemigo de la visi¨®n nacional del past¨²n era India, de la que proced¨ªa la cultura budista, de ah¨ª su empe?o en destruir las famosas esculturas budistas de Bamiy¨¢n. Sin embargo, Omar nunca quiso expulsar a los ¨¢rabes, y menos a¨²n entregar a Bin Laden a EE UU, aunque los afganos nunca hayan aceptado que extranjeros se instalen en su pa¨ªs.
El mul¨¢ Omar necesita a Bin Laden y Bin Laden al mul¨¢ Omar. Los servicios secretos paquistan¨ªes les presentaron, poco despu¨¦s de la toma de Kabul por los talibanes, en 1996. Ambos se estiman tanto que el mul¨¢ Omar perdi¨® el poder para proteger a su hu¨¦sped, mientras que ¨¦ste dijo que Afganist¨¢n era el '¨²nico verdadero Estado isl¨¢mico' y puso tanto su fortuna como sus brigadas islamistas al servicio de los talibanes.
Pero, ?cual de los dos ejerc¨ªa realmente el poder? ?El peque?o cl¨¦rigo barbudo que s¨®lo dej¨® Kandahar por Kabul una vez, o el elegante padrino del islamismo que viaj¨® por el mundo y conoci¨® a los m¨¢s importantes islamistas? Bin Laden ha podido ejercer una influencia determinante en el poder talib¨¢n o hasta ser el cerebro del poder, su verdadero jefe, seg¨²n sus enemigos.
Sin embargo, cada uno ten¨ªa sus propios objetivos. Los talibanes negociaban con EE UU la apertura de un oleoducto que transportase el petr¨®leo de Asia Central, cuando Al Qaeda estaba preparando los atentados contra las Embajadas de EE UU en Kenia y Tanzania. ?Estaba Omar enterado de esto? Lo ¨²nico seguro es que si Omar y Osama mueren y sus organizaciones son desmanteladas, sus efectos seguir¨¢n vigentes, mientras Occidente no resuelva lo que las aliment¨®: las frustraciones de las masas ¨¢rabes y el conflicto palestino-israel¨ª.
? Le Monde / EL PA?S
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