La violencia dificulta el reparto de ayuda en Kabul

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP en sus siglas en ingl¨¦s) comenz¨® ayer en la capital de Afganist¨¢n, Kabul, la mayor operaci¨®n de distribuci¨®n de ayuda humanitaria en la regi¨®n. La agencia internacional empez¨® a repartir sacos de harina a m¨¢s de las tres cuartas partes de la poblaci¨®n de la ciudad, arrasada por la guerra.

Dos d¨¦cadas de combates, el paro generalizado y una sequ¨ªa que dura ya tres a?os han dejado a millones de afganos con la comida procedente de ayuda exterior como ¨²nico recurso para su subsistencia, y esa comida no est¨¢ llegando a los que la necesitan debido a la inseguriad que ha invadido la regi¨®n tras la ca¨ªda de los combatientes talibanes.

'La rutas comerciales est¨¢n cerradas, as¨ª que la comida no est¨¢ entrando [en la ciudad]', declar¨® Fayaz Shah, director de la WFP en Kabul. Seg¨²n las agencias de ayuda humanitaria, en las ¨²ltimas semanas hombres armados han asaltado convoyes de alimentos en distintos puntos del pa¨ªs.

Miles de personas hacen cola en las calles de Kabul frente a camiones cargados de trigo con unas tarjetas verdes que les acreditan para poder reclamar uno de estos sacos, cargados con 50 kilos de harina cada uno, cantidad suficiente para dar de comer a una familia entera durante un mes. Shah calcula que se necesitar¨¢n unos ocho d¨ªas para que el WFP pueda llegar hasta las 1.300.000 personas m¨¢s necesitadas (de los 1.700.000 habitantes de Kabul). S¨®lo en Kabul, el WFP ha reclutado a 2.400 mujeres y 1.300 hombres para hacer un censo de las familias m¨¢s necesitadas de la ciudad para repartir las tarjetas verdes.

En total, unos seis millones de personas de los 21 que viven en Afganist¨¢n dependen de la ayuda alimentaria para sobrevivir. El invierno traer¨¢ nieves que presumiblemente van dejar impracticables varias rutas a trav¨¦s de las monta?as.