Dos a?os de protestas encadenadas
Desde que la convivencia entre almerienses e inmigrantes estallara en febrero de 2000 por los sucesos acaecidos en el municipio de El Ejido, las protestas y reivindicaciones de los sin papeles se han encadenado en el tiempo. Recientemente, la tensi¨®n ha sido m¨¢s que visible con la intenci¨®n de Marruecos de abrir un consulado en Almer¨ªa, proyecto rechazado por algunos vecinos de la capital.
Los extranjeros, especialmente los procedentes del norte de Africa y de pa¨ªses subsaharianos, han optado por salir a la calle o protagonizar medidas de presi¨®n, en la mayor¨ªa de los casos encierros y huelgas de hambre, para reivindicar la mejora de sus condiciones de vida en la provincia. Pero por encima de todo, han demandado su regularizaci¨®n.
Uno de los momentos m¨¢s relevantes se produjo el a?o pasado a?o, cuando m¨¢s de medio centenar de inmigrantes se encerr¨® desde el 21 de septiembre hasta mediados de octubre en la parroquia de San Jos¨¦, en la capital almeriense. En esa ocasi¨®n, como en todas las dem¨¢s, ped¨ªan algo muy concreto: papeles para todos y la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores extranjeros.
Sin embargo, no era la primera protesta de este tipo. El 24 de abril de 2000, centenares de inmigrantes se encerraron dos semanas en el edificio de los sindicatos. Tambi¨¦n fue sonado el encierro que entre el 19 de febrero y el 23 de marzo de este a?o mantuvieron aproximadamente un centenar de inmigrantes en la Universidad de Almer¨ªa. El 17 de abril se produjo un intento de protesta similar en la sede de Almer¨ªa Acoge.
Adem¨¢s de todas estas protestas, a finales del pasado a?o tambi¨¦n se produjo un hecho singular: a Almer¨ªa llegaron miles de inmigrantes procedentes de diversos puntos de Espa?a, atra¨ªdos por el rumor de que en esta provincia era f¨¢cil conseguir los tan ansiados papeles. La oficina de extranjeros se vio desbordada durante d¨ªas por enormes colas de inmigrantes.
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