?D¨®nde est¨¢ la estatua de Agust¨ªn Lara?

- Respetar la memoria. 'Les telefoneo con la preocupaci¨®n por el destino de la estatua del compositor mexicano Agust¨ªn Lara, que siempre estuvo en la plaza que lleva su nombre en Lavapi¨¦s', dice Demetrio. '?Qu¨¦ ha pasado con ella?', se pregunta. '?Se la han quitado de en medio as¨ª, de un plumazo, como acostumbran hacer nuestras gloriosas autoridades urban¨ªsticas, sin respetar la memoria de esta ciudad? ?O se trata simplemente de que se les ha olvidado que las plazas est¨¢n pensadas para la gente, la historia, el recuerdo y el disfrute?', se?ala algo enojado, antes de pedir que 'coloquen de nuevo la estatua en su sitio'.

- Guada?as contra los motoristas. 'Ya es hora de que las autoridades de la Comunidad de Madrid supriman de una vez por todas los pretiles met¨¢licos que act¨²an como verdaderas guada?as contra los motoristas en toda la regi¨®n madrile?a', exige ?ngel. 'Piensen un poquito en que cada d¨ªa la muerte pasa todav¨ªa muy cerca de los moteros, y act¨²en en consecuencia. Nadie se va a disgustar si adoptan esa medida, salvo, quiz¨¢, alg¨²n que otro comisionista', sugiere.

- San Lorenzo, en peligro. 'Cualquiera que cruce por San Lorenzo de El Escorial puede echarse las manos a la cabeza al ver la tensi¨®n que produce el aumento de la construcci¨®n, que se ve por doquier', cuenta Mar¨ªa Dolores. 'Quiero recordar que los asentamientos de poblaci¨®n deben regularse con cabeza si no quiere uno toparse con sorpresas muy desagradables, que acaban con el m¨ªnimo planteamiento racional de la vida en un n¨²cleo urbano. Este enclave madrile?o, con un valor hist¨®rico y patrimonial incalculable, no puede ser regido con criterios especulativos, admitiendo una masa de edificaci¨®n bestial como la que ya se distingue. Por ello las autoridades no ya municipales o comunitarias, sino estatales, deber¨ªan tomar cartas en el asunto y preservar un paraje de esta naturaleza, con una tasa de edificaci¨®n regulada y nunca salvaje, por el bien de todos', sentencia.

- Autob¨²s para discapacitados. 'El otro d¨ªa presenci¨¦ c¨®mo un discapacitado, a bordo de un cochecito de ruedas, descend¨ªa del autob¨²s de la l¨ªnea 10, preparado espec¨ªficamente para hacer esa operaci¨®n c¨®modamente', dice Diego. 'Me pareci¨® excelente que esos autobuses lleven ese dispositivo, que muestra respeto por unos ciudadanos que merecen nuestra atenci¨®n deferente y nuestro respeto', subraya.

- Gracias por dedicar su tiempo a los enfermos. 'Ahora que vienen las navidades', explica Claudia, 'me acuerdo mucho de aquellas personas que en Madrid y en toda Espa?a van a dedicar su tiempo al cuidado de enfermos, como mi hijo, que yace postrado con una grave enfermedad. Para todas esas personas, dedicadas a los cuidados de los dem¨¢s, mi abrazo m¨¢s emocionado'.

- Ojal¨¢ dure la limpieza. 'Por primera vez en mucho tiempo he visto el monumento a la Constituci¨®n libre de pintadas', relata con entusiasmo Jos¨¦ Manuel. 'Es de agradecer la tarea que los responsables de este servicio de conservaci¨®n de monumentos han realizado con este hito tan importante en la historia reciente de la ciudad. Y ojal¨¢ que la limpieza dure y las costumbres de los grafiteros se orienten en otra direcci¨®n', destaca.

- Escaleras infames. 'El otro d¨ªa estuve en el cine y, otra vez, para ir al servicio tuve que descender por una infame escalera, m¨¢s de cuarenta escalones', se queja Hugo, que confiesa ser 'un sesent¨®n con salud de roble'. Y a?ade: 'En mi camino top¨¦ con decenas de personas que segu¨ªan el mismo y dif¨ªcil trayecto. ?No habr¨ªa manera de que los que hacen los cines se pusieran en la piel de las personas de edad media, a las cuales descender m¨¢s de cinco escalones les causa ya bastante dificultad?', se pregunta. '?Ser¨ªa posible que situaran los lavabos en la misma planta en la que se asiste al espect¨¢culo o es mucho pedir?'.

- Sustituyan las multas por servicios voluntarios. 'No ser¨ªa mala idea reemplazar por un servicio sustitutorio el impago de multas', remarca In¨¦s. 'Me refiero, claro est¨¢, a un servicio voluntario, mediante el cual, con el compromiso firme, se pudieran redimir multas de tr¨¢fico, porque mucha gente, en verdad, no las abona no por desd¨¦n c¨ªvico o por transgredir la norma, sino porque, realmente, no puede pagarlas al carecer de dinero. Pido a los responsables de la ciudad', agrega, 'que piensen en f¨®rmulas alternativas'.

- Sacarse el carn¨¦ de conducir es muy caro. 'Madrid debe de ser la ciudad del mundo en la que es m¨¢s caro sacar el carn¨¦ de conducir', protesta un lector de nombre Jacobo. 'La verdad es que tampoco es para tanto', a?ade, 'porque no es tan dif¨ªcil aprender a conducir autom¨®viles. Claro que vaya usted a saber qui¨¦n se lucra con este negocio de los precios de las autoescuelas y si son realmente ellos quienes perciben esas tarifas', concluye.