Subir los impuestos es de derechas
EN ESPA?A no sabemos si bajar los impuestos es de izquierdas, como declar¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pero s¨ª que subirlos es de derechas. Es lo que est¨¢ haciendo el Gobierno del PP. Se trata de una peculiar pol¨ªtica econ¨®mica para tiempos de enfriamiento, que nos hace ¨²nicos en el universo.
El Ejecutivo ya ha admitido que el crecimiento del PIB en 2002 no ser¨¢ el que est¨¢ establecido en el cuadro macroecon¨®mico de los Presupuestos Generales del Estado (2,9%), y que lo corregir¨¢ a la baja (la ¨²ltima proyecci¨®n, la del servicio de estudios del BBVA, lo estima en tan s¨®lo un 1,7%, una desviaci¨®n de casi el 42% sobre el porcentaje oficial), pero que no cambiar¨¢ su pol¨ªtica econ¨®mica. ?sta tiene un eje central desde hace un a?o: el d¨¦ficit p¨²blico cero, pase lo que pase.
Convertir el d¨¦ficit cero en un fin en s¨ª mismo, al que se subordinan las dem¨¢s pol¨ªticas econ¨®micas, es dogm¨¢tico. Elevar los impuestos en tiempos de enfriamiento es una acci¨®n peculiar, alejada de los pa¨ªses vecinos
Este 'pase lo que pase' es lo que convierte ese objetivo en un dogma. Y las pol¨ªticas econ¨®micas, aquellas que tratan de corregir la coyuntura para el bienestar de los ciudadanos, no han de ser dogm¨¢ticas. Los dem¨¢s pa¨ªses en los que nos miramos est¨¢n abandonando a marchas forzadas el equilibrio de las cuentas p¨²blicas, dada la coyuntura de recesi¨®n o estancamiento que padece el planeta. Estados Unidos -que ha pasado en pocos trimestres de un crecimiento del 5% a la recesi¨®n- ha activado la pol¨ªtica monetaria y la fiscal y ha olvidado para mejores tiempos el super¨¢vit presupuestario en el que lo dej¨® Clinton. Los principales pa¨ªses europeos van a tener este a?o ya un d¨¦ficit superior al previsto a principios de a?o y mayor que el del a?o pasado, y avisan de que alejan el objetivo del d¨¦ficit cero a dentro de un lustro, que es como afirmar Dios dir¨¢: Alemania, Francia, Portugal y seguramente Italia. Como consecuencia de la recesi¨®n, suben los gastos sociales, y para hacer frente a ella, una de las medidas que prev¨¦n es la bajada de la presi¨®n fiscal sobre los ciudadanos, para que tengan m¨¢s renta disponible que consumir.
La Espa?a de Aznar, como la Galia de Ast¨¦rix, no se rinde. Por una parte, aumenta los impuestos sobre los hidrocarburos, tabaco y alcohol, y por la otra, no deflacta la tarifa del impuesto sobre la renta. Ambas medidas suponen un ingreso adicional de unos 400.000 millones de pesetas. As¨ª quiere cuadrar las cuentas del Estado, aun a riesgo de que los servicios p¨²blicos y sociales se deterioren a¨²n m¨¢s. Sirva un ejemplo: examinado el presupuesto consolidado del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales para 2002 por Antonio Guti¨¦rrez, anterior secretario general de CC OO, llega a la conclusi¨®n de que el cap¨ªtulo que m¨¢s reduce su crecimiento respecto a a?os anteriores es el que engloba las pol¨ªticas de solidaridad; siendo el menos dotado de todo el presupuesto del departamento, crece tres puntos menos que el conjunto, de tal manera que de un total de 17 billones de pesetas, a los planes y programas sociales se dedican tan s¨®lo 64.000 millones, un 0,38% de los recursos globales presupuestados por el Ministerio de Trabajo. ?sta es una forma de cuadrar el d¨¦ficit cero.
Esta pol¨ªtica econ¨®mica confunde los instrumentos y los fines. Ha hecho del equilibrio presupuestario un fin en s¨ª mismo, al cual se subordinan todos los dem¨¢s. Por ello es dogm¨¢tica. El incremento de impuestos indirectos y del IRPF a trav¨¦s de la no deflactaci¨®n de la tarifa (descontar la inflaci¨®n sufrida) deviene no en una forma de pol¨ªtica econ¨®mica antic¨ªclica, sino directamente en una pol¨ªtica electoral. ?Alguien duda de que cuando se aproximen las elecciones generales, sea cual sea la coyuntura, el PP no har¨¢ el gesto de bajar los impuestos directos, es decir, los m¨¢s dolorosos?
Hay un elemento que agrava esta forma de gobernar: ni el cambio del cuadro macroecon¨®mico ni el aumento de impuestos ha sido discutido en el Congreso, en el seno del debate presupuestario. As¨ª, la pol¨ªtica econ¨®mica se convierte en clandestina y dif¨ªcilmente compartible. Adem¨¢s de antiguos, clandestinos.
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