Miles de personas huyen a Pakist¨¢n

A las dos de la tarde de ayer, en el puesto fronterizo de Cham¨¢n, la gente que ven¨ªa de Kandahar no sab¨ªa que los jefes talibanes negociaban la rendici¨®n de la ciudad. Pero intu¨ªan que la situaci¨®n no pod¨ªa durar mucho tiempo as¨ª. Este ¨¦xodo de refugiados ha desbordado a las autoridades paquistan¨ªes, que afrontan el drama de 5.000 desplazados que se encuentran en tierra de nadie, sin v¨ªveres ni asistencia y teniendo que soportar temperaturas bajo cero durante estas noches del comienzo del invierno.

El asedio de Kandahar por milicias pastunes contrarias a los talibanes, junto a los constantes bombardeos a¨¦reos de Estados Unidos, se ha prolongado durante las ¨²ltimas tres semanas y ha provocado unas insufribles condiciones de vida en la ciudad cercada.

Si hace dos semanas se les preguntaba a quienes ven¨ªan de Kandahar qu¨¦ opinaban sobre los talibanes, muchos de ellos dec¨ªan que los apoyar¨ªan hasta la muerte. Ayer, ni siquiera un mul¨¢ como Abdul Al¨ª, de 40 a?os, quiso expresar su postura sobre los integristas. Dijo, en cambio, que la situaci¨®n en Kandahar resultaba cada d¨ªa m¨¢s insostenible.

'No hay agua ni electricidad. Muchas tiendas est¨¢n cerradas y los precios son tres veces m¨¢s caros. Ochenta kilos de trigo valen 2.300 rupias (unas 7.000 pesetas), cuando antes de los bombardeos s¨®lo val¨ªa 1.000 rupias. La gente roba en las casas. Y apenas hay autoridades en la ciudad. Los talibanes est¨¢n en las afueras. Pero los americanos siguen bombardeando a gente inocente. He visto, viniendo hacia aqu¨ª, cuerpos cortados en trocitos por el impacto de las bombas. Y he contado 22 veh¨ªculos destruidos, muchos de ellos camiones y tractores. ?Qu¨¦ culpa tienen los tractores?'.

El comerciante Mohamed, que no quiso revelar su apellido, cont¨® hasta 50 veh¨ªculos destruidos. Y aun as¨ª, sigui¨® conduciendo por la carretera y est¨¢ dispuesto a volver. Como los v¨ªveres escasean, ahora cobra el equivalente a 60.000 pesetas por un viaje que hace apenas dos meses s¨®lo le reportaba 9.000.

El tendero Ayib Pahol, de 55 a?os, cont¨® que hab¨ªa visto por lo menos a seis personas morir en los ¨²ltimos d¨ªas, que unos 15 edificios en el centro de la ciudad hab¨ªan sido bombardeados a pesar de que all¨ª s¨®lo viv¨ªan civiles, que los bombardeos se produc¨ªan durante el d¨ªa y, sobre todo, durante la noche, y que las ¨²ltimas dos noches hab¨ªan sido terror¨ªficas.

Cuando se le pregunt¨® a Ayib Pahol si apoyaba a los talibanes se qued¨® callado por un momento y contest¨®: 'Yo apoyo a quien traiga paz y estabilidad. Eso es lo ¨²nico que pido'.

Despu¨¦s de unas ¨²ltimas jornadas de intens¨ªsimos bombardeos, Shah Wali y su familia decidieron abandonar Kandahar para intentar sobrevivir a los ataques. 'Nos hemos visto obligados a marcharnos de Kandahar', coment¨® Shah Wali en la ciudad fronteriza de Cham¨¢n a la agencia France Presse, 'por los bombardeos de Estados Unidos, pero adem¨¢s est¨¢bamos hambrientos. Las condiciones de vida en Kandahar eran insufribles'. Mucho m¨¢s terribles, seg¨²n todos los testimonios, que durante la ocupaci¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n entre 1979 y 1989 y durante la guerra civil posterior.